Grand Prix de l’Age d’Or 2017: el resumen

20/Jun/2017

La edición número 53 del Grand Prix de l’Age d’Or, que tuvo lugar el segundo fin de semana de junio en el circuito de Dijon-Prenois, completó las expectativas de todos, comenzando por el clima perfecto que ayudó a la convocatoria de una gran cantidad de espectadores. En este 2017 fueron 15.000 las personas que presenciaron el evento, continuando el progresivo aumento de público, una recompensa en todos los sentidos para los organizadores, la empresa francesa Peter Auto, con sus mejoras constantes realizadas a este show desde el año 2014 en que lo llevan adelante.

El Grand Prix de l’Age d’Or, es el evento más antiguo de su tipo celebrado en Europa, con sus competencias de velocidad históricas en un programa lleno de emociones al confluir diez categorías diferentes en pista y celebrarse 16 carreras en total que honran la historia del automovilismo, desde los monopostos de la inmediata posguerra a los autos del Grupo C de los años ochenta, que dejaron su huella en la historia de las 24 Horas de Le Mans, así como los GT, con una parrilla de casi 60 autos en la categoría «Sixties Endurance», autos de turismo, Fórmula 2 y Fórmula Junior. En torno a 300 bólidos compitieron en las carreras de Dijon-Prenois.

Si tenemos que hablar de los autos participantes, podemos empezar por destacar el Howmet TX 1968 de Xavier Minchon. Fue el primer auto con propulsión por turbina que ganó una carrera y el primero en llevar el nombre de un sponsor, en este caso el fabricante de turbinas de la industria aerospacial; sólo dos ejemplares de este sport prototipo americano fueron construidos. La grilla 1 de la Historic Grand Prix Cars Association fue también un imán para los entusiastas ya que allí compitieron cuatro Maserati 250F, el auto en el que Juan Manuel Fangio obtuvo su quinto título en 1957. Otro diamante que brilló en esa grilla fue la Ferrari 246, bautizada Dino, en homenaje al creador de su motor, Alfredo Dino Ferrari, el hijo de «Il Commendatore», quien murió en 1956. Fue el primer Fórmula 1 en utilizar este tipo de motor -y ganar con el- y ayudó al piloto inglés Mike Hawthorn a obtener el Campeonato Mundial de Fórmula 1 de 1958. La lista de autos excepcionales que participaron del Grand Prix de l’Age d’Or sería muy larga de enumerar aquí, y sólo le bastó a los espectadores darse una vuelta por los boxes abiertos para tener una idea de la cantidad y calidad de máquinas participantes.

En la lista de pilotos había un nombre que nadie podía desconocer, y por buenas razones, ya que es uno de los que quedará por siempre asociado a la historia del circuito de Dijon-Prenois: René Arnoux. Fue invitado a conducir un Shelby Cobra 289 y un BMW M1 y recordó el inolvidable duelo con Gilles Villeneuve durante el Gran Premio de Francia de 1979: «fue un momento de esos que se escriben con tinta roja en mi carrera como piloto, frente a Gilles, quien era mi mejor amigo. Estoy realmente feliz de hacer parte de un evento como éste, y encontrarme con gente tan apasionada que devuelve a la vida estos viejos autos de carrera, con olor a aceite, a pastillas de frenos y tan complejos de manejar. Eso lo experimenté con el Shelby Cobra, mientras que el BMW M1, de concepción mucho más moderna, es más fácil de llevar. Recuerdo este auto de cuando participaba en el Campeonato Procar, que era un aperitivo de las carreras de F1 disputadas en Europa. En aquel momento no pude competir porque tenía un contrato de exclusividad con el equipo Renault de F1. Pero recuerdo que las carreras eran muy disputadas y los pilotos adoraban estos autos. Si un encuentro como el Grand Prix de l’Age d’Or tiene en cada edición mayor convocatoria se debe en gran parte al hecho que las carreras actuales, en particular la F1, se volvieron muy encriptadas, y el público es poco lo que puede ver. Aquí el paddock está abierto y el público se siente como en casa entre los autos y sus pilotos. Eso es lo que alimenta la pasión».

En la edición de este año del Grand Prix de l’Age d’Or no sólo hubo autos clásicos. También dentro del programa se pudieron disfrutar algunas joyas de la historia de la aviación, que hicieron más bellos los cielos de los alrededores del circuito, en la tarde del sábado. La estrella del show aéreo fue un Spitfire del año 1945, impulsado por un motor Rolls-Royce con más de 2.000 caballos disponibles. Éste fue un exitoso avión caza utilizado por la Royal Air Force durante la Batalla de Inglaterra y ayudó a los aliados a ganar la Segunda Guerra Mundial. También voló un Sea Fury de 1949 con la decoración de la Royal Australian Navy, que combatió durante la Guerra de Corea en particular. Y por último, un Laird LC-RW300 Speedwing, un biplano biplaza de 1929, el único sobreviviente de 5 ejemplares construidos por Laird Aircraft en Estados Unidos.

Los clubes de marca, otros actores esenciales del Grand Prix de l’Age d’Or. asistieron al evento en mayor número y pudieron disfrutar las actividades en pista reservadas para ellos, lo mismo que el público que disponía de variadas atracciones aparte de las competencias en pista. Mientras ya comenzó la preparación de la edición número 54 del Grand Prix de l’Age d’Or a celebrarse en 2018, el próximo evento en el calendario de Peter Auto tendrá lugar entre los próximos 30 de junio y 2 de julio en el Autódromo de Monza, otro circuito lleno de historia, e ideal para recibir más carreras históricas.

Fotos: Prensa Peter Auto