En las diez ediciones del Paseo de la Hermandad de Colonia se han visto todo tipo de autos, muchas camionetas, hasta camiones y también un bus GMC de la ONDA. Pero entre nuestros recuerdos no figuraba ningún triciclo, como este Goliath que llegó desde Libertad (en el Departamento de San José) para volverse uno de los favoritos de los curiosos, de los nostálgicos y de todo aquel que se acercó a ver los más de cuarenta vehículos que participaron de la edición 2017 del evento.
El grupo de coleccionistas del Club Amigos del Auto Antiguo de Libertad sostiene desde la primera hora el evento de Colonia; suelen venir en patotas matrimoniales y aportan siempre algunos de los vehículos más raros; el mayor placer, sin embargo, es tener un rato para charlar con cualquiera de ellos.
Nacido y criado en Libertad (sí, la misma ciudad famosa por su penal, la cárcel de Libertad…), el Doctor José Parodi es de este grupo el apasionado por las microcupés, los vehículos de baja cilindrada o de tamaño reducido, sean estos vehículos de turismo o de trabajo. También es un apasionado por Carlos Gardel, por el tango, por la historia del Uruguay y de su pueblo.
Mucho de eso lo llevó en determinado momento a buscar un triciclo Goliath para incorporar a su colección. Recordaba la existencia de dos en la entonces Villa Libertad de su infancia. Uno rememora haberlo visto por un lapso de un año. El otro, en cambio, fue el vehículo «oficial» de una estación de servicio local durante muchos años. Cuenta la leyenda que en el breve lapso en que convivieron los dos Goliath en el mismo pueblo, sus propietarios se desafiaron a una carrera de 100 metros marcha atrás. José prometió investigar cuál de los dos fue el ganador…
La «Estación Sanducera» (gentilicio de los habitantes de Paysandú, de donde provenía el propietario del comercio) tuvo en servicio a la Goliath durante casi medio siglo, prácticamente toda la segunda mitad del siglo XX. En un principio aquel puesto comercializaba los combustibles de la extinta firma Atlantic, para luego pasar a defender los colores de ESSO.
Un día se perdió su rastro, pero el Doctor decidió homenajearla cuando de dos Goliath compradas por partes y en estados deplorables (una en El Pinar, la segunda en Sarandí Grande), armó una (sin ánimo de presentarla en concursos) que no dudó en decorarla como aquella que fue durante tantas décadas una referencia mecánica en el pueblo/ciudad.
Las Goliath GD750 eran evoluciones de las FW200/400 de preguerra, construidas en la planta del Grupo Borgward en Bremen, y no tenían más pretensiones que ofrecer una alternativa de carga de precio accesible y bajo consumo en los años de reconstrucción de la economía y de un país devastado por la guerra. Espartanas y rústicas, se construyeron más de 30.000 ejemplares entre 1949 y 1955, más otras 9.000 de su reemplazante, la Goli, que se mantuvo en producción hasta el año 1961, marcando su descontinuación el final de la construcción de triciclos de este tipo en Alemania.
En un país chico, con escalas reducidas de comercio, distancias a recorrer usualmente cortas y recursos contenidos, el Goliath fue bien recibido en Uruguay. Parodi estima que se vendieron por aquí unos 200 ejemplares de los GD750, que eran importados por la casa Antonio Manzione (se ubicaba en la calle Río Negro 1520, en Montevideo), y unas cuantas menos de su sucesora, la Goli, pues en el mercado ya se ofrecían para entonces alternativas comerciales más prácticas de cuatro ruedas, especialmente de origen inglés, como las Fordson ñatas, las Commer o las Austin A40 pick ups entre otras, que hoy día todavía pueden encontrarse con bastante facilidad a lo largo y ancho de la República Oriental.
Los primeros triciclos Goliath comenzaron a construirse en 1922 y en la posguerra la primera evolución fue este GD750, cuyo chasis de perfiles en U tiene una forma de triángulo, las dos ruedas traseras de tracción unidas por un eje rígido y apenas amortiguadas por elásticos semi elípticos a cada lado. Adelante, un brazo oscilante sostiene a la única rueda, direccional, y acompasada en sus movimientos por un elástico cuarto elíptico. Los frenos se accionan mediante un pedal y actúan sobre las tres ruedas, la mayoría de los GD750 actuando mediante cables de acero, aunque la marca ofrecía en opción un sistema hidráulico (este ejemplar también tiene una adaptación hidráulica).
A estas alturas, el motor había evolucionado hasta llegar a los 396 cc en el dos cilindros de dos tiempos, que se escondía dentro del torpedo, por detrás del sistema de enfriamiento húmedo por termosifón y prácticamente invadiendo la cabina. La transmisión sí viajaba con el chofer y el acompañante dentro de la cabina, y repartía los 14 caballos a la ruedas traseras a través de una caja de cuatro velocidades, sumada a la marcha atrás.
Según podemos ver en el folleto en español de la época, la marca anunciaba un consumo promedio de 7 litros cada 100 km, por lo que el tanque para la mezcla de combustible/aceite 2T, con capacidad de 14 litros, sería bueno para unos 200 km de autonomía. Para poder arrastrar los tres cuartos de tonelada que eran uno de sus mayores atributos, las relaciones eran cortas y con viento patagónico de cola y en bajada rondaba los 50 km/h de máxima.
Por último, las ruedas eran de 16 pulgadas, el sistema eléctrico de 6 volts, y la fábrica ofrecía en su catálogo 26 tipos diferentes de carrocería, aunque muy probablemente todas las que ingresaron a Uruguay eran del tipo chasis/cabina, o al menos con una caja baja, tipo pick up.
Complementando las imágenes y el relato de la Goliath GD750 del año 1950 presente en el Paseo de la Hermandad, ofrecemos su folleto de época completo y les recordamos otras dos Goliath encontradas en esta década en Uruguay: otra GD750 en Montevideo, y una Goli en un remate en Juanicó.
Fotos: Diego Speratti
Folleto: Archivo Speratti
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Hola , después de3 años o más de trabajo en ella decidí venderla esta en ml en autos de coleccion y subi un video a YouTube la goliath sobreviviente , esta muy linda , saludos
que precioso vehiculo yo tengo una del 57 que la estoy terminando la hise de 0 estaba en estado de chatarra , cuando naci mi padre tenia una y yo aprendi a conducir en ella , cuando fui mas grande me la regalo y la repare totalmente pero eran tiempos dificiles y la vendi , años despues compre una del 51 pero tambien la vendi y la que tengo ahora morira conmigo , aprendi mucho de estos vehiculos si alguien tiene repuestos me gustaria saber , vivo en montevideo me llamo omar 095740510
Esas joyitas como el Goliath solo en Uruguay, estas infografías y narrativas solo en VADERETRO.
Se agradece
Bellísima nota, narrada con mucha didáctica, grandes fotos y archivo!
El nombre bíblico de este triciclo (hoy bebida de dudoso sabor) es genial.
Carga 750 kg. como una F100!!!!!
Recuerdo de la infancia.
Por las calles de mi barrio de allá lejos y hace tiempo solía dejarse ver un ejemplar de un «utilitario» color gris azulado (algo así como gris Fuerza Aérea o Citrôen 2CV). Lo recuerdo porque, adremás de ser muy simpárico, no se parecía a nada que anduviera circulando por ahí.
Excelente nota, me encantó! Perfecto el triciclo: el catálogo, la luz de cola Hella, la pintura del servicentro, las cubiertas diagonales resecadas… Quizás haya también algun Tempo Hanseat en UY para un desafío de marcha atrás en dragstrip.
si Uruguay Pais «chico» para los extranjeros pero esa ba…. no era para ruta mas bien dentro de la ciudad y ni asi fue exito de ventas