Desde hace años, entrando a Gualeguaychú, desde la Ruta 14 por la calle Urquiza, había un Chevrolet Fleetline 1951 arrinconado contra dos paredes, como puesto en penitencia por alguna situación de la que seguramente el pobre no tuvo ninguna culpa.
Condonada la pena, poco tiempo atrás, el «fletine» cambió su lugar de pastoreo. Ahora está casi sobre la vereda, y por ende a tiro de las miradas indiscretas de los transeúntes y la cámara de vadeRetro.
Tanto interés en el registro del auto motivó la aparición amigable del dueño de casa y del chivo. Se presentó como «El Cotorra» («así me puso una maestra en la escuela») y nos contó que el auto está en la familia desde hace 40 años y algunas sucesiones. Su reciente jubilación originó la necesidad de alquilar el taller contiguo a su casa y también la obligación de mover el auto de ahí y buscarle al chivo un nuevo corral.
Antes de partir a nuevo destino, «Cotorra» le puso un distribuidor de Chevrolet Cheyenne, un carburador Caresa, conectó la bomba de nafta a un bidón plástico y ahí está latiendo, esperando respasar los frenos, para partir a una nueva vida en el medio del campo entrerriano.
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