Pánico y locura en Le Mans

19/Feb/2016

AUTO - LE MANS 24 HOURS 1977 - PHOTO : DPPI NAi??4 - JACKY ICKX - JURGEN BARTH - HURLEY HAYWOOD / PORSCHE 936 MARTINI - ACTION - WINNER

Recuperar la confianza compitiendo en Le Mans en el mes de junio, y llegar por todo lo alto al circo de la Fórmula 1 en julio. Parecía un desafío relativamente sencillo para los dos gigantes franceses: Renault y Michelin. Pero, como sus Alpine A442 Turbo habían podido comprobar de forma tan concluyente en 1976, derrotar a Porsche nunca ha sido tarea fácil.

Nada había quedado librado al azar. Un renovado modelo con cola larga fue testeado sin descanso ni piedad en el circuito de Paul Ricard, visitando incluso aeródromos y autopistas recién estrenadas para replicar lo que se encontrarían ya en carrera en la recta de Mulsanne. Se construyeron tres nuevos chasis (para una única carrera) y era muy numeroso el personal del equipo pintado de amarillo, los colores de Renault Sport. No se había visto nada igual desde la política de tierra arrasada de Ford a mediados de los años 60.

Definitivamente Porsche era un hueso duro de roer, pero un hueso al fin, con posibilidad de quebrarse. Su tan probado modelo 936 había sido modificado nuevamente: era ahora más corto, bajo y estrecho, desarrollado sobre un chasis ya existente y con 20 caballos extra y una mejor respuesta al acelerador, obtenida gracias a la incorporación de un segundo turbocompresor. Un presupuesto ajustado restringió su preparación a la pista de pruebas de la compañía en Weissach y limitó su participación en carrera a sólo dos vehículos inscriptos. Y Jacky Ickx sólo podía conducir uno por vezai??i??

El belga se había desenamorado de la Fórmula 1 y había caído en desgracia en el seno de su equipo. Limitado a una aparición esporádica en Mónaco, sustituyendo a Clay Regazzoni en el equipo Ensign, se había concentrado en las carreras de autos sport. Su emparejamiento con el tricampeón en Le Mans Henri Pescarolo se antojaba desigual frente a la otra tripulación de Porsche que juntaba al ingeniero alemán Jürgen Barth y al novato americano Harley Haywood. Sin embargo, el auto de Ickx y Pescarolo debió retirarse cuando marchaba segundo y con apenas 45 vueltas completadas a causa de un pistón díscolo.

El equipo alemán decidió darle trabajo extra a Ickx incorporándolo al auto de Barth y Hailwood. El efecto fue el de un viento huracanado. Cuando todo el mundo daba por perdido al segundo Porsche, debido a un defecto en la bomba de inyección de combustible que le costó al equipo 30 minutos reparar y descender hasta la posición 41 después de sólo 2 horas, el auto #4, con los colores de Martini, empezó a resucitar.

1977-24-hours-of_lemans-01-1024

Aunque este auto era más sobrevirante que su propia unidad, Ickx daba zarpazo tras zarpazoAi?? durante la noche y se hizo con el récord de vuelta, mejorando el tiempo conseguido por el Matra de François Cevert en 1973. Por si fuera poco, el Porsche era capaz de prolongar 5 vueltas adicionales sus entradas a boxes para llenar el tanque de combustible.

En apariencia, no había necesidad alguna para que Renault entrara en pánico, aA?nai??i?? Ni siquiera afloraron los nervios cuando su tercer auto, retrasado 10 minutos antes de la carrera debido a una fuga en el múltiple de admisión, sufrió problemas en un pistón a las 3 de la mañana.

Las verdaderas razones para preocuparse comenzaron cuando su segundo bólido sufriA? una avería en la caja de cambios que le hizo perder 90 minutos. Un piAi??A?n todavía seguAi??a en terapia intensiva cuando el Porsche consiguió adelantarlo.

Sin embargo, para ese entonces la ventaja del primer Alpine era de seis vueltas y no parecía que Jean-Pierre Jabouille y el único piloto no francés del equipo, Derek Bell, fueran a dejar que esa brecha disminuyera. Pero a las 9 de la mañana, otra vez el motor francés volvió a fallar. Ickx y Porsche eran ahora los líderes.

Patrick Depailler, con su caja de cambios reparada, era la última esperanza para Renault. Sin embargo, ésta se esfumó con cuatro horas por delante (¡otra vez un pistón!). Los reproches, las acusaciones y los exámenes de conciencia no tardaron en llegar.

¡Esperad un segundo! Hay humo saliendo de la parte de atrás del Porsche…

Porsche-936-3-retouche_opengraph

Si nos remontamos a la carrera de 1976, recordaremos que Renault le había ofrecido su transmisiA?n al equipo britA?nico Mirage. Sobre relacionados con sus neumA?ticos de gran diA?metro, la imposibilidad de los bólidos de Mirage para aprovechar el rango alto de revoluciones en recta los hacAi??a poco competitivos, pero muy fiables. Ahora, en la edición de 1977, uno de ellos se habAi??a quedado sin combustible después de 59 vueltas, pero a falta de 45 minutos para terminar las 24 horas, el auto sobreviviente, conducido por Jean-Pierre Jarier y Vern Schuppan, estaba de repente a la caza del Porsche líder.

Mientras tanto, el equipo alemán analizaba a partes iguales tanto su máquina como el reglamento. La decisión de empezar a competir de forma conservadora y sin acelerar a fondo había resultado ser un error y la consecuencia era que la mezcla pobre derivaba en un pistón dañado.

Sin embargo, no todo estaba perdido. Un auto podía clasificarse completando la última vuelta en un tiempo determinado después de su penúltima vuelta. Un plan se había comenzado a cocer.

Con una bujía desconectada y un reloj de enorme tamaño pegado a su volante, Barth lanzó al herido 936 a la pista. El barbudo alemán fue seleccionado para esta estresante tarea debido a su amplio conocimiento mecánico y porque Ickx había llegado al máximo permitido de tiempo al volante. La ventaja seguía siendo grande, pero no había ninguna garantía de nada. A las 3.59 de la tarde, Barth comenzó la vuelta definitiva.

Volviendo atrás el calendario y remontándonos al año 1968, Ickx, conduciendo un Ford GT40 (con el equipo JWA, que era el mismo que ahora corría con los Mirage), le había negado su victoria inaugural a Porsche en Le Mans en un emocionante final. En aquella ocasión, sentía que tenía el control de la situación y en ningún momento perdió la confianza en su máquina.

Pero esta vez, en el apogeo de su carrera, estaba indefenso y nervioso. Había realizado una de las actuaciones más sublimes, probadamente la más dura por el mayor lapso de tiempo de la que se tenga memoria en Le Mans. Con su auto arrastrándose metro a metro hacia la meta, finalmente el Porsche #4 conseguiría superar a tiempo la meta y con ello Ickx conseguiría un «hat-trick» de victorias en Le Mans, empatando el récord de mayor número de victorias conseguidas hasta aquel momento.

Historical poster Le Mans 1977

Este relato de la hazaña de JackyAi??Ickx fue escritoAi??porAi??Paul FearnleyAi??y hace parte de la campaña «Great Fightbacks» desarrollada por la marca de neumáticos Dunlop, en la que se recuerdan diez grandes momentos en la historia del automovilismo, protagonizadas obviamente por autos calzados con neumA?ticos de esta marca.

Los interesados tienen la oportunidad de votar su historia favorita enAi??www.greatfightbacks.comAi??desde el 21 de enero de 2016 hasta el 29 de febrero. Durante las próximas semanas, Dunlop seguirá desvelando las diez historias por orden cronológico.

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