Un auto clásico en las inmediaciones de la iglesia del barrio histórico de Colonia del Sacramento ya es un «trending topic» local. Después del Nash Ambassador 1940, el Buick Special 1937, el Hudson Eight 1931 y el Daimler Six, ahora cazamos a este Porsche 911 (964) RS America, raro modelo de una de las generaciones más deseadas del mítico deportivo de la marca de Stuttgart.
El domingo anduvieron gambeteando el empedrado un grupo grande de Porsche patentados en Argentina, entre ellos este 911 y otros 8 ejemplares más modernos, más algún Boxter y alguna Cayenne, seguramente pertenecientes al Club Porsche y en plan de paseo compartido por tierras orientales.
El 964 se vendió entre los años 1989 y 1994 y reemplazó al Carrera 3.2. Porsche aseguraba que era un auto 85% nuevo, incluyendo el flamante motor M64, las suspensiones renovadas, el sistema de transmisión tanto en el Carrera 2 como en el Carrera 4, el primer tracción integral en el catálogo 911, la dirección asistida, los frenos ABS y tantos otros desarrollos que actualizaban la propuesta técnica de este mítico deportivo. En cuanto a la estética era una evolución con una inconfundible genética, especialmente distinguible en este caso por los voluminosos paragolpes más integrados a la carrocería.
A partir del año 1992 Porsche comenzó a ofrecer una variante aligerada del 964, llamada apropiadamente Carrera RS, asentada sobre el modelo que ofrecía tracción únicamente en el eje posterior. Contaba con suspensiones orientadas a la pista, diferencial de deslizamiento limitado asimétrico, un volante alivianado, relaciones más cortas y una evolución del motor refrigerado por aire M64 capaz de generar 260 burros. A través de la eliminación de los asientos traseros, de aislantes sonoros, elementos eléctricos como los alzacristales, el sistema de audio, el de climatización, la utilización de cristales más finos, partes de carrocería en aluminio o las llantas de magnesio, Porsche consiguió reducir en 155 kilos el peso de este 911 con vistas a su utilización como auto de pista, o híbrido pista/calle. El Carrera RS incluso tuvo en Europa dos evoluciones más, más salvajes aún, llamadas Carrera 3.8 RS y RSR.
Los 964 Carrera RS originales no fueron homologados para Estados Unidos, hasta que Porsche configuró 45 ejemplares para ser vendidos allí, con el ánimo de armar una categoría que se llamaría Porsche Carrera Cup, que haría de telonera de la CART, campeonato monomarca que no llegó finalmente a concretarse al norte del Río Bravo.
Estos 45 ejemplares tenían algunas concesiones al confort y la seguridad que no estaban contempladas en los Carrera RS para el resto del mundo. Los vidrios eléctricos, los airbags, el sistema de alarma, las ruedas de aluminio y los asientos standard entre otros elementos hacían que estos RS americanos sólo redujeran en 90 kilos su peso con respecto a un Carrera 2 normal.
Después de esta serie y gracias al interés que los clientes americanos demostraron por el Carrera RS, Porsche ofreció para sus modelos 1993 y 1994 un nuevo modelo llamado RS America, serie al que pertenece el ejemplar que visitó este fin de semana Colonia. Lo distinguía el alerón «cola de ballena», un interior parcialmente desnudo, con paneles de puertas lisos heredados de la versión europea, un estante de carga en el espacio de los asientos posteriores, butacas tapizadas en tela, llantas de aleación de 17 pulgadas y las suspensiones deportivas M030 como equipamiento standard. En la tapa del motor resaltaba la leyenda RS America, y en los laterales, por delante de las ruedas traseras stickers de RS. El RS America utilizaba el mismo conjunto mecánico (motor/transmisión/frenos) que el Carrera 2 contemporáneo pero pesaba 35 kilos menos que éste. Era, se podría decir, el RS más civilizado de todos. Y al menos uno de ellos, vaya a saber cómo, terminó fijando residencia en Argentina. Y cruzando este fin de semana el charco…
Para aquellos que no se quedaron saciados con esta información existe la completísima página web RS America con muchísimos detalles más de estos modelos.
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Si vieran la RSR GT3 (ex de un piloto famosísimo de Moto GP) que tiene un compatriota en Europa, se les caerian las medias…
Epa!!! que linda que esta la Porscha!!! Le faltan una BBS desarmables para estar perfecta.
Querido morgan, Ud. es insaciable, esa llantas le quedan de prima, similares a las del 959; serán huecas?
Por lo menos no alimentan la controversia Fuchs-Coockie…