Salón de Frankfurt 2017: bb y el camino del arco iris

Tal vez, al ver las fotos de ese Porsche 911 Targa con las franjas de los colores del arcoiris, algún remoto recuerdo aflore en tu mente. Una carta de Super Triunfo o, quien sabe, una foto de las revistas que coleccionabas en la infancia. Puede ser, puede ser…

«Mis autos salieron en más de 80 portadas de revistas», cuenta, entre orgulloso y simpático, un señor todo vestido de negro que se viene acercando. Es Rainer Buchmann en persona, el creador de bb Auto Exclusiv Service KG, empresa alemana que, entre las década de los años setenta y ochenta, customizaba automóviles justo en el zeitgeist de la Era Disco.

Cinco autos y una moto modificadas por Buchmann son las mayores atracciones de la exposición «Die wilden 70er Jahre»  (Los salvajes años 70), que ocupa una ajustada área del Pabellón 6, dentro del Salón del Automóvil de Frankfurt 2017.

Ante la curiosidad del enviado de vadeRetro, el proyectista y empresario de 71 años va contando su historia: «la pintura del arco iris vino de la identidad visual de la fábrica de cámaras y materiales fotográficos Polaroid. Este auto fue exhibido en la Photokina de 1976 (N del R: la mayor feria mundial de la industria fotográfica, celebrada en Colonia) y Walter Scheel, que era el presidente de Alemania Occidental en la época, se sacó una foto al volante. A partir de ahí llovieron encargos para customizar automóviles».

Las transformaciones de bb (la otra B es por Dieter Buchmann, el hermano y socio de Rainer) no se restringían a la pintura o el interior. El Rainbow-Porsche, por ejemplo, tiene la mecánica completa de un 911 Turbo transplantada a una carrocería de 911 SC Targa, lo que demandó grandes modificaciones estructurales. Con el aumento de la clientela, la empresa de Frankfurt contrató más empleados y comenzó también a modificar carrocerías.

El éxito fue tal que Buchmann pudo terminar la construcción de un automóvil completo, creado en conjunto con Eberhard Schulz, por entonces proyectista de Porsche. Era el CW 311, súper deportivo cuya producción se limitó a una única unidad. Traía un motor V8 en posición central de 6,3 litros y 375 caballos, el mismo block que usaban los Mercedes-Benz 600. Con estructura tubular, puertas tipo ala de gaviota y una carrocería muy aerodinámica (Cx 0,31), superaba los 300 km/h de velocidad.

El CW 311 era el auto más caro de Alemania y fue considerado por la revista Auto Motor und Sport un «sucesor del 300 SL». Con cierto orgullo, la publicación aseguraba que el modelo de bb era superior en desempeño y belleza a cualquier Ferrari o De Tomaso de la época. «La Daimler-Benz me autorizó a usar la estrella en la trompa», afirma Buchmann, quien también construía curiosos híbridos como un 911 Turbo con la naríz «lisa» de un Porsche 928 y la parte superior de un 911 Targa.

Esas creaciones llegaron a la pantalla grande. El productor del film alemán «Car Napping» (1980) precisaba algunos autos especiales para su trama y le pidió ayuda al dueño de bb. «Llamé a mis clientes y ellos me prestaron 40 Porsche que fueron llevados a las filmaciones en París», recuerda. Incluso el CW 311 fue uno de los protagonistas. En las escenas de acción, uno de los dobles fue nada menos que Niki Lauda.

La bb pasó luego a transformar las cupés Mercedes SEC en convertibles con pesados techos duros retráctiles. También personalizaba los VW Golf y Polo para quien le sobraba el dinero. Instalaba instrumental enteramente digital, computadoras de abordo, volantes multifunción, asientos con ajustes eléctricos  y llave con apertura a distancia cuando esos equipamientos, hoy triviales, aun parecían cosa de otro planeta.

La empresa, a pesar de todo, no resistió la crisis económica mundial y cerró sus puertas en 1986.

El proyecto del CW 311 fue continuado cuando se transformó en el Isdera Imperator (11984-2001). En el 2014, Buchmann ensayó otra vez con el tuning e hizo una relectura del «Rainbow-Porsche», sólo que ahora con franjas de distintos tonos de gris. Llamado «911 Turbo Targa Moonracer», la creación más reciente puede ser vista en la muestra de Frankfurt.

«¿Porqué el mitológico CW 311 no está en la exposición?», le pregunté. «Fue al garaje del Sultán de Brunei», respondió Buchmann, sonriendo.

Fotos: Jason Vogel y Prensa bb