No fueron tres como contemplaba la idea inicial, sino uno solo: el “JK 2500” fue un proyecto iniciado en 1951 y trataba de un automóvil deportivo que diera prestigio a la ya célebre casa nacida y crecida en la entonces llamada Checoslovaquia.
El JK debe su nombre a la iniciales del diseñador de la casa Julius Kubinski, quien como podemos apreciar, su trabajo lo sabía hacer y por cierto muy bien. En principio pensaron en montar una mecánica Alfa Romeo 2500 de seis cucuruchos en fila, pero luego se decantaron por el V8 refrigerado por aire de la casa que equipaba al modelo 603, de igual cilindrada al motor milanés.
El prototipo vio la luz recién en el año 1955 ya que le prohibieron a Kubinski y su equipo trabajar en el proyecto. Se quedaron después de hora durante mucho tiempo para terminarlo y recién cuatro años después de comenzar lograron ponerlo a rodar.
El auto nunca fue tomado en cuenta por la dirigencia ya que ideológicamente iba totalmente a contrapelo de las nuevas ideas en boga detrás de la cortina de hierro. Tatra se dedicaría a hacer autos oficiales para los altos rangos del partido y que puedan desempeñarse en comodidad en sus cargos, pero nada de andar divirtiéndose y quemar goma por ahí con un deportivo calzado de un V8 de casi doscientos caballos y menos de mil kilos. Eso jamás…
El triste final del JK 2500 termina con la venta por parte de Julius Kubinski luego de trece años de uso como auto personal. El muchacho se dio el gran gusto de construir un auto propio (sin saberlo en ese momento) y lo usó como tal hasta que un buen día se cansó.
Una pena que este ejemplar se haya perdido y que una marca de tanto prestigio como Tatra no se hubiera decidido a fabricar un auto que por línea y prestaciones poco tenía que envidiar a sus coetáneos de Europa occidental.
- Citroën Camargue - 05/04/2020
- Buon compleanno maestro! - 26/09/2018
- Don Alberto - 21/09/2018