De las series «Museos de autos japoneses en las calles», «Concours errant de l´Ordinaire», «Virus que matan autos en las calles de Colonia» o «Plata Dulce, Hierro Salado» les proponemos ahora este Mitsubishi Galant color aceituna que desde hace unos meses (las fotos son de diciembre) hace sombra y deja crecer algún yuyito en los adoquines del tramo final de la calle Rivadavia, frente al Centro Cultural Bastión del Carmen, en el Barrio Histórico de Colonia del Sacramento.
Colt, Lancer, Sapporo (primero vendido como Galant Coupé GL y GSR), Celeste y los utilitarios L100 (pan lactal), L200 (pick-up) y L300 (van mediana) acompañaron al Galant en la oferta de Mitsubishi en la época de la «Plata Dulce», con la importación y distribución en Argentina en manos de Alberto J. Armando, el ex presidente del Club Atlético Boca Juniors, recordado también por estampar el emblema del puma que lo representaba en distintos modelos de Dodge y Ford, ya que también fue un poderoso concesionario de esas marcas.
Del Galant sedán se ofreció en primer término el Sigma 1600 GS y 2000 GLX, correspondiente a la tercera generación de este modelo, aparecida en 1976, pero cuando su sucesor, el A160, llegó en 1980, el importador local se garantizó su stock, entre los que vino el auto que aquí mostramos. Esta cuarta generación del Galant era enorme, con sus 4,47 metros de largo, 1,68 de ancho y 2,53 entre ejes, y se ofrecía en Argentina movido por un cuatro cilindros de 1,6 litros, con tracción trasera y caja de quinta.
El año pasado, «El Griego» encontró a un amigo y a una muchísimo más rara Galant Wagon de tercera generación en Buenos Aires.
Fotos: Diego Speratti
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Si mal no recuerdo, tenían el motor Astron con ejes contrarrotantes.
La verdad es que veo las fotos y me digo «como me gustaría vivir allí, calle de adoquines con el pastito que asoma, veredas con plátanos y esas casas que se intuyen tipo chorizo con un coche que ya forma parte del paisaje».
Capaz que es un poco tanguero pero bueno, es lo que me sale.
Saludos y gracias por la info.
Supe tener un accord del 81, modelo, junto con el de la nota, que conocimos en la época dulce del orejón, lástima la tendencia de estos autos a las abundantes picaduras, sino estaríamos andando en estos tanques de mecánica indestructible, excelente andar y notable equipamiento