Desde hace muy poco tiempo en La Barra del arroyo Maldonado, en la República Oriental del Uruguay, se está generando una movida automovilística muy interesante. Una movida de autos sport con mucha actividad deportiva. Todo el mérito se lo llevan Ito y Nico Dellepiane, pero principalmente Nico, que como un Atlante tranquilo, va moviendo voluntades pesadas como ruinas megalíticas a lo largo del año.

Todo comenzó con la creación del Old School Racing Club, del cual Nico es dueño, fundador y alma aglutinante de todo amante del auto clásico y sport de la zona de Maldonado y alrededores. Su idea fue crear un espacio de encuentro para los amantes de estos autos y centro de organización para los diferentes eventos que se irían realizando a lo lardo de todo el año. El objetivo se logró y ya van varias ediciones de Speed Racings callejeros de la zona de Punta del Este y Country Speedways en el Barrio Los Caracoles, cerca del El Jagüel. También hubo salidas gastronómicas y paseos a lugares pintorescos durante el invierno.

El autor de esta nota fue participante del evento más reciente realizado por el OSRC el fin de semana pasado. En esta ocasión fue un Country Speedway. El evento consistía en un circuito improvisado en la calle del futuro barrio en construcción, donde se largaba de a uno y se debía hacer el menor tiempo posible durante tres vueltas, con la particularidad que luego de cada giro había que frenar a cero y a horcajadas (como le gusta a Ito), sobre la línea de meta y luego volver a arrancar. La calle se encontraba en muy buen estado pero resultaba un poco angosta para la cantidad de chicanas, de fardos y de cubiertas, con las que la habían llenado. Otro inconveniente es que había un cordón de cada lado y eso despertaba un poco de temor en los pilotos, sobretodo en algunos que tuvieron experiencias traumáticas con estos en el pasado.

El resultado fue que luego del tercer auto ya poco quedaban de las chicanas en forma y estado. Hubo que reacomodarlas en reiteradas veces y esto ocasionó un gran problema a la hora de hacer los cómputos de los tiempos ya que no se sabía con certeza quién las había tocado y quien no. Cada tocada equivalía a un segundo de penalización. Finalmente, el alto comité organizativo, o sea Ito, decidió no declarar un ganador de la competencia y sólo se tomaron tiempos individuales. Nada de esto impidió que todos nos divirtiéramos intensamente y por supuesto, que pisáramos un poquito de más nuestros autos.

La jornada comenzó a media mañana y ya desde el principio se sintió el olor del alto asado que el anfitrión estuvo preparando con pericia a pesar del viento fuerte que nos acompañó. El parque automotor fue bastante bueno, alrededor de quince autos de los cuales sólo once participaron de la carrerita. Auténticamente fue un evento internacional ya que había participantes de Argentina, Brasil y Uruguay. Los tiempos de giro fueron bastante parejos entre todos los pilotos a pesar de todo lo ya descrito.

Se rumorean una trepada a algún cerro y algún circuito callejero en la rambla, o algo así en el futuro. Ya veremos. Nico promete más actividades. Con paciencia oriental va logrando resucitar el viejo espíritu sport que tanto vivió el Departamento de Maldonado en otras épocas. Definitivamente al edén se vuelve en auto sport.

Fotos: Manuel Eliçabe y Álvaro Guerra

Tabla de Tiempos

Manuel Eliçabe (ASA Monofaro) 1,22,10 / 1,22,94 / 1,23,26

Matías Montero (Mini Morris) 1,29,06 / 1,27,00 / 1,24,85

Santiago Assandri (Ford Escort Mk1) 1,24,66 / 1,24,89 / 1,24,00

Emilio (Pontiac Solstice) 1,47,98 / 1,48,09 / 1,50,62

Carlos (Peugeot 306) 1,34,03 / 1,33,85 / 1,30,82

Ito Dellepiane (ASA Monofaro) 1,31,00 / 1,30,00 / 1,28,89

Rodolfo Asconeguy (h) (Ford Capri) 1,25,78 / 1,27,83 / 1,24,06

Santiago Dellepiane (ASA Monofaro) 1,43,83 / 1,46,52 / 1,41,93

Nicolás Dellepiane (Monofaro Coupe) 1,27,53 / 1,26,12 / 1,24,98

Bruno Pina (Ford Escort Mk2) 1,25,94

Santiago Sánchez Ortega (Lotus 11 Wildcat) 1,23,42 / 1,24,39 / 1,24,44