La «London-Brighton» es un evento único, famoso por variados motivos: cada año, moviliza a miles de entusiastas al costado del camino por su historia única y todos los atractivos que llevan a ciudadanos de todas partes del mundo a participar en ella. También sirve para homenajear a todos aquellos ingenieros que fueron pioneros en aplicar ingeniosas tecnologías que marcaron su época, en los albores del transporte sin tracción a sangre.
Más aún, la prueba más longeva del mundo todavía en disputa inspira a un gran número de museos no sólo a exhibir sus más extraordinarios autos veteranos, sino también a mantenerlos en perfecto orden de marcha y de esa manera estar siempre disponibles para la procesión anual desde la capital inglesa hasta la costa, sobre el Canal de la Mancha.
«Es un espectáculo único y nos permite darle vida a notables integrantes de nuestra colección», se entusiasma Stephen Laing, curador del British Motor Industry Heritage Trust. «Necesitamos eventos como éste para hacer que los autos funcionen y nos provee con una gran oportunidad de mostrar nuestro patrimonio rodante frente al público».
Ahora, exhibidos en el recientemente renovado British Motor Museum en Gaydon, la renombrada colección del Trust aporta una mirada nueva sobre la más grande colección de vehículos históricos de origen británico -en el más reciente inventario se contaron más de 300 automóviles entre clásicos, vintage y también veteranos-. Alrededor de ocho de estas máquinas fueron construidas con anterioridad a 1905 y por lo tanto reúnen las condiciones para unirse al Veteran Car Run, y seis de ellos son inscriptos regularmente, en algunas ocasiones cediéndoles a personajes populares el mando de ellos.
Damon Hill y el periodista Charley Boorman manejaron el excepcional Rover 8 HP de 1904 (el más antiguo sobreviviente a nivel mundial de la marca) del museo en la edición del año pasado, mientras que la leyenda olímpica del remo, Sir Steve Redgrave, se montó sobre un Thornycroft 20 HP Tonneau de 1904, un auto que previamente había utilizado el presentador Terry Wogan.
Unos años atrás, el National Motor Museum de Beaulieu concretó algo similar al proveer de un De Dion-Bouton dos plazas de 1904 al presentador de TV Paul Hollywood, mientras que el renombrado Museo Louwman de Holanda siempre acompaña al evento inscribiendo a «Genevieve», el popular Darracq que protagonizó la película que llevó ese nombre, estrenada en el año 1953.
El Museo Haynes, ubicado en Sparkford, Somerset, es otro de los habitúes del Veteran Car Run. Creado alrededor de la increíble colección ensamblada por el amante de la mecánica y editor de los manuales de automóviles John Haynes OBE, el museo funciona con fines benéficos con el ethos que tanto los automóviles como las motocicletas fueron construidos para ser usados.
«Los sentidos solamente se movilizan genuinamente cuando los puedes ver, oír y, a veces, oler… y siempre presumimos nuestro orgullo por el trabajo que realizamos en el taller de mantenimiento y restauración para preservar nuestra colección. El leit-motiv de nuestro museo es que los autos y las motos deben estar vivos, son máquinas que respiran», declaró su Comisario, Chris Scudds.
No puede sorprender a nadie, entonces, que el Darracq Type L de 1903 sea un participante habitual en la caravana. Fue utilizado por los presentadores de TV Edd China y Mike Brewer allá por 2013, y más recientemente por el director del museo, Chris Haynes.
El año pasado estaba previsto que participara, pero como puede suceder tratándose de un vehículo que superó el siglo de vida, no consiguió presentarse en la largada. La revancha para hombres y máquina será el próximo 4 de noviembre, la memorable jornada en la que sus propietarios esperan tener un recorrido libre de problemas hasta Madeira Drive, el punto final de la prueba en las playas de Brighton.
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