La tradición marca que en cada edición del salón Rètromobile, Renault es uno de los fabricantes de automóviles que reserva su espacio en el Parque de Exposiciones de Porte de Versailles, en París.
Este año el stand de la empresa que juega de local en la “Ciudad Luz”, está recibiendo visitas desde el día 31 de enero en que inauguró la muestra, y lo seguirá haciendo hasta el próximo domingo 4 de febrero, bajo el paraguas de los festejos por los 125 años de vida de la marca del rombo.
En esta oportunidad Renault decidió exponer en su espacio del hall 1 varios modelos orientados a las pruebas competitivas de récords de velocidad, de una u otra forma relacionados con su epopeya aeronáutica. A la vez, en otro sector de su exhibición hay una suerte de homenaje al auto popular, en diálogo con el tiempo que le toca vivir.
El centro de la escena lo ocupa la réplica del avión Caudron-Renault Rafale C.460, nacido del acuerdo que suscribieron el emprendimiento aeronáutico Caudron con Louis Renault en la década de los años 30.
En esa época, Renault se convirtió en el primer fabricante automotriz en estudiar y producir motores ligeros para la industria aeronáutica. Subido a la cresta de la ola de los avances en los estudios de la aerodinámica, Louis Renault le había encargado a Marcel Riffard, ingeniero aeronáutico y diseñador automotriz, creador del Caudron-Renault Rafale, la concepción de diversos modelos de autos de récord para la marca. Riffard, quién había nacido en Argentina en 1886, es considerado el “Padre de la Aviación Moderna” y durante su extensa trayectoria, además de los aviones y los autos de récords para Renault y Panhard, también fue autor de algunas bicicletas aerodinámicas para conseguir marcas de velocidad.
Para celebrar esta historia, Renault reúne en Rétromobile a cinco modelos inspirados en esta búsqueda de la excelencia tecnológica al servicio de las prestaciones. El primero de ellos es el Renault Tipo NM 40 CV de 1926 con carrocería monoplaza y movido por un enorme motor de 9 litros de capacidad cúbica; el Renault Nervasport de 1934 es una réplica del que consiguió batir nueve récords internacionales y tres récords del mundo de velocidad; el Renault-Riffard Tank de 1956 con su carrocería en forma del perfil del ala de un avión movido por la pequeña mecánica del 4CV; el Renault Etoile Filante del mismo año, un vehículo experimental propulsado por una turbina de 270 caballos; el Renault Dauphine “Speed Week” realizado en 2016 para llevarlo a las salinas de Bonneville, en EE.UU., de modo de celebrar los 60 años de los récords conseguidos allí por el Etoile Filante y conseguir otras marcas de velocidad en manos de Nicolas Prost.
Los memoriosos recordarán que tanto el Dauphine “Speed Week” como la réplica del Etoile Filante estuvieron unos años atrás en exhibición en el stand que montó Renault en la exposición Autoclásica de San Isidro, en Buenos Aires.
En vísperas de la presentación del nuevo Renault 5 E-Tech eléctrico, que sucederá el próximo 26 de febrero cuando se inaugure el Salón del Automóvil de Ginebra, en el stand se presentan tres maquetas en resina de la silueta del Renault 5 Prototype, anticipando también las opciones de colores disponibles para la reencarnación moderna y eléctrica del emblemático modelo nacido en el año 1972, siempre vinculado a la cultura Pop por sus formas y sus colores.
Fotos: Prensa Renault
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