Un poco de arqueología en los garages porteños. Este de la calle Sarmiento 1148, entre Cerrito y Libertad, a metros del Obelisco, conserva un cartel que orienta a empleados y clientes en lo que se cobra por tamaño del vehículo. Se paga lo mismo si se estaciona una Fiat Multicarga, una IKA Estanciera o una Ford Ranchero… aunque probablemente lleven lustros sin recibir a alguno de estos modelos de la orgullosa Industria Nacional. Tampoco discriminan si un auto es chico, mediano, grande ni si huele a perfume importado…

Medio siglo después, con el cambio de hábitos de consumo, la escala muestra tres compartimentos estancos de precios, que interpretamos considera a los cada vez más escasos automóviles en el rango bajo y a las muy vendidas pick ups en el rango alto. En medio todo lo que pueda considerarse SUV, aunque en muchos casos la superficie que ocupan en ancho y largo equivalga a la del automóvil del cual derivan.

Fotos: Diego Speratti