El Austro-Daimler ADS R y su apuesta en la Targa Florio

19/Oct/2022

Ferdinand Porsche conoció al conde Alexander Joseph von Kolowrat-Krakowsky en 1921. Aquel entusiasta de las carreras de autos, apodado ‘Sascha’, era uno de los socios de Austro-Daimler, la empresa en la que trabajaba Porsche en ese momento, que nació como filial de la Daimler alemana en 1899 para independizarse por completo una década después. Porsche y Kolowrat mantuvieron conversaciones para intentar hacer realidad una idea compartida: concebir un automóvil pequeño de gran volumen de producción y a un precio bajo. Porsche necesitaba la aprobación del Consejo Directivo de Austro-Daimler para desarrollar el auto, pero los ejecutivos se mostraron escépticos.

A pesar de todo, Ferdinand estaba convencido de que una repercusión positiva tras lograr éxitos deportivos les torcería el brazo a quienes no acompañaban inicialmente su idea. El magnate de la industria y productor de cine von Kolowrat-Krakowski financió el proyecto para construir un pequeño automóvil con motor de sólo 1.100 cc, y también una derivación de competición, el ADS R, que fue bautizado con su apodo, “Sascha”. El resultado fue un biplaza liviano, hecho a partir del modelo de cuatro asientos ideado para la producción, que pesaba sólo 598 kilogramos.

Su motor de cuatro cilindros en línea, refrigerado por agua, tenía dos árboles de levas a la cabeza y estaba colocado en una posición muy retrasada en el chasis. Esto colaboró para lograr una distribución de peso del 53% en la parte delantera y del 47% en la parte trasera, que con los dos tanques de combustible llenos y los dos ocupantes quedaba perfectamente equilibrado. El segundo asiento tipo baquet estaba reservado para el mecánico, lo que no era inusual en aquella época. Los repuestos y las herramientas iban en una caja de madera detrás de los asientos y las ruedas de auxilio se fijaron a ambos lados.Aunque Ferdinand Porsche abandonó Austro-Daimler por desacuerdos con la directiva, los 17 exitosos años que trabajó allí resultaron ser un trampolín y, a fines de abril de 1923, se unió a Daimler en Stuttgart. Mientras trabajaba en el proyecto del automóvil pequeño, conoció a los hombres que más tarde serían sus primeros empleados propios: Otto Zadnik y Karl Rabe. Previamente, éste último había sido nombrado su sucesor en Austro-Daimler.

Unos años más tarde, en 1931, junto con su yerno Anton Piëch y el ex piloto y empresario Adolf Rosenberger, Porsche fundó la oficina de ingeniería Dr. En g. hc F. Porsche GmbH, Konstruktionen und Beratung für Motoren und Fahrzeuge. Ferdinand continuaría manteniendo la costumbre de probar los vehículos en carreras antes de que entraran en la producción en serie. Y con el correr de las décadas, la compañía seguiría dando especial importancia a la Targa Florio, donde compitieron los Austro-Daimler ADS R.

Los cuatro prototipos del ADS R se terminaron poco antes de la edición de 1922 de la competencia siciliana. Ya sobre al tren que los transportaba se decidió pintar de rojo las carrocerías de aluminio de los Sascha, de manera que llamaran la atención y, de alguna manera, ahuyentaran la posibilidad de ser robados al atravesar Italia. Para ayudar a diferenciarlos desde la distancia, Kolowrat los adornó con los símbolos del juego de naipes. El bólido del propio conde fue decorado con corazones (#1), mientras que al de Alfred Neubauer, el piloto más exitoso y más tarde Director de Competición de Mercedes, le pusieron diamantes (#46). Fritz Kuhn condujo uno con picas (#3) y Lambert Pöcher con tréboles (#2). El conde Kolowrat no sólo financió y dirigió la operación, sino que también se puso al volante de uno de los vehículos, inscriptos en la categoría de hasta 1,1 litros de cilindrada. Más tarde, los cuatro pilotos de los Sascha definirían a la Targa Florio como una “carrera extraña por rutas endiabladas”. Los automóviles salían en intervalos de dos minutos, lo que significaba que los participantes nunca sabían contra quienes estaban compitiendo en tiempos.El objetivo era completar cuatro vueltas, de 108 kilómetros cada una, por la isla de Sicilia. Al final, después de 432 km, 6.000 curvas y pendientes de hasta el 12,5 %, el primer Austro-Daimler ADS R terminó en el puesto 19º de la clasificación general. “Muchos alardearon de grandes motores en la Targa Florio, pero el Sascha de 598 kilos era un modelo ágil con sus 50 caballos de potencia a 4.500 revoluciones”, comenta Achim Stejskal, Director de Museo y Patrimonio de Porsche. “Al final de la carrera, su velocidad media había sido sólo 8 km/h menor que la de los autos más rápidos, con motores cuatro o cinco veces más potentes”.

La prensa italiana elogió al veloz y resistente “mini bólido”, con una velocidad máxima de 144 km/h, como “la revelación de la Targa Florio”. Para difundir la noticia más allá de las fronteras de Italia, Ferdinand Porsche colocó grandes publicidades en los periódicos: “¡Austro-Daimler es el vencedor moral de la Targa Florio de 1922!”. Fue un anuncio rebatido sólo unos días después por Daimler, que colocó grandes anuncios propios. Después de todo, Daimler, con sus Mercedes de Grand Prix, se había llevado la victoria absoluta. Los miembros del Consejo de Dirección de Austro-Daimler AG, encabezados por Camillo Castiglioni, habían tomado nota, como esperaba Porsche, pero aún no estaban preparados para aprobar la producción en serie del ADS.Posteriores éxitos tampoco cambiaron su punto de vista. Tras el triunfo en su categoría en la Targa Florio, el ágil y eficiente Sascha logró otras 42 victorias en 52 carreras, a menudo con el joven Ferry Porsche observándolo todo. El Consejo rechazó definitivamente la propuesta, argumentando razones financieras, inflación y el hecho de que Austria era demasiado pequeña para ofrecer un mercado adecuado. Creían que había que centrarse en los modelos grandes de seis cilindros. Esa decisión y un conflicto con Castiglioni llevaron a Porsche a dejar Austro-Daimler y pasar a trabajar en Daimler en Stuttgart. En 1924, Ferdinand Porsche participó en la Targa Florio con los Mercedes. Ese mismo año recibió, el título de doctor honoris causa, que todavía figura en el nombre de la empresa en la actualidad.

Lo que su padre, Ferdinand Porsche, comenzó hace un siglo como empleado de Austro-Daimler, Ferry Porsche lo continuó con la fundación de una marca de automóviles que lleva el nombre de la familia. Y desde el principio, el fabricante de Stuttgart se convirtió en un competidor habitual en Sicilia. Con 11 victorias absolutas, Porsche ha sido la marca con más éxitos en la Targa Florio de todos los tiempos. En 1956, Umberto Maglioli fue el primero en ganar con un Porsche, concretamente un 550 A Spyder. La victoria de Maglioli evocó a su manera lo que el equipo dirigido por Ferdinand Porsche y el conde Kolowrat consiguió en 1922, hace ahora un siglo, con el Austro-Daimler ADS R: superar a competidores con motores de mayor cilindrada.

Fotos: Prensa Porsche y Biblioteca Nacional de FranciaVadeRetro recomienda las siguientes notas relacionadas:

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