Un poco de amor francés

27/Nov/2009

que trompita !!!!

Al ver esta nota, el lector se preguntará: con la excusa de que esto es un espacio de autos clásicos, a cualquier porquería que encuentran tirada en la calle, le sacan una foto y listo…

En parte es así, pero en definitiva, respetamos los autos que nos generan gratos recuerdos, como este Talbot Tagora del que paso a contar la historia: de niño y haciendo mis primeras armas en el dibujo de autos, intentaba copiar lo que veía en la calle, y no siempre lo lograba, ya que me era muy difícil diseñar las curvas. Cuando llegó la presentación del Talbot Tagora, allá por 1980, todos mis problemas tuvieron una rápida solución: ¡podía dibujarlo usando una regla, ya que no había en él ninguna curva!

Siempre me gustó su rara silueta, y su frente con muchas luces y poca parrilla, sus formas cuadradas y sus ruedas traseras bien metidas en la carrocería (luego me enteré que era el tren trasero del Peugeot 505 adaptado a la fuerza y a último momento, por eso la trocha era tan angosta). Su interior, que pese a tener una pésima calidad de construcción, tenía esa sensación de espacio tan típica de los autos franceses de la época, con superficies vacías, (o negativas para ser más técnico), que daban una inconfundible amplitud, en neto contraste con los invasivos interiores alemanes.planche de bord

Llegaron a Argentina unas seis unidades, a fines de 1981, traídas por Pedro y Aldo Memi, ex concesionaria BMW en la calle Thames al 2300, en Capital, sede hoy de una torre de cuarenta pisos. Como vecino del lugar, a mis diez años, no perdía ocasión en ir a ver mi auto favorito, y corroborar todos los datos técnicos que había leído en revistas. Los Tagora, decoraron la vitrina del lugar junto a varios BMW Serie 5 restyling que se fueron muy rápido, dejando a los adorables cajones franceses como guardianes del lugar por muchos meses, lo que me hizo pensar que quizás no fuera una gran idea importarlos.

faros maserati biturbo

Casi treinta años después, una noche volviendo del río con Speratti y una amiga, pegué un grito que dinamitó el silencio de Vicente López: un Tagora!!! Nuestra amiga nunca entendió lo que hacíamos, venerando esa suerte de urna con ruedas semiabandonada en la vía pública, un objeto que por sus formas no inspiraba absolutamente nada. Días después, Speratti lo retrató, no sin antes aguantar el mal humor del guardían de la casilla de la cuadra, a quién se le sumó el dueño del auto, con el que finalmente logró establecer un diálogo más amistoso.

Ratificó los datos que le había dado en cuanto a importación, y contó que el auto está en la familia desde cero kilómetro. El estado es muy bueno, con el lógico desgaste sufrido por el tiempo, al que hay que agregarle la contra de las tasas compradas en algún kiosko de Warnes.

tagora_frente

Para rematar, una breve reseña histórica del auto indica que estuvo menos de cuatro años en producción, entre 1980 y 1983, y que se ensamblaron solamente 19.730 autos, siendo las previsiones vender no menos de 50.000 por año, lo que nos da la pauta de la magnitud del fiasco comercial que representó.

En realidad el proyecto lo inició Chrysler, y al vender su filial europea en 1978, pasa a manos del grupo PSA, que le da forma definitiva y decide ponerlo en producción a pesar de que en ese segmento ya tenía al Peugeot 604 y al Citroën CX como participantes. El Tagora nunca logró posicionarse por imagen, diseño y calidad entre los tope de gama franceses, y el público le dio la espalda sin contemplaciones.

tagora_34_cola1

Últimas entradas de H. Charalambop... (ver todo)

MÁS ARTÍCULOS…

suscribite a nuestro newsletter

Adsense

ENCUESTA DEL MES

ENCUESTA DEL MES

¿Qué opinás del Restomod?

Adsense

Adsense