Brújula apuntando al norte y ganas de conocer lugares que dejen sin aliento. Esa fue la consigna antes de arrancar hacia el NOA en plan de descanso y exploración.
Sin dudas uno de los puntos más exóticos del viaje, por lo alto y por lo recóndito y difícil de llegar fue Iruya, un olvidado (aunque no tanto) pueblo a orillas de un río que se encuentra a casi tres mil metros de altura. Llegar es una verdadera travesía desde la RN 9, en un camino de cuarenta kilómetros, temerario en ripio y precipicios en el que nunca se llega a poner tercera. Mirar hacia abajo desde lo alto de la serpenteada traza invita sin dudas al más cruel de los julepes.
La estadía fue de lo más amena y en el momento de dejar el lugar, después de digerir durante la larga noche de sueño el locro del comedor de Mary, a la entrada del pueblo, nos encontramos con dos ejemplares dignos de llenar nuestras páginas. Toro TSX en estado de plena disecación y bolita con alguna esperanza de resucitar.
Símbolos de una industria que se fue y pocas chances de retomar la empinada ruta que lleva de nuevo hacia el asfalto para estas dos glorias de años pasados. Disfruten del cielo azul y lo que queda debajo de él.
Alvaro @
Tremendo caminito el que te lleva a Iruya !!!…no te da respiro y después el auto hace bastantes ruiditos de carrocería…pero divisar al llegar la capillita con cúpula azul es toda una recompensa !!!…nos debés esa foto…
Don Richard @
Linda subida hasta 4.300 metros de altura antes de llegar, atravesar un río con piedra bola del tamaño de una Nº 5, y un camino muy divertido para manejar. Recomiendo ir con auto alquilado para no destrozar el propio. Lo hice en un Corsa 4 puertas hace 10 años, valió la pena. El lugar está perdido en la Precordillera, en un lugar con una paz difícil de igualar. Apto para el reposo y la meditación. No menos de una noche en la hostería colgada de la montaña. Ojo en Noviembre-Enero por las lluvias y los ríos crecidos.
a-tracción @
Alguien me dijo en Pepino que se ven ovnis por esa zona. Al rato me di cuenta que esa persona se había pedido un paty con alucinógenos.
Willy Garofalo @
El Bulon que le metieron para dejar el cinturón de seguridad “tipo bandolera” es de la más alta escuela de Cavernícolas!!
Lucasg @
¡El quinto Beatle!
Esa coupé Torino seguro que fue parte de los mulettos de “lasagna” de Ñurburgring, que la llevaron a Iruya para prepararla para pintarles la cara a todos en las 12 horas de Spa. ¿No?