Para que la vuelta por Montevideo sea completa, siempre hay que ir a bichar las más renombradas casas de remates locales. En Castells & Castells no imaginaba ver autos, pero ahí estaba este Ford Galaxie 500 1965 esperando fecha de remate.
Imposible una descripción más completa que la que su propietario hizo de puño y letra y pegó en el parabrisas:
Para quien pueda interesar:
Por consultas, dudas o inquietudes – Tel xxxxx (n. del e.: censura del rematador…).
«Tengo 75 años y he decidido rematar al mejor postor mi coche (Ford Galaxie falso convertible 1965) debido a que ya no puedo manejar a causa de haber sufrido un derrame cerebral, del que me salvé sólo por milagro. Lo he cuidado como a un hijo, pero su anterior dueño lo mantuvo en sistema exagerado, cumpliendo su palabra de vendérmelo cuando cumpliera 85 años. No es un coche conocido en la ciudad, debido a que solamente lo usé para carretera (siempre a Rio Grande, Brasil).
Cuando el gasoil costaba 9 pesos el litro, se le puso un motor idéntico al que tenía a nafta (no hacer injertos o adaptaciones). Se le cambió el rodado y tiene levantacristales eléctricos en puertas (muy buen sistema, a veces no responde por falta de uso), está todo perfecto (puerta del acompañante, limpiarlo y aceitarlo solamente). La caja de cambios es «Master», la mejor que se ha fabricado, está perfecta, de fábrica. El motor está óptimo, los frenos son exagerados, la suspensión un lujo y la dirección hidráulica un sueño. Nunca tuve un roce ni un desperfecto importante, solamente lo abollaron en la cajuela (un toque, estando estacionado). En la cajuela está el auxiliar, el espejo retrovisor, el gato, la correa de bomba de agua y alternador (repuesto). Todo está en muy buenas condiciones, también está el forro del asiento del acompañante.
Por el cuaderno de mantenimiento, ya hace 40 días que le corresponde lavado a vapor del chasis, engrase, cambio de aceite, también filtro (de aceite); aceite Diesel Super «Made in Italia». Hace 1 año y 7 meses que no lo uso, solamente lo prendo cada 15 días y doy 9 vueltas a la manzana y lo guardo (por cábala, dado que en numerología, el 9 es el número del misterio y relacionado con la vida). Lo pagué muy caro y al contado, no lo puedo dejar a un hijo o nieto porque uno está en EE.UU y los otros están en Brasil (país de mi finada esposa). Además a ninguno de ellos les interesan los coches clásicos. Las baterías (2) son nuevas (4 meses). El alternador no está cargando (deben ser los carbones).
Siempre estuvo en galpón y con un toldo encima. Está conservado por dentro como está por el exterior. El que lo prueba o lo conduzca un tiempo, luego no lo quiere vender. La persona que lo compra tiene el derecho (yo le doy mi palabra y también lo documento) de hacer una revisión general antes de yo cobrarlo. La transmisión está de fábrica, así como rulemanes (diferencial en general). Tiene una llave de contacto extra en un lugar del chasis. A la capota, aceite de pato.»
Montevideo, 23 de febrero del 2017
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