48 horas antes ser testigo de la búsqueda/rescate de la Ford F1 1952 en el barrio porteño del Abasto, deambulando sin rumbo fijo por Ciudad Jardín, en la Zona Oeste del Conurbano bonaerense, llegamos tarde el último sábado para presenciar el laborioso rescate de un Chevrolet 400. Hace tiempo que estaba abandonado en el jardín de una antigua casa en demolición ubicada sobre la Calle de los Aromos, dentro de la urbanización desarrollada en la primera mitad de la década de los años 40 por el inmigrante alemán Erick Zeyen y su firma F.I.N.C.A.
Entre suaves contrariedades dialécticas y gestuales de los funcionarios del ACA por las dificultades que se les presentaron en el rescate, sí llegamos a tiempo para hacer un breve registro del emblemático automóvil de industria nacional mientras era cargado a uno de los dos móviles que trabajaron en el operativo, a unos pocos metros de la estación El Palomar del Tren San Martín.
Al parecer en nuevas manos, el nuevo destino del Chivo es un taller de restauración de un especialista en las labores sobre autos clásicos.
Fotos: Diego Speratti
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Desconozco el valor de un 400 ya restaurado, pero, estimo, a este hay que ponerle bastantes billetes para dejarlo, al menos, usable (llámese, como con la F1, laqueado, sin pretensiones de estado de concurso). Es cierto que, al menos desde las fotos, se lo ve alineadito, aunque, faltantes, picaduras, motor, etc, implicarán la partida de unos cuantos Franklin destinados a revivirlo