La Bugatti Type 35B 1928 (s/n 4914) que ganó el primer Grand Prix de Mónaco, disputado en 1929, ha sido merecedora del Trofeo de Preservación de la Federation Internationale des Vehicules Anciens (FIVA) en el evento Chantilly Arts & Elegance 2016, el pasado domingo 4 de septiembre.
El premio de preservación FIVA reconoce a los vehículos que aun atesoran muchos de sus componentes originales, materiales y terminaciones, y como tales se consideran objetos culturales de importancia. Los premios otorgados en este 2016 son parte de las celebraciones por el «Año del Patrimonio Automovilístico Mundial» bajo el padrinazgo de UNESCO. El presidente de FIVA, el señor Patrick Rollet, entregó el premio junto a Khalil Karam, el embajador de la UNESCO en Líbano y Laurent Stefanini, embajador UNESCO en Francia.
Esta Bugatti 35B Grand Prix fue construida en Molsheim, Francia, en febrero de 1928, y fue conducida a la victoria por William Charles Frederick Grover-Williams en la competencia bautismal del Grand Prix de Monaco celebrada el 14 de abril de 1929. Durante las temporadas 1928 y 1929, grandes corredores como Louis Chiron, Robert Benoist o René Dreyfus también manejaron este auto y, entre todos, consiguieron subir en cuatro oportunidades al podio. Para el año 1931 el auto ya se había retirado de la competición y fue utilizado a partir de entonces como auto de calle. En 1954, s/n 4914 fue comprado en un remate por Edmond Escudier, quien conservó el auto hasta el 2005, año en que fue vendido a sus propietarios actuales.
Ubicada entre los autos de Grand Prix de su época mejor preservados, la Bugatti conserva su primera capa de pintura enterrada debajo de varias otras capas de aquellos colores con los que se lució en su etapa activa en los circuitos europeos. Chips de pintura fueron sujeto de un análisis sofisticado por parte de expertos de Glasurit para documentar cada una de esas capas de pintura, mientras la mayoría de los componentes del motor y el resto de la mecánica son las que originalmente fueron montadas en este automóvil. Por si fuera poco, las tiras de cuero del capot y los asientos se cree que son los originales, de la misma manera que lo son las características llantas de la Type 35.
El presidente de FIVA, Patrick Rollet, comentó acerca del premio y el auto premiado: «esta Bugatti Type 35B es un ejemplar excepcionalmente preservado que muestra hoy en día el trabajo artesanal de la fábrica de Molsheim en aquel tiempo. Estamos honrados por contar con la presencia de los embajadores de la UNESCO Khalil Kharam y Laurent Stefanini junto a nosotros para entregar el premio de preservación FIVA. Los que tienen que ser felicitados son también los propietarios del auto por el esfuerzo en preservarlo y por compartir este fantástico automóvil con el público en general.»
El jurado del premio de conservación FIVA en Chantilly Arts & Elegance 2016 comprendió al vicepresidente ejecutivo de FIVA Dr Mario Thiessen, al vicepresidente de FIVA y presidente de la HVA, Mark Gessler, y los embajadores de FIVA en el Medio Oriente y Sudamérica, Rony Karam y Alec Daly.
En lo que va del año, otro autos que recibieron el Premio FIVA fueron un Cord L29 en Amelia Island, un CD Peugeot en Le Mans Classic y un Thomas 1902 en Pebble Beach.
Fotos: Chantilly Arts & Elegance, FIVA
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El cubre radiador de alambre es idéntico al que dono Bitito Mieres al club, ex Varsi.
«Los que tienen que ser felicitados son también los propietarios del auto por el esfuerzo en preservarlo»…. yo agregaría: Y que no se tientan y se suben al carro de los restauradores de brissshhhhos y cromados de la Costa Oeste de EEUU.
Hermosa esa Bugatti.