Barcelona, su industria automotriz y el Salón (segunda parte)

2/May/2019

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Más allá de los automóviles pioneros, de principios de siglo XX, fabricados en Barcelona, a comienzos de la década de los años sesenta la «Ciudad Condal» afianza su posición como líder de fabricación de automóviles en España, primero con Seat y después con Nissan como grandes estandartes. Desde el primer Seat 1400 hasta el nuevo Audi A1, son decenas los modelos diferentes de automóviles que han salido de las plantas barcelonesas.

La Guerra Civil y el posterior estallido de la Segunda Guerra Mundial determinaron un importante parate para la producción de automóviles en España y en el resto del mundo. Las circunstancias no mejoraron después de la guerra, ante la imposibilidad de importar automóviles, y también de piezas para fabricarlos en la etapa de la autarquía, de forma que durante unas décadas se produce un paréntesis en la celebración del Salón Internacional del Automóvil de Barcelona -el año 1935 había sido la última edición, retomando su actividad en 1966-.

Sin embargo, el interés de los barceloneses por el motor y los automóviles seguía existiendo en estos períodos de “sequía automovilística”, saciando su curiosidad en las conocidas popularmente como Ferias de Muestras, y donde en la Feria Oficial e Internacional de Muestras de Barcelona que cada año se celebraba en la Ciudad Condal, el espacio más visitado era siempre el llamado “Sector Automóvil”.

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Ya en 1946, el público se sorprende con la serie inicial de un nuevo auto nacional, también “made in Barcelona”, el Eucort. Marca efímera, que durará menos de una década, fundada por el empresario Eugenio Cortés, que tenía ya en mente la fabricación masiva del auto popular en nuestro país. Estuvo presente en varias ediciones de la Feria de Muestras y llegó a fabricar vehículos de gran calidad, alcanzando las 150 unidades diarias de distintos tipos de modelos, destacandose en 1950 el Victoria.

En los Salones posteriores a 1951, sobresalieron los Pegaso Z-102 con sus magníficas carrocerías de Saoutchik y Touring, de Enasa, empresa creada por el INI que había adquirido Hispano-Suiza, con instalaciones en Barcelona, y especializada en fabricar camiones y autobuses.

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A lo largo de los años 50 y 60, las Ferias de Muestras se siguen celebrando anualmente, pero a mediados de esta última década la Ciudad Condal recupera el protagonismo en la fabricación de automóviles, con Seat como principal protagonista, propiciando el renacimiento del Salón del Automóvil de Barcelona. En ese año de la primera edición del Salón de la época moderna, 1966, salían de la fábrica de la Zona Franca de Seat unas 600 unidades diarias, más de 124.100 vehículos anuales, representando la mitad de la fabricación automotriz de España.

Si hay una marca con modelos “made in Barcelona” desde su nacimiento, esa es Seat, en sus casi 70 años de vida. Casi todos los autos de su gama han salido de las plantas ubicadas primero en la Zona Franca y luego en Martorell. Es la única marca que presume de diseñar, desarrollar y fabricar sus vehículos aquí.

La historia comienza en 1950, cuando el Instituto Nacional de Industria (INI) crea la Sociedad Española de Automóviles de Turismo, S.A. para motorizar España, fabricando en serie un vehículo netamente español y haciéndolo, en un principio, bajo licencia de construcción de Fiat.

Tres años después, en 1953, llega su primer modelo, el Seat 1400, derivado del Fiat 1400, elegido por las diversas ventajas que ofrecía, carrocería monocasco y líneas redondeadas, del que se produjeron diversas variantes, en modo A, B y C, asociados a carrocería berlina, familiar, e incluso furgoneta. En su primer año de producción, Seat fabricó 1.343 ejemplares del 1.400. Estuvo diez años en producción y dio paso al 1500.

El segundo modelo en salir de la Zona Franca de Seat fue el mítico 600. Su presentación en la Feria de Muestras de Barcelona tuvo lugar en 1956, y su stand se vio desbordado, tanto por el número de visitantes que acudieron, como por interesados solicitando información del nuevo modelo. Su producción se inició en 1957 y se mantuvo hasta el verano de 1973. Es el vehículo más emblemático de la marca, siendo realmente el que motorizó la sociedad española. Basado en el 600 de Fiat, se fabricó en múltiples versiones, Normal, D, E, L, 800, descapotable, comercial… Seat realizó de este modelo un total de 800.000 unidades.

En 1963 llega el Seat 1500, sustituto del 1400, el referente del lujo de la España de entonces. También goza de gran acogida en el Salón de ese año, si bien no alcanza la expectativa creada en su momento por el 600.

Tres años después llegó otro modelo emblemático, el Seat 850. Era una evolución del 600 y suponía un paso adelante respecto a este. Manteniendo el esquema mecánico de «todo atrás», aportó importantes mejoras. Fue la verdadera estrella del stand de Seat del renacido Salón del Automóvil que tuvo lugar en 1966, el primero después de la Guerra. Se anunciaba como el sustituto del 600 pero ambos convivieron sin problemas varios años. Contó con su versión coupé, estrella en la edición del Salón del Automóvil del siguiente año -el certamen entonces tenía periodicidad anual-, del que la marca española tenía completa la cartera de pedidos, reflejo del cambio social que se estaba produciendo en España.

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En la edición de 1967 varios preparadores ofrecieron diversas variantes del 850 que así veía su carrocería transformada en un cuatro puertas con una versión larga y otra corta firmada por Ignacio Costa y se anunciaba un futuro derivado: el 850 Spider con carrocería Bertone, señalando que sería Siata la firma que elaboraría las carrocerías en Tarragona.

También en 1967 se exponía el futuro Seat 124, aunque esa unidad concretamente era un Fiat 124, «Coche del Año en Europa» rebautizado como Seat para la muestra, que anunciaba su entrada en fabricación a partir de septiembre. Su presentación real tuvo lugar en el Salón del Automóvil de Barcelona del siguiente año, el primero en ser declarado Internacional por la OICA (Organización Internacional de Constructores de Automóviles) y fue una de las estrellas del certamen. El Seat 124 marcó un antes y un después para Seat. Se trataba de una berlina moderna, con posibilidad de optar también por variantes familiar o coupé, en la que viajar en familia era mucho más cómodo que en sus antecesores.

Sirvió de base para posteriores modelos como las opciones más deportivas 1430, en 1969 -que cumple 50 años en el Automobile Barcelona de 2019- y que se mostró en aquella edición. Derivado del 124, ofrecía mejor nivel de equipamiento y mayor potencia. En aquella edición del Salón del Automóvil de Barcelona, Seat estaba de celebración, llegaba a 1.000.000 de unidades fabricadas. Será un 124 orgullosamente expuesto en el stand de la marca en el Salón de aquel año el que lo conmemorará.

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Poco después de comenzar la década de los 70, en 1972, Seat lanzaría otro de sus modelos más emblemáticos: el Seat 127, uno de los protagonistas del Salón Internacional de Barcelona de 1973. Fue realmente el modelo que “retiró” al 600 y junto con el Renault 5 abanderaría una nueva generación de utilitarios. Se trataba del primer modelo con tracción delantera de la marca. Estuvo en producción hasta 1985 y con el paso de los años evolucionaría hacia el Fura y el Fura dos.

En la XV edición del Salón Internacional del Automóvil de 1973, en plena crisis del petróleo, el protagonista del stand de la marca española, aparte del popular 127, fue el Seat 132, una berlina de lujo que sustituiría al 1500. También el 1430-1600, modelo con doble personalidad deportiva y familiar con excelente presentación interior que va a dar origen al posterior 1430-1800. En 1974, la marca presenta un nuevo modelo, el Seat 133, derivado del 850 pero proyectado y diseñado por Seat, sin equivalente en la casa matriz Fiat (aunque producido también en la filial argentina).

Ya en 1975 llegará el 131 como reemplazo del 1430, que se produjo hasta 1982, mientras en la edición del siguiente año llegó en su edición familiar y en 1975 sus versiones con transmisión automática. Más tarde llegaron el 1.200 Sport y el Sport 1430, conocidos como Seat Bocanegra.

En 1979 brilla con luz propia el Seat Ritmo, un auto que introduce un indudable cambio en el estilo de los modelos de la marca en los años siguientes, rompiendo con los modelos anteriores. A comienzos de los años 80 llega uno de los automóviles que más impactan en los jóvenes, el práctico y sencillo Seat Panda, luego rebautizado como Marbella, que se convierte en el utilitario de moda en España. En 1983 lanza el Ronda, un Ritmo con importantes cambios estéticos… y tecnológicos, el primer modelo en la historia de Seat con una unidad controlada por ordenador para reducir el consumo de combustible, el Ecotronic. Y más tarde, en la segunda mitad de la década tendría su versión sedán con el Seat Málaga, presentado en sociedad en el Salón del Automóvil de Barcelona de 1985. Su estilo familiar y su enorme baúl, sus mejores atributos.

Pero esta década de los años 80 es crucial para Seat porque, cuando se desliga de Fiat y comienza su andadura en solitario -hasta la llegada de Volkswagen en 1986-, se ve obligada a producir modelos propios y a montar en tiempo récord una red de exportación principalmente a Europa, objetivo a lo que ayudaría su nueva estrella, el Ibiza.

Si hay un modelo importante para Seat en la época moderna es el Ibiza. El 27 de abril de 1984 sale de las líneas de montaje de la Zona Franca el primer ejemplar de la saga. Diseño Giugiaro, motor System Porsche -marca con la que colabora estrechamente durante su desarrollo-, tras la ruptura con Fiat desde Seat se eligen partners de prestigio. El modelo es considerado entonces una revolución para la marca y su éxito a lo largo de la historia lo ha convertido en su coche más carismático y vendido. Una saga que va por su quinta generación, todas fabricadas en Barcelona. Las variantes sedan de tres volúmenes y gigantesco baúl de la segunda y tercera generaciones se denominan Córdoba. La segunda generación llegará en 1993. La tercera, se presenta en 2001, y seguirá hasta 2008, la cuarta alcanza hasta 2017. La quinta es la actual y conforma un gran salto cualitativo y cuantitativo. En su presentación, en la pasada edición de Automobile Barcelona en 2017, ocupó un importante espacio.

A fines de los años 80, tras la llegada de Volkswagen, se empieza a construir la planta de fabricación de Martorell, inaugurada en 1993 donde se trasladará la producción de la Zona Franca– en la que se siguieron fabricando piezas y componentes durante varios años. En 1987, el Ibiza comenzaba a ser un «best-seller» que triunfó antes fuera de nuestras fronteras, como por ejemplo en Italia. De hecho, la marca española exportaba ese año el 62% de su producción.

Fue en la XXV edición del Salón de Barcelona, en 1989, cuando el entonces presidente de Seat, Juan Antonio Díaz Álvarez, anunciaba un futuro modelo importante para la marca: el Toledo. Llega en 1991, el primer Seat desarrollado enteramente bajo el paraguas del Grupo Volkswagen. Presentado en el Salón de Barcelona de ese año, es la estrella del stand y ocupan un espacio generoso en la exposición. Un modelo que cuatro generaciones después se sigue fabricando, ahora en la República Checa.

En la edición XXVIII del Salón se presenta una furgoneta, el Seat Inca, derivada del Ibiza que sustituye a la anterior Terra con base Marbella. El entonces presidente de la marca, Joan Llorens, anuncia en la conferencia de prensa en el Salón el buen ritmo que Seat está alcanzando tras la crisis de finales de 1992. La compañía entraría en números positivos en gran parte por la buena marcha de la segunda generación del Ibiza presentada dos años antes, un éxito de ventas en España y Europa.

El año 1997, el stand de Seat en el XXIX edición del Salón exhibía el pequeño Arosa, sustituto del Marbella, un vehículo que comenzó a fabricarse en Alemania pero que más tarde llegó a ser un vehículo «made in Martorell». Fue ese año el estreno también del Córdoba familiar, el Vario.

Además del Ibiza, uno de los grandes pilares de Seat desde su nacimiento hace dos décadas es el León. Presentado en 1999 como la versión hatchback de la segunda generación del Toledo presentada un año antes, ha alcanzado la madurez en esta última generación, la tercera, que fue lanzada en 2012 y que será renovada antes de fin de año. La segunda generación llegó en 2005 con su puesta de largo mundial en el Salón del Automóvil de Barcelona. Modelo muy versátil, presume de potentes versiones, como la última Cupra R de 300 CV y de las más eficientes, movidas de Gas Natural Comprimido, todas “made in Barcelona”.

En el año 2004 se presentaba el Altea, un monovolumen a la moda de entonces que mostraba una nueva imagen de la marca, ya exhibida antes bajo el aspecto de concept car como Emoción o Tango. En producción hasta 2015, se comercializaba en opción XL, más largo que el Altea convencional, y Freetrack, la versión todocamino del mismo.

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El último modelo incorporado por Seat a su gama fabricada en Martorell, -aparte de la quinta generación del Ibiza- es el Arona, en 2017. Se trata del primer SUV de la marca fabricado en sus instalaciones, ya que el Ateca se produce en la República Checa y ahora el Tarraco en Wolfsburg. Las instalaciones de Seat en Martorell han celebrado recientemente su XXV aniversario. En este cuarto de siglo han salido más de diez millones de vehículos pertenecientes a 39 modelos diferentes.

Seat también ha fabricado en Barcelona otros modelos del Grupo Volkswagen. En 2011 asumió el reto de la primera generación del Audi Q3, el primer SUV de marca Premium que se manufacturaba en Martorell, y que en su versión RS Q3 Performance de 2.5 litros TFSI y 367 CV ha sido el modelo de serie más potente jamás fabricado en nuestro país. Su producción ha cesado en 2018 y lo ha sustituido otro modelo de la marca de los cuatro aros, el nuevo Audi A1 que en esta segunda generación comparte con el Seat Ibiza plataforma y numerosos elementos técnicos.

Otro gran fabricante ligado a la producción de automóviles en la Ciudad Condal es Nissan. Su historia en Barcelona se remonta a casi cuatro décadas atrás, en 1980, cuando la compañía adquirió una participación en Motor Ibérica SA -empresa creada por Ford en los años 30-, que, desde su nacionalización tras la guerra civil fabricaba camiones y tractores con la marca Ebro. El nombre de la filial nipona en España adquirió poco después la denominación de Nissan Motor Ibérica.

Desde sus inicios, la planta barcelonesa se especializó en fabricar todoterrenos, convirtiéndose en la primera fábrica de referencia de este tipo de vehículos para la marca japonesa en Europa. Desde entonces, han sido numerosos los vehículos de este tipo que han salido y siguen saliendo de sus instalaciones de la Zona Franca de Barcelona.

Sin haber iniciado su producción todavía, en la edición XXI del Salón celebrado en el año 1981, el stand de Nissan era toda una declaración de intenciones, mostrando un modelo, el Patrol, que anunciaba la posibilidad de fabricarlo en España, lo que ocurrió poco después.

Fue en 1983 cuando la marca japonesa comenzó a fabricar el Patrol en sus instalaciones de la Zona Franca de Barcelona, la primera planta de la compañía en el Viejo Continente. Ese año fue la estrella de stand de Nissan en el Salón de Barcelona. En la Ciudad Condal se fabricaron cuatro modelos diferentes, los tres primeros fueron comunes con los que se hacían en Japón, mientras el último fue de fabricación exclusiva en Barcelona. El decano del segmento de los 4×4 y primer modelo de la marca en Europa se estuvo fabricando hasta 2009. En 18 años, hasta 2001, ya se habían producido 196.000 unidades. Gozó de gran éxito de ventas y en 1988 uno de cada dos todo terrenos vendidos en España eran Nissan Patrol. Se exportó por toda Europa y también por el resto del mundo.

El Patrol abrió el camino para la fabricación de todo terreno y pick-ups en la Zona Franca de Barcelona, tradición que continuó con el Nissan Terrano II en 1993. La edición XXVII del Salón del Automóvil de Barcelona de ese año cuenta con una importante novedad por parte de Nissan, la marca nipona monta por primera vez una pista de pruebas de vehículos todo terreno, algo que ya se convierte en tradicional en las sucesivas ediciones del Salón, con gran éxito de público.

La producción de la planta de Barcelona aumenta de manera significativa con el lanzamiento del Nissan Terrano II, otro 4×4 de gran éxito, fabricado en exclusiva para el mercado europeo. Al final de su vida comercial, se habían producido en España 375.000 unidades.

A mediados de los años 90 continuó la tradición todo terreno de Nissan en Barcelona con el Pathfinder, en su segunda y tercera generaciones, y que vino acompañado de la pick-up Navara -400.000 unidades de éste mientras que del Pathfinder se realizaron 173.000-. Ambos se dejaron de fabricar en julio de 2015, quedando la nueva generación del NP300 Navara en la planta barcelonesa. En 2017 llegaron dos pick-ups más a la planta de Nissan de la Zona Franca, Renault Alaskan y Mercedes-Benz Clase X, fruto de los acuerdos de la Alianza de la que forma parte la firma con su marca hermana Renault y con Mercedes.

Otro de los modelos fabricados por Nissan en Barcelona ha sido el Pulsar, que ha cesado su producción en 2018 tras un periplo de cuatro años, habiendo sido el único turismo producido en la Zona Franca por Nissan. Nacido para relevar al compacto Almera, era un modelo del segmento C, diseñado para Europa y fabricado en las instalaciones de la planta barcelonesa finalmente con una demanda por debajo de las expectativas.

Además de los turismos y todo terrenos, a lo largo de estas casi cuatro décadas de Nissan instalada fabrilmente en Barcelona, también se han realizado aquí muchos modelos de comerciales y furgonetas como la Nissan Vanette, la NV200, e-NV200 -primer vehículo comercial eléctrico fabricado íntegramente en España-, Nissan Primastar y Evalia- no sólo para la propia marca Nissan sino también para la Alianza con la Renault Trafic, o vía acuerdos con otras marcas, como la Opel Vivaro-.

Desde los inicios de Nissan en España el número de unidades producidas en Zona Franca por parte de la marca es de 3,7 millones de vehículos.

Fotos: Prensa Salón de Barcelona y Archivo Speratti

2 Comentarios

  1. Caramba, Recien caigo en la cuenta que los 124 de la foto del encabezado tienen las luces traseras que venian en aquella versiòn «Mirafiori» del 125 argentino…

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  2. Interesante información.

    Una duda, la Nissan Trade no fue producida allí también? Mi viejo laburaba con una que recuerdo que venía con las calcos Ebro

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