En cada edición, la exposición de autos clásicos Retromobile viene acompañada de remates con grandes tesoros, a descubrir cuando nos ponemos a indagar en los lotes de cada uno de las subastas. En la semana que pasó fueron al menos tres las propuestas que llamaron la atención: la venta de RM Sotheby’s en Place Vauban; la de Bonhams en el Grand Palais; y la de Artcurial en el propio Porte de Versailles, el espacio de exposiciones donde se monta Retromobile.
En la primera de ellas, la estrella del remate era un Jaguar D-Type (chasis XKD 520) con un precio estimado entre 5.4 y 5.9 millones de euros que finalmente no consiguió comprador. Mientras tanto, el precio más alto lo alcanzó un BMW 507 que cambió de manos por 1.996.250 euros impuestos incluidos.
Y así llegamos al lote 122 del remate celebrado bajo carpas instaladas en Place Vauban, en el 7th arrondissement parisino, a metros de la tumba de Napoleón y del Hôtel des Invalides. Ese lote correspondía a un Delahaye 135M que era presentado de esta forma en el catálogo oficial:
«Según el especialista de la marca Jean-Paul Tissot, el chasis 800308 fue producido por Delahaye temprano en el año 1946 y una vez montado con sus elementos mecánicos fue enviado a Figoni y Falaschi, donde se convertiría en el sexto chasis en recibir una nueva carrocería luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial. Una vez terminada su carrocería cabriolet, el auto fue vendido en el mes de junio al señor Timsitt, quien se encontraba trabajando en la Embajada de Francia en Argentina. Su flamante Delahaye fue inmediatamente embarcado hacia allí y una vez en Buenos Aires recibió la patente C327271».
La reseña de RM Sotheby’s continúa describiendo sus primeras décadas de vida en Argentina: «a fines de los años sesenta el auto fue vendido a Fernando Renato Seguin, y fue por aquel tiempo que el automóvil fue modificado con una nueva parrilla y paragolpes, en tanto sus tapas de rueda fueron suprimidas, exhibiendo ruedas de rayos. El auto permaneció en Buenos Aires pero con una nueva identificación en su patente: C526605. Existe una fotografía del auto en Buenos Aires, con el señor Seguin detrás del volante en el casamiento de su hija en 1968».
Sobre finales de la década de los años 60 y comienzos de los 70 el auto se visibilizaría entre los entusiastas locales por el surgimiento de los clubes de autos y eventos como el Salón del Automóvil Clásico, organizados en La Rural de Palermo.
Tal como lo reseña Guillermo Sánchez en su investigación para el libro de los 50 años del Club de Automóviles Clásicos: «El Delahaye 135 fue presentado en 1935 y resultó muy atractivo para los carroceros franceses, que por entonces vivían su período de mayor virtuosismo. Cada uno de ellos tuvo su propio estilo y en cada unidad demostraron su creatividad, ofreciendo variantes que las hicieron únicas. Precisamente la pieza más destacada de la colección de «Chuck» Seguin (con varios autos pequeños como un Austin Seven, un Metz y un Wanderer), era uno de estos ejemplares, un bonito Delahaye 135M Cabriolet Figoni et Falaschi, que estuvo presente en los salones de 1969 y 1971″.
Lo que sucedió luego lo cuentan en primera persona dos grandes coleccionistas y restauradores de la época: Roberto Macnie (fallecido el año pasado) y Rodolfo Iriarte. Macnie recuerda que «Por alguna desconocida razón, un día -Seguin- decidió desmantelarlo para volver a restaurarlo y no se lo volvió a ver. Además de éste, Chuck tenía el chasis de otro 135 -muy corto, tal vez un Coupé des Alpes- que había sido destruido».
Iriarte, por entonces propietario de un 135 y a partir de entonces vinculado afectivamente con la marca agrega: «el primer Delahaye que recuerdo andaba por la zona de la Plaza Libertad de Buenos Aires. Tenía una aleta en su cola y era de un tal Sidi, quien después regresó a Francia. A Chuck y a sus autos los conocí antes de entrar al CAC; era de una familia muy rica así como su esposa, una Bardín. Fue en su Delahaye donde vi una caja Cotal por primera vez en mi vida. Estuvo unos 40 años para restaurarlo y cuando terminó, volvió a empezar. Rehizo la carrocería varias veces, Galizio y Límido estuvieron involucrados en estas tareas. Una vez supo que los fabricantes originales de las manijas de las puertas estaban vivos y viajó a Francia para sacarlos del retiro y contratarlos».
Leyendas como esas se cuentan varias de la vida de Seguin. Una vez pidió presupuesto para construir una muralla de piedra alrededor de su casa en las Lomas de San Isidro y, disconforme con el monto, fue y compró directamente una cantera. También decidió hacer gran parte del piso de su casona en madera y viajó personalmente a la India para elegir la teca y comprarla.
Desde su cueva infestada de Hispano-Suiza en Cataluña, Horacio García lo recuerda así: «Seguin era un comprador compulsivo e inteligente. Durante un tiempo, largo, junto con Lory Barra, hicieron un rastreo sistemático de los talleres desde el Delta hasta algo más arriba, «levantando» según sus palabras «todo tipo de bijouterie» Solex, Bosch, Weber, Maserati, etceterini, etceterini…».
Volviendo al Delahaye 135 Cabriolet Figoni & Falaschi (no confundir con otro Delahaye «criollo», el 135MS carrozado por Chapron) la investigación de la casa subastadora relata la sobrevivencia en los años más recientes: «aún en Argentina, el Delahaye chasis 800308 fue parcialmente restaurado en los primeros años de la década de los años noventa, pero desafortunadamente el trabajo nunca fue completado. En julio de 2003 fue comprado allí por el Señor Dayez quien lo regresó a su Francia nativa, en donde fue restaurado a su gloria actual. Dominique Tessier de Chambray Les Tours, reconocido por sus labores de restauración sobre Delahaye, fue encargado de devolver al auto una condición de concurso, y este ejemplar fue exhibido en varios certámenes de elegancia en Francia luego de culminar las tareas de recuperación. Incluso, antes de la muerte del Señor Dayez, se presentó en el Concorso d’Eleganza de Villa d’Este».
Las fotos blanco y negro que ilustran este posteo fueron tomadas en el mencionado Salón del Automóvil Clásico de La Rural en su edición 1969. Las imágenes a color son las que acompañaron el catálogo del reciente remate de RM Sotheby’s en la semana de Retromobile. Por el lote 122 se pagaron finalmente 376.250 euros impuestos incluidos.
Fotos: Archivo Speratti y Prensa RM Sotheby’s
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¡¡¡¡EXQUISITEZ!!!!! EN NUESTRO PAISITO TAMBIEN HUBO UN DELAHAYE CARROZADO POR FIGONI&FALASCHI, Y CREO (¡ESTOY SEGURO!) QUE SU COMPRADOR FUE UN HERMANO ARGENTINO; PERTENECIÓ A UNA FAMILIA TERRATENIENTE, DEL DPTO. DE SORIANO (CREO); ERA MUY PARECIDO A ESE, SERÍA MUY INTERESANTE CONOCER SU PARADERO……..
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Esta en este momento en el mismo restaurador Dominique Tessier ,en Francia
Excelente y nostálgica nota !!!