El heredero que no fue

19/Ene/2015

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Cuando se desperezaban los setenta y después de casi diez años en el mercado, la gente de Stuttgart decidió comenzar a pensar en el reemplazante del Porsche 911.

Sabidas cuentas de que el mercado americano estaba en plena consolidación como principal comprador de la marca, decidieron hacer un automóvil adaptado a la panza del cliente gringo: trompa larga, ancho a voluntad, líneas redondeadas y demás ingredientes para una receta que parecía infalible y hecha a medida el abrasivo paladar americano.

La historia es por demás conocida: el 911 sobrevivió al 928 y a muchos más, sepultando a más de un competidor interno y externo. Porsche creó, casi sin quererlo, otro segmento dentro de su catálogo ya que el incombustible 911 nunca dejó de venderse a lo largo y ancho del planeta.

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Caso raro este de un auto destinado a reemplazar a otro que termina siendo fagocitado por el viejo que no le deja espacio. Con el 928 muere también el segmento, ya que hasta el día de hoy la marca abandonó la configuración de coupé de motor delantero, al menos hasta la aparición del “Panamerda” sin puertas traseras que está contemplado recién para la próxima generación.

Del Porsche 928 nos ocuparemos en profundidad en otra ocasión. Denostado y poco amado por el porschista obtuso, es el único automóvil deportivo que fue galardonado con el premio de Auto del Año en Europa allá por 1977. Este granturismo es uno de los pocos autos que da la sensación de haber nacido veinte años antes de lo previsto. Un rotundo triunfo del diseño.

Aquí una muestra de la diferencia de proporciones entre el 928 y el 911: nótese el pronunciado contraste entre los dos autos y su carácter completamente diferenciado: rutero y planchado uno, esbelto, fino y nervioso el otro.

Al incombustible 911 se lo puede tranquilamente denominar la “Mirtha Legrand” de los autos, ya que durante su carrera enterró a todos sus coetáneos, a sus propios competidores y siempre tuvo un público fiel y muy seguidor hasta sus últimos días. La saga concluyó allá por 1996 cuando le entregó la posta a la primera generación de autos refrigerados por agua con motor colgado del eje trasero: el 996.

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Tags: 911 - 928 - Diseño - Porsche

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