La «Monterey Week» de California, con su insuperable oferta de eventos relacionados con los autos y el automovilismo histórico ya está en pleno desarrollo. Más allá del Pebble Beach Concours (este domingo 20), el Tour d′Elegance (hoy jueves), las carreras de Laguna Seca (jueves a domingo) y otras exhibiciones como el Concorso Italiano, The Quail o RetroAuto (entre muchas más), otro punto que concentra la atención de entusiastas, coleccionistas y metiches son los numerosos remates que se desarrollan en esta exclusiva zona frente al Océano Pacífico, y que arrancan el día jueves y terminan el sábado a altas horas. Algunos de ellos pueden, incluso, seguirse vía streaming.
Mañana, jueves 17 de septiembre, saldrán a remate los primeros lotes ofrecidos por la firma Mecum, por Russo & Steele y en The Pacific Grove Auction. El viernes 18 de septiembre será el turno de la segunda jornada de subastas para Mecum y Russo & Steele, la primera de Gooding & Co y RM Sotheby′s y la única de Bonhams en Quail Lodge. El sábado, tercer acto para Mecum y para Russo & Steele y segunda salida para los martilleros de Gooding & Co y RM Sotheby′s.
Un Porsche 917 K (Gooding & Co, estimado 13 a 16 millones de dólares), una Ferrari 275 GTB/C 1966 (Gooding & Co, estimado 12 a 16 millones), y una 250 GT SWB 1961 (RM Sotheby′s, 8,5 a 10 millones) son, a priori, los que pueden ganarse los titulares de la prensa si se trata de impactar por los precios más altos pagados durante estos días.
Esta fiebre subastadora, sin embargo, no hace olas en las costas de Colonia del Sacramento, donde esta semana apenas habrá un remate, el del próximo sábado, organizado por la firma Napoleón Gardiol e Hijos, en su nueva sede en la ex planta de la Coca-Cola (la de la anécdota de El Eructo). Divertido, auténtico, entre mesas para timba ex casino, vajilla, antigüedades y muebles estará el variopinto ensamble de lo verídico y lo inverosímil que caracterizan a cualquier remate local. Se nos ocurre que lotes como la máquina de escribir Mercedes Model 5 de fines de los años veinte/principios de los treinta, de extremista precisión germana, el rústico camioncito ganadero de lata o la parte frontal amputada de un Kaiser Manhattan 1953, con el styling inmediatamente anterior al del Kaiser Carabela, pueden llegar a ser de interés de los lectores de vadeRetro. Hagan sus ofertas…
Increíble. Todo lo que lleve el sello de Mercedes Benz -aunque sea ese estrafalario mecanógrafo- tiene un aire se superioridad perfección y excelencia, a primer golpe de vista.
Esa trompa de Kaiser, paga dos centavos de dolar que estuvo arriba de la puerta de acceso a alguna plichería o adentro de algún resto bar.
¿Nadie se acuerda de una avioneta amarilla que estaba arriba de una gomería en la avda. Calchaquí no muy lejos del Cruce Varela, mano yendo a La Plata? Hace mil años, claro….