La historia de Bugatti vuelve a casa

12/Nov/2022

Durante años, una extraordinaria colección de Bugatti sin restaurar se ha mantenido meticulosamente cuidada en una casa en Suiza, al mismo tiempo en que se ha profundizado en la investigación de la historia de cada uno de los ejemplares que la conforman. Ahora, esta colección construida durante décadas por Hans Matti, ha encontrado un nuevo custodio bajo supervisión de la propia marca, y el primer viaje de los autos en sus nuevas manos los acercó hasta el Château Saint Jean en Molsheim, el hogar de Bugatti Automobiles.

Tener estos autos “regresando a casa”, a tiro de piedra de donde fueron creados originalmente, es un comienzo apropiado para el último capítulo o el más reciente en la vida de estos autos. Hans Matti dedicó su vida a conformar esta colección, reuniendo fotografías originales, artículos de revistas, libros y comunicados de fábrica relacionados con ellos. No sólo había coleccionado las máquinas, sino que había investigado completamente sus historias. Como responsable del registro del Bugatti Club Suisse, es uno de los expertos más informados del mundo sobre las Bugatti de Grand Prix.Entre la extraordinaria colección se encuentra una Bugatti Type 51, un ejemplar considerado como uno de los más originales que existen, una Type 37A notablemente conservada, una Type 49 Faux Cabriolet de chasis corto con carrocería de Jean Bugatti, el único sobreviviente de este configuración en el mundo, una Type 35B y una Tipo 35A equipada con el único motor, caja de cambios y eje trasero de Type 36 que llegaron hasta nuestros días. Es una colección única de la que Hans Matti era comprensiblemente reacio a desprenderse. Las conversaciones para adquirir la colección se extendieron a lo largo de dos años y medio e incluso Caroline Bugatti, nieta de Ettore Bugatti, se involucró en las negociaciones.

Volviendo a la Type 51, máquina de Grand Prix de fábrica, nunca se ha restaurado ni repintado, y lleva las marcas de nueve décadas de automovilismo y disfrute. El trabajo artesanal del plantel de Ettore Bugatti está allí a la vista y cada capítulo de su vida lo lleva con orgullo.Por su parte ,la Type 49 fue un auto personal del propio Jean Bugatti, y conserva las iniciales “JB” en las puertas. En nuestros días es extremadamente raro tener una Type 49 con una carrocería diseñada y construida por Bugatti en fábrica, como es este ejemplo, y ningún otra Type 49 en existencia se benefició de la exclusiva carrocería Faux Cabriolet. Más increíble aún, tanto la Type 51 como esta Type 49 llegaron a compartir el viaje en la empresa que los transportó durante su entrega a sus respectivos primeros clientes. Reunirlos es el cierre de un círculo que comenzó en la década de los años 30 prácticamente en el mismo sitio donde los vemos ahora fotografiados.

La Type 51 de la colección comenzó su vida como uno de los últimos Type 35B que se construyeron, un auto de carrera del equipo oficial, conducido en la época por Louis Chiron. Mientras Bugatti buscaba evolucionar al Tipo 35, reconocido como el auto de carreras más exitoso de todos los tiempos, desarrolló un nuevo motor de doble árbol de levas y un nuevo automóvil que lo llevaría: la Type 51. Este nuevo tren motriz se adaptó a este automóvil, momento en el que se convirtió en uno de los primeros Type 51, equipado con el motor número 1 y pilotado también por Achille Varzi y otros héroes contemporáneos de las carreras. Con apariciones en los Grand Prix de Mónaco, Monza, o en la Targa Florio, este automóvil tiene un pedigrí increíble en el automovilismo del más alto nivel.En aquella época, uno de los circuitos más destacados era el de Montlhéry, en Francia, conocido por sus peraltes de alta velocidad pero también por su superficie extraordinariamente accidentada. El enfoque de ingeniería llevó a Bugatti a desarrollar un nuevo modelo para competir allí: la Type 36. Se construyeron dos variantes con eje trasero rígido, el último ejemplar con compresor, convirtiéndose en lo que muchos creen que es el primer Bugatti sobrealimentado. Pero su historia en las carreras fue de corta duración y los dos únicos autos Tipo 36 construidos fueron destruidos. Todo lo que quedó fue el motor, la caja de cambios y el eje trasero de uno de ellos, que ahora residen dentro de la Tipo 35A que hace parte de esta colección. Una vez más, es otra pieza única de la historia de Bugatti.

Completando el grupo de cinco Bugatti queda la Type 37A, una de un largo linaje de autos Bugatti sobrealimentados que podría decirse que comenzó con la Type 36. Se conserva también en su estado original con “matching numbers”: su historia se ha rastreado meticulosamente hasta su primer propietario en 1929 y continúa corriendo hasta el día de hoy. La Type 37 era un bólido muy competitivo en la clase “Voiturette”, pero con la adición de un compresor, se convirtió en la Type 37A, y su potente motor de cuatro cilindros se volvió capaz de propulsar el automóvil a más de 190 km/h. Sólo 76 ejemplares fueron equipados con compresor por Bugatti, y llegaron a correr en Le Mans, la Mille Miglia, la Targa Florio y más.Esta colección única de autos ahora se embarca en su “tercera era”; la primera fue cuando se vendieron nuevos y pasaron por sus primeros propietarios; la segunda, bajo el meticuloso cuidado de Hans Matti. Ahora, se mantendrán en su estado original, sin restaurar, preservados como los artefactos importantes de la historia de Bugatti que representan. Y mientras se reunían en el Château Saint Jean, un lugar comprado por Ettore Bugatti para entretener a sus clientes, y que sigue siendo una parte central de la leyenda de Bugatti, se sentía como si los autos nunca se hubieran ido. La historia abraza al Château, rebosante de casi un siglo de tradición Bugatti.

Fotos: Prensa Bugatti

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