En un evento que probablemente no se vuelva a repetir en la historia, 23 multicoloridos Lamborghini Miura, provenientes de todas partes del mundo, se reunieron en España para celebrar el 50º aniversario del primer superdeportivo de producción con motor central. Capaz de superar los 270 km/h de velocidad máxima, el Miura fue el objeto de deseo definitivo si hablamos de autos y un colorido ícono cultural durante la segunda mitad de los años 60 y principios de los 70, amado por jeques petroleros, gobernantes, magnates, estrellas del pop y playboys.
Ferruccio Lamborghini presentó su obra maestra en 1966 y lo bautizó así para homenajear a una formidable raza de toros criada desde el siglo XIX por la familia Miura en Andalucía, en el sur de España. Lo que olvidó el buen Ferruccio fue pedir permiso para usar el nombre… El emblema de Lamborghini es, como ustedes saben, un toro.
Con muchos meses de preparación, y organizado por la empresa Kidston S.A., que vende autos clásicos, se especializa en estudio de mercado, edita libros u organiza eventos como estos, el rally del 50º aniversario fue pergeñado de tal forma que se sumara la mayor selección del deportivo que se haya visto jamás, para regresarlos a su hogar espiritual, una oportunidad única en la vida.
Simon Kidston, un importante actor en el negocio de los autos clásicos a nivel mundial, propietario de vieja data de Miura y autoridad en el modelo, declaró: «Nadie puede negar que este evento ha sido una oportunidad para algunos suertudos propietarios de Miura de disfrutar sus autos a fondo en algunas carreteras maravillosas, pero también queríamos recordar el momento con imágenes evocativas; unas que a la vez significaran un nuevo capítulo en la historia del auto».
Uno de los puntos altos del recorrido fue la visita al rancho Miura, en Zahariche, donde se cría al ganado de pura sangre desde 1842, repitiendo una visita que el propio Ferruccio realizó varias décadas atrás para encontrarse con el entonces patriarca de la familia, Don Eduardo. En 2016, los hijos de Eduardo, Antonio y Eduardo (h) pudieron por primera vez disfrutar de subirse a un Miura y, como si fuera poco, con el legendario Valentino Balboni al volante, cincuenta años después de que su padre se maravillara por el auto que Ferruccio había concebido y llevaba su nombre a razón de los legendarios toros que allí se criaban.
Los 23 ejemplares que participaron del evento incluyeron a uno de los cuatro fabulosos P400 SVJ de 1972, en este caso un ejemplar construido para el exótico empresario hotelero haitiano Alberto Silvero, o el P400 S 1970 vendido originalmente a Edmundo Lamborghini, hermano de Ferruccio. Como los más memoriosos recordarán, unos meses atrás se organizó otro homenaje por el cincuentenario del Miura en Italia, con 20 ejemplares presentes en las celebraciones.
La historia de los Miura no terminará allí. Simon Kidston y su equipo con base en Ginebra crearon un registro histórico online del modelo: www.miuraregister.com y se encuentran en la etapa final de armado de un nuevo y lujoso libro sobre este modelo que verá la luz a comienzos de 2017.
Fotos: Prensa Lamborghini
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Si me despierto ahí pienso que fallecí y llegué al valhalla o algo así 🙂
Otra vez sopa. Miura o 33 Stradale?
330 p4
Miura, 33 stradale y 330 P4…. Son autos distintos, categorias distintas….
El Lambo más lindo y estilo irrepetible de la historia. No necesitaba músculos ni esteroides para imponerse al resto por un campo. Vida eterna al Miura.