Es el año 1972 y Aston Martin está experimentando uno de sus cambios sísmicos periódicos. Sir David Brown, el industrial talentoso que dirigió el negocio a través de algunos de sus momentos más memorables del siglo XX, ha vendido la empresa a un nuevo propietario, Company Developments Ltd, y se afianza el optimismo.
Se presenta el AM V8. Un automóvil que, si bien se lanzó al principio del mandato de Company Developments, estaba firmemente arraigado en el espíritu de ingeniería y diseño de la era de David Brown. Reemplazaba al DBS V8, que había defendido el uso del primer V8 de Aston Martin. El AM V8 fue esencialmente un ejercicio de estilo: reemplazó la nariz angular del DBS con una más curvilínea que, junto con algunos cambios de estilo sutiles en otros sectores, le dio al nuevo automóvil un aspecto mucho más musculoso. La clave de esa nueva nariz fue la incorporación de dos faros delanteros de yodo de cuarzo redondos de siete pulgadas y una malla negra calada en la entrada de aire.
El regreso de una pequeña burbuja denotando su poder sobre el capot; los flancos con curvas de botella de Coca-Cola; y el uso de insignias laterales de Aston Martin V8 completaron las revisiones de estilo externo. Que esta misma forma de William Towns, en esencia, fuese a representar el «aspecto» de Aston Martin durante casi dos décadas (los últimos autos inspirados en el estilo V8 de AM terminaron la producción en 1989) muestra no sólo la importancia de su estreno en 1972, sino también el atractivo de una silueta estilizada que es completamente inconfundible hoy en día como producto de la era Newport Pagnell de la marca.Esta primera propuesta del AM V8 con el motor de 5,3 litros, retuvo el sistema de inyección de combustible Bosch del DBS V8, y aunque las cifras de potencia y par no se citaban con frecuencia, se cree que estos autos alcanzaban hasta 320 HP, con alrededor 360 libras/pie de torsión. Combinado con una caja de cambios manual ZF de cinco velocidades, o con una transmisión automática Chrysler Torqueflite de 3 velocidades, contaba con el impulso suficiente para llevar este auto deportivo de principios de la década de los años 70 de la partida detenida a los 100 km/h en alrededor de seis segundos, con una velocidad máxima aproximada de 240 km/h.
Como sucedía a menudo en la historia de Aston Martin, las cifras de producción de estos primeros automóviles eran increíblemente pequeñas para los estándares actuales. Sólo 289 modelos AM V8 de esta iteración inicial se fabricaron entre abril de 1972 y julio de 1973. Fueron sucedidos por autos equipados con carburadores Weber menos complejos. Estos autos posteriores también se caracterizaban por sus tomas de aire más grandes.
A lo largo de los años, siguieron numerosas evoluciones del AM V8 (los autos conocidos como “Oscar India”, construidos a partir de 1978, con burbuja de capot ciega entre sus cambios. se encuentran entre los más difundidos), junto con la llegada de las versiones Volante en junio de 1978 para aquellos que buscaban los placeres de un descapotable. Sin embargo, lo que unía a los autos, además de su estilo, rendimiento y exclusividad, era su lujo. Las mejores pieles Connolly, las suntuosas alfombras Wilton y, desde la llegada de los “Oscar India”, el uso de molduras en raíz de nogal en el tablero, fueron algunas de las muchas características que encasillaron a estos autos como deportivos de lujo.La retrospectiva del AM V8 no estaría completa sin hacer referencia al Aston Martin V8 Vantage original. Fue anunciado en su presentación en 1977 como “el primer superdeportivo de Gran Bretaña”. Podía superar a una Ferrari Daytona en la aceleración 0-100 km/h y, si se lo llevaba al límite, era capaz de merodear los 275 km/h de velocidad máxima, gracias al uso de árboles de levas de alto rendimiento, una mayor relación de compresión y válvulas de admisión más grandes. Los carburadores se cambiaron por Weber 48 IDF, más grandes, que se instalaron en múltiples de admisión revisados. Los Vantage se aseguraban así 380 caballos. Sin embargo, en ese momento, y con verdadera modestia británica, Aston Martin describió la potencia de salida simplemente como «adecuada».
El chasis del V8 Vantage se endureció con amortiguadores Koni ajustables, resortes más cortos y una barra estabilizadora delantera más grande. Se adaptaron neumáticos Pirelli CN12 255/60 VR15, más anchos, junto con espaciadores para ensanchar las trochas.
Las modificaciones externas fueron claras y de naturaleza aerodinámica. Se distinguía fácilmente del AM V8 estándar por el deflector de aire delantero, las luces auxiliares Cibie H4 gemelas dentro de la parrilla tapada (el aire para refrigerar el radiador se canalizaba por debajo del paragolpes) y un alerón sobre la tapa del baúl. Todas estas adiciones aerodinámicas fueron esenciales para reducir la sustentación. Otra característica fue el uso de una protuberancia sellada en el capot de mayor volumen que daba cabida a los nuevos carburadores, de tiro descendente, y sus correspondientes filtros.El V8 Vantage evolucionó significativamente a lo largo de su reinado, que abarcó dos décadas distintas y concluyó recién en 1989 con las entregas finales del último automóvil «X-Pack» de 5,3 litros. Incluso llegó a proporcionar la base para una coupé V8 Vantage Zagato más corta, radical e híper rara. A lo largo de su período de construcción, la derivación Vantage siguió siendo la joya de la corona bruñida de Aston Martin.
Hacia el final de su vigencia, la coupé AM V8 y el correspondiente V8 Volante desempeñaron otro papel importante en la historia de Aston Martin al reunir a la marca con su «propietario» más famoso: James Bond. En la película de 1987 “The Living Daylights”, que presentaba a Timothy Dalton como 007, la productora EON tomó la decisión de devolver a Bond a su posición “natural” al volante de un Aston Martin usando un V8 Volante que, a través de la magia de las películas, es «preparado para el invierno», volviendo a convertirse en una coupé cerrada.
Repleto de artilugios que incluyen un cohete propulsor de motor a reacción, estabilizadores retráctiles para usar en la nieve y el hielo, y misiles gemelos buscadores de calor, la coupé ‘Oscar India’ que recibió los gadgets se ha convertido en una pieza de exhibición regular y, de hecho, la apariencia del automóvil es tan icónica que, en la película más reciente “Sin tiempo para morir”, James Bond (Daniel Craig) se ve una vez más al volante de su amado V8.Naturalmente, las coupés AM V8 también cuentan con una interesante historia en las carreras, en manos de propietarios privados que participaron en competencias en todo el Reino Unido y mucho más allá. Quizás el más famoso de estos guerreros de fin de semana fue el automóvil que llegó a ser conocido cariñosamente como “The Muncher” en virtud de su aparentemente insaciable apetito por los discos de freno. Es cierto que este automóvil se desarrolló a partir de un DBS V8, pero adquirió muy rápidamente la parte delantera revisada del AM V8 a medida que pasó por numerosos desarrollos aerodinámicos y de diseño. Este auto fue una creación del entusiasta de Aston Martin, agente de servicio y alguna vez distribuidor, Robin Hamilton.
El éxito temprano en las carreras impulsó a Hamilton a llevar al V8 a competir en las 24 Horas de Le Mans en un momento en que la marca en sí misma no estaba priorizando su actividad deportiva. RHAM/1, como se le llamó, logró un meritorio puesto 17º en la general en la edición de 1977 de la famosa carrera de 24 horas, antes de recibir nuevos desarrollos, incluida la adición de turbocompresores gemelos, que le sirvieron para alcanzar una escandalosa potencia máxima de 800 HP.
Reflexionando sobre el atractivo perdurable del AM V8 en todas sus formas durante casi dos décadas de producción, el presidente de Aston Martin Works, Paul Spires, comentó: “la década de los años 70 fue, en muchos sentidos, una época de prueba con inestabilidad social y económica. Sin embargo, a pesar de todo, creamos el AM V8 que, hoy en día, se considera con razón como una de las joyas de nuestra ilustre historia. Que tantos de estos deportivos sobrevivan y prosperen hoy en día es testimonio no sólo de su atractivo perdurable sino también de la legión de propietarios y propietarias, pasados y presentes, que se han esforzado tan duro como nosotros para mantener los autos en funcionamiento. Como todas las cosas de los años 70 parecen, una vez más, volver a estar de moda, es justo que, hoy, conmemoremos el 50º aniversario de uno de nuestros modelos más deseables”.
Fotos: Aston Martin Works
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