Rio de Janeiro, Brasil, a comienzos de los años treinta. Roberto Marinho (fallecido en 2003 a la edad de 98 años), millonario dueño de medios y amante de los automóviles más bellos, adquiere un automóvil excepcional.
Su elección, dictada por las circunstancias, se inclina por un Avions Voisin, llegado a Brasil junto con la mudanza de un rico inmigrante francés. Se trata de un modelo C22.
Brasil lo recibe con su clima tropical -la situación empeora aún más al ser Rio el destino, una ciudad de 2 millones de habitantes en 1933-, y el motor seis cilindros del Voisin no puede disimular una marcada predisposición a recalentarse. La solución es agregarle dos radiadores laterales, claro que cromados, y también algunas entradas de aire suplementarias al refinado automóvil.
Las soluciones no dan el resultado esperado, y el vehículo continuará sufriendo el clima brasileño. Nuestro hombre también es un entusiasta de la competición y, por increíble que parezca, inscribe su automóvil en una tentativa de récord en el kilómetro lanzado dentro de la categoría para autos de turismo.
El 24 de septiembre de 1933, un día nublado, junto a su amigo, mecánico y fotógrafo de prensa Antônio Lopes Gaspar «Nico» a su lado, Marinho y el Voisin consiguen alcanzar los 144 km/h en la ruta Rio-Petrópolis. ¡Récord batido! Este Voisin «de récord» también sirvió por ocasiones como vehículo de trabajo a «Nico», quien fue quien confirmó el tipo del auto.
Y fue en un desplazamiento, en una carretera de montaña, que el sofisticado automóvil encontró sus límites. Diagnóstico: sobrecalentamiento extremo en el sistema de camisas deslizantes, una solución mecánica tan cara a Gabriel Voisin.
El auto será repatriado a Rio, y las piezas de recambio, encargadas vía la embajada de Francia, se demoraran seis meses en llegar. El motor, desarmado, esperará pacientemente unos meses más hasta volver a estar en servicio.
Pero Marinho disponía de otros juguetes en su garaje (Cadillac, Lancia, LaSalle) y en algún momento se hartó de su «capricho» sin válvulas.
¿Qué sucedió con el automóvil? No es disparatado pensar que el auto fue «reciclado» durante la Segunda Guerra Mundial. El hecho de que su carrocería estaba hecha por completo en aluminio debería haber generado mucho interés por canibalizarlo en este período de escasez de materiales.
Triste final para una de las mejores joyas que rodaron por Brasil.
N de la R: El C22 fue presentado en 1930, al mismo tiempo que el aún más espectacular Voisin C20 con motor V12. El motor era lo único que diferenciaba estos dos modelos. En el C22 el V12 dejaba su lugar a un seis cilindros de 5.830 cc que ya equipaba al C16.
Para 1931 tanto el C20 como el C22 recibieron evoluciones en sus trenes rodantes y una distancia entre ejes extendida a 3,71 metros. Las carrocerías coupés recibían el nombre de Siroco, las berlinas Myra, las semi berlinas Mylord y los cabrioles de cuatro plazas, Myrta.
En todos los casos los pasajeros disponían de amplitud en el habitáculo, con «bains de pieds» cavados en el piso debidos al chasis «surbaisse». Los desarrollos mecánicos ideados por el genial Gabriel Voisin consentían un fantástico comportamiento dinámico y una velocidad máxima que la marca, sin rubor, estimaba en 160 km/h.
Amor total. No se puede creer que este auto sea del año 30. Tan zarpado todo que hace que los faros Marchal se vean de lo más vulgares. Gracias por darlo a conocer.
Gran nota.
Quizas algun yorugua se acuerde de las estaciones Atlantic en Montevideo, por lo menos hasta el 70 hubo alguna, me parece que actual ancap de Rambla y Amazonas era originalmente una.
Excelente nota.
Espectacular. Por qué será que varios autos muy avanzados tuvieron asuntos no resueltos con su motor: Voisin, Tucker, Citroën DS, NSU Ro 80
Bellísimo auto, al fin algo sobre don Gabriel.
Detalle tonto, en la 3ª foto el pajarito abre un poco sus alas, ¿será por el calor?