Es regla que a los buenos lugares uno se los cruza por accidente. Y, por lo general, cuando algo no se planea es cuando mejor sale. Todo sucedió así cuando Harald Kleeman, del Club de BMW Veteranos de Alemania -después que nos mostrara innumerables manuales sobre el BMW 327 que estamos intentando revivir en Uruguay-, nos dijo: «tienen que visitar el Museo de Eisenach, su auto salió de allí. Es interesante y no se desvían mucho de su ruta hacia Wurzburg y Múnich». Nos miramos con Juan Carlos y dijimos «Ok». Tomada la decisión, invocamos a la gallega para que nos guiara por la «autobahn» hacia Eisenach. Esta ciudad está al pie del Castillo de Wartburg y dio nombre a varios vehículos producidos en ese complejo industrial del automóvil.
En lo que fue la planta de AWE o «Automobilewerk Eisenach», funciona actualmente el «Automobile Welt Eisenach» o Museo de Eisenach, que es llevado adelante con entusiasmo por gente que orgullosamente trabajo allí en el pasado, y ahora se han convertido en los fieles guardianes del patrimonio de esta importante porción de la historia del automóvil en Alemania. Precisamente, uno de estos «guardianes» es Matthias Doht, gerente del museo, y quien, gracias a las gestiones de Harald, nos recibió en persona para mostrarnos el museo.
La planta de Eisenach empezó a funcionar en 1898, comenzando con la fabricación de carruajes para posteriormente enfocarse en los automóviles. Se ensamblaron allí, a lo largo del tiempo, vehículos de las marcas Wartburg, Dixi, BMW, IFA, EMW y Opel, además de motocicletas.
BMW, en los locos años veinte, ya era famosa por sus motores de alto rendimiento para aviación, y fue en ese auge, cuando en Alemania se había vuelto casi un deber nacional aprender a volar, donde casi tímidamente los directivos de BMW se preguntaron: «ey, ¿y si probamos con esto nuevo de los automóviles?». Fue en ese momento donde la empresa comienza a fabricar, bajo licencia de Austin, el «Dixi 3/15 HP DA», idéntico al modelo «Seven» fabricado en Inglaterra, aunque esta versión alemana se construía en la planta de Eisenach. Ya todos sabemos en que evolucionó esa tímida incursión en el mundo de los automóviles, la historia habla por sí sola.
En este «Automobile Welt Eisenach» se encuentran varias cosas interesantes, entre ellas y para nuestra sorpresa hay un Dixi R9 de 1912, que se exportó a Montevideo y prestó servicios en la «Estancia de Mandiyú», cerca de Salto, en Uruguay. Este auto, en excelente estado de preservación, fue posteriormente comprado por BMW (en el año 2002) y regresado al lugar donde se construyó originalmente.
También está montado en este espacio un taller completo y funcional para reparación de «Dixi». Todas las máquinas y herramientas están aptas para uso y parecen estar como el último día que se dejaron de usar. Realmente un viaje en el tiempo, a la época de la revolución industrial.
De los modelos de preguerra de BMW esperados se pueden encontrar 309, 3/20, 327, 328 etc. También está exhibido allí el primer BMW que corrió una carrera de velocidad, un 3/15 PS typ «Wartburg».
Después de terminada la guerra, Eisenach estaba en condiciones de seguir fabricando automóviles, así que continuaron con la fabricación de los modelos 327 convertible y coupé, pero bajo control ruso, ya que la ciudad pasaría a formar parte del territorio de la República Democrática Alemana. BMW, desde su filial en Munich, reclamó por esto y la fábrica fue persuadida a cambiar la marca con la que estos automóviles se vendían. De BMW pasaron a llevar el emblema de EMW o Eisenacher Motoren Werke.
Otro auto en exhibición allí y que personalmente nunca había visto es el «Melkus RS1000», cariñosamente llamado «El Porsche de Alemania del Este», un deportivo con carrocería de fibra de vidrio y propulsado con el único motor disponible para todo aparato que tuviera intención de moverse por sus propios medios en su época, el IFA de 2 tiempos.
De todas maneras lo más impactante no son los modelos más glamorosos producidos allí, más bien todo lo contrario. Al menos para mi, lo que quedó mejor grabado en la memoria fue todo lo que se fabricó bajo «la cortina de hierro». Y ustedes quizás dirán «pero Federico, con tanto BMW laureado, ¿te llamaron la atención esos autos tan diluvianos?». Sí, y les voy a contar porqué.
Desde el principio, vaya a saber cuáles serán las razones, me caían simpáticos estos «Wartburg 353», sedanes de cuatro puertas con motor derivado del DKW de 2 tiempos, y en sus últimas versiones con motores de VW Golf y Renault. Al igual que otros productos de la llamada «DDR», estos autos suelen ser objetos de «bullying», al igual que el «Trabant» fabricado en Zwickau, pero tienen una historia enorme detrás para contar. Una historia de frustraciones y esperanzas, de entusiasmo y fracaso.
Todo esto que les cuento me vino a la mente cuando Matthias nos llevó a la sala de «prototipos», o como el lo llamó: «el salón de la esperanza» No esperaba encontrarme con las cosas que había allí, y no pude evitar abstraerme de pensar en aquella época, y estar en el lugar de un Ingeniero o diseñador alemán, con todo su entusiasmo y ganas de hacer las cosas bien, para que la burocracia de la DDR le dijera «NO».
Allí se pueden encontrar prototipos futuristas, motores, planos, y bastantes desarrollos que nos dan indicios de que lo único que los separaban de los grandes fabricantes de automóviles de «Alemania del Oeste», era el simple «NO» del burocráta de turno. Por lo que se puede ver allí, quienes trabajaron en Eisenach nunca se cansaron de buscar el «SI», o de fabricar un automóvil que estuviera a la altura de lo que eran capaces de hacer.
Fue así que completamos la vista al Museo de Eisenach, que no es de los más modernos y estrafalarios, pero que tiene un fuerte arraigo sentimental e histórico en la gente de Eisenach, que con orgullo lo resguardan, atesoran y cuidan. Si de todo eso hay algo que me llamó particularmente la atención es el prototipo del «AWE 1600», un motor muy similar a un BMW 1600 de los años 70, y con varias soluciones modernas pero que lamentablemente quedé en proyecto trunco, al igual que muchos otros sueños de esta gente, que lo único que deseaba era evolucionar.
Entré al museo esperando conocer algo más de historia sobre el BMW 327, pero lo que jamás voy a olvidar son los sueños y esperanzas de esa gente, que a pesar de todo nunca se rindieron, nunca dejaron de soñar e intentar. No se puede dejar de pensar lo difícil que fue producir un auto en la DDR, y estas personas realmente explotaron toda su imaginación para poder hacer algo con lo poco que tenían.
Fotos: Federico Sierpien
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Otrosidigo, mirando el Wartburg me vino a la memoria la última versión del Sedan Graciela ( antes, Justicialista ), el Graciela W, que no era ni mas ni menos que un Wartburg fabricado acá, en nuestro país,
con su motorcito de dos tiempos y tres ( ¿tres? ) cilindros.
¿ alguien se acuerda del Graciela W ?
En el sudoeste bonaerense en la localidad de Coronel Dorrego, andando de «cacería» a fines de los 90 con un amigo y compañero de este tipo de aventuras en búsqueda de fina chatarra, nos tropezamos con un envejecido pero muy entero y completísimo sedan Graciela. Si bien no era el tipo de auto que nos interesaba ni tampoco nos quitó el sueño, intentamos dar con el dueño para que no se perdiese. Dejamos a cargo del «trámite a un conocido de la localidad y cuando regresamos en la próxima recorrida por la zona lo descubrimos patas para arriba (al auto, no al conocido) en el basural totalmente saqueado y destruido. Uno menos, una pena. También dimos en la misma ciudad con un Hansa coupe con su motor boxer y doble carburación, por suerte ese sí se salvó.
Graciela!!! En los lejanos tiempos de juventud pude meter mano en uno de esos Graciela-Wartburg, color mostaza y techo blanco a la sazon perteneciente a un criador de ovejeros belgas que moraba cerca del puente de Av. San Martin, ahi por el lado del legendario «Los Lirios». Me parece que en realidad fueron importados CKD y armados ( por lo menos los componentes ( carburador, arranque, tablero ) tenian todos las marcas de origen DDR.
Algunos camiones IFA vinieron a la Argentina en los 40’/50′ traidos por el IAPI y como los Skoda de la epoca fueron repartidos por las provincias. Ya mas acà en el tiempo tengo visto alguno (militar) en el este uruguayo en la Fortaleza de Santa Teresa
En los años 60 andaba por Olivos un auto que para mi era un BMW 327. Era dos puertas, convertible, con la capota tirada hacia atrás, a la usanza de los autos de los jerarcas nazis de preguerra , verde claro con guardabarros verde mas oscuro. Yo lo veía pasar pensando siempre que era BM y no pude salir de mi asombro cuando una vez lo vi parado y el escudito al frente decía EMW. No tenía idea que era eso ya que el auto era, inconfundiblemente, un BM de preguerra. Bastante tiempo después me enteré de qué se trataba.
Estaba en un estado impecable. Me pregunto donde habrá ido a parar.
Buenisima la nota, con la dosis justa de buena info y la fina sensibilidad del ‘connoisseur».
Y excelentes las fotos!! Que privilegio poder visitar un lugar asi de la mano de sus creadores…
Hace un par de años, mientras vagaba por Praga, me topé con un Wartburg 353, al que tambien encontré muy simpatico, por sus «aires» a Alfa Giulia… le saque varias fotos, al que le interese, lo invito gentilmente a verlas en mi Instagram llamado «Hannover Classics».
Schönes Wochenende!!
Excelente nota de Federico. Coincido plenamente en eso de que los mejores lugares se descubren cuando uno anda perdido, lo cual antes ocurria casi siempre en mi caso y ahora ocurre sólo cuando me emperro en contradecir a la casi infalible gallega.
Recuerdo una nota que hizo National Geographic en los 70 sobre la RDA. El periodista le expresaba su sorpresa a uno de sus entrevistados sobre el grado de desarrollo tecnológico alcanzado en condiciones bastante difíciles. El alemán del este le respondió algo así: ¿Y qué se esperaba? ¡Más allá del lado de la frontera en que nos encontramos, somos alemanes!
La influencia (o la polenizacion cruzada) de BMW se ve hasta en la forma de la tapa del capot. En cuanto al 2 tiempos, no olvidar que que fue por esa época la planta propulsora de DKW del otro lado de la frontera y de Saab.
Gracias por la nota.
Saludos cordiales.
GV
Excelente nota Federico. Su frase «explotaron toda su imaginación para poder hacer algo con lo poco que tenían», creo que queda perfectamente reflejada en la plataforma de remolque del auto de carreras N° 49. Maravilloso el Dixi con su historia uruguaya, su espectacular estado y esa tan singular carrocería (tipo landaulet) para un auto de su tamaño. Encontré algunas fotografías más del auto en este sitio https://auta5p.eu/lang/en/katalog/auto.php?idf=Dixi-R9-8/21-PS-Limousine-23616, y me llama mucho la atención unos cilindros que cuelgan de los elástico 3/4 elípticos traseros. Tal vez se trate de amortiguadores de batido, nunca los había visto en este tipo de autos. Seguramente algún conocedor del tema podrá aportar datos. Gracias.
Federico: excelente nota… Nos cuenta en manera no aseptica lo que gusta, acompanandola con anecdotas y sensaciones, mas allà de los numeros o las informaciones que nos puede dar una gacetilla de prensa.
gracias por ello