La intuición de los autos

21/Mar/2016

Citroen 11 ligier traction avant

Quién no ha sido «empernado» (del griego perno), comprando algún repuesto en Warnes, aunque jure que es fierrero de cuna y la mamadera tenía la forma del TC de los Emiliozzi. Lamento decirle que ha pasado inútilmente por la vida y que eso no le alcanza para pertenecer al exclusivo grupo de autoayuda Adictos Terminales de Autos Antiguos, Raros, Prototipos o de los Ochenta para abajo.

Para pertenecer al grupo de autoayuda hay que haber experimentado esa dulce sensación límite, entre la conmoción cerebral y la gripe asiática, que produce hallar el repuesto que desesperadamente uno soñaba encontrar en esa ancha avenida. Y doppo morire, con el precio puesto a esa ilusión, llamada también científicamente empernamiento, término acuñado por un proctólogo que tenía un Isetta, un Morris 10 y un Kaiser Carabela.

Luego, escuchará la solidaria y paternalista frase del dueño de nuestra felicidad, que empieza a engrasar el perno con un gel especial, diciendo, «este repuesto cuesta una fortuna, es el único que queda en el país, pero como usted me parece buena persona y además viene recomendado por Julio, le hago un precio acomodado, el gel va sin cargo». Entonces, uno se siente tan desagradecido y mala persona, que a pesar del dolor intenso al caminar, le regala un Malbec.

Caminar esa avenida, tratando de conseguir un radiador para mi «Once Ligero», en algunos vendedores produce lástima y se ocultan a llorar a escondidas; otros se emocionan tanto que le escriben a su primera novia; a otros les recuerda a su pobre padre que murió alcohólico por una fisura en el block de su «Once».

Sólo pasan un presupuesto para el radiador, aquellos que están refaccionando su casa, y proponen que lo pagues con tarjeta en cuotas, comprándole materiales de construcción, por ejemplo, toda la grifería, azulejos y cerámicas de un baño.

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En esa avenida, existen algunas clínicas médicas, encubiertas en casas de repuestos. Radiadores Casa Robertito es una de ellas. Te reciben los amables vendedores con guardapolvo blanco, barbijos y guantes, en un ambiente musical, de asepsia total y perfume a lavanda; de allí a un salón acondicionado donde con un Power Point, te muestran porqué son los mejores. El paciente puede mirar televisión, fumar, con servicio gratis de pedicuría, mientras se produce el cobro o empernamiento sin dolor.

Es la aventura que une al auto y al hombre. En vez de reprocharnos mutuamente los problemas, los mismos nos hicieron fuerte a los dos, el «Once Ligero» aprendió, sabe que tiene que esperar, que su medicina es cara y difícil de conseguir, que los autos, para andar bien, también tienen su tiempo, como las personas.

De mi parte, aprendí, después de toda una vida, a entender que su lenguaje es sonoro. Siempre me avisó de algo que iba a pasar, siempre me anticipó, muchas veces negué lo que me decía, y mi sordera salió muy cara.

Si hay algo que siempre me agradece es mi pasión para que sea eterno, sabe que de diez mil hermanos que vinieron con él a partir del año 47, apenas quedan cincuenta.

Citroen T.A. en Europa

Mientras yo viva, lo hemos hablado muchas veces, está a salvo de una muerte indigna, en un geriátrico lindante con una chacarita. A veces, triste, me comenta que antes de eso, preferiría suicidarse en un paso a nivel, que sería una muerte digna para un hijo de franceses, cuyos hermanos lucharon valientemente en la resistencia por recuperar París.

Los años me enseñaron a entender su lenguaje sonoro, es decir musical, pero eso no es todo, también desarrolló una intuición humana, una notable intuición de mis estados de ánimo que les contaré en otra entrega.

Ernesto Fernández Núñez

Fotos: E.F.N. y Archivo Speratti

9 Comentarios

  1. Hola, es la primera vez que escribo, si bien los venía leyendo hace tiempo.

    Que lindo que es el viejo Citroën 11. Mi viejo tuvo un ligero que lamentablemente conocí por fotos, dado que lo vendió a fines de los 80 unos meses antes que naciera para hacerse de unos mangos. Inmaculado estaba el día que se fue, del cual no hemos sabido nunca cual fue su destino.
    Ojalá pudiera encontrarlo por estas tierras orientales si aún se encuentra de pie.

    Saludos

    Responder
    • Ojalá no sea el que oficia de masetero en Colonia

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  2. Caro don Beppe,
    Su consejo » net-sex=safe-sex» functiona aun en algunos paises de Europa. Pero cuando tenga que ir a retirar el radiador a la aduana preparese para una experiencia grupal tipo gang-bang sin lubricante.
    GV

    Responder
    • Don GV
      Comentario explicito pero muy instructivo….
      grazie

      Responder
  3. Don Beppe

    Responder
  4. No dejen afuera a los Empernateur Premium Plus que se cartelizan y atacan en cada Autojumble que haya durante el año. El extásis tiene lugar en Autoclásica.

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    • extásis? naa. éxtasis

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  5. Al final, consiguió el radiador o se encariñó con el perno.

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