Cuando un auto trascendente en la historia del automóvil cumple 80 años, hay que celebrarlo. La carrera del Opel Käpitan se inició en 1938 y este modelo se convirtió en la nave insignia de la marca alemana a lo largo de los siguientes 32 años. En ocasión de esta fiesta de cumpleaños, 25 Käpitan en perfectas condiciones efectuaron un tour desde la sede industrial de Opel en Rüsselsheim hasta el Museo Ferroviario de Darmstadt-Kranichstein, en Alemania.
Un año después de la presentación del lujoso Admiral, Opel expandió su propia gama de modelos entrando en un nuevo segmento. En 1938, el Opel Kapitän se insertaba entre los vehículos intermedios de la clase alta, posicionándose entre el popular Kadett y un vehículo de alta gama como el Admiral, con su estilo art decó. Con la carrocería hecha por completo en acero, el Kapitän se ofrecía en versiones berlina de dos y cuatro puertas y como coupé y convertible, colocándose en la vanguardia de su categoría desde el punto de vista tecnológico.
Este nuevo auto era un concentrado de las capacidades técnicas de Adam Opel AG. Para comenzar, montaba un motor de tecnología avanzada junto a una carrocería de diseño moderno. El innovador motor de seis cilindros en línea de 2,5 litros, «un motor de carrera corta, a prueba de las autobahn» con varillas y balancines comandados por un árbol de levas accionado por engranajes de dientes rectos, botadores y brazos oscilantes, generaba 55 caballos y le permitía al Kapitän alcanzar una velocidad máxima de 126 km/h.
El Kapitän fue el primer auto de su categoría en Alemania, en contar con una estructura autoportante. Las suspensiones independientes con barra estabilizadora adelante, frenos hidráulicos y amortiguadores telescópicos eran parte de la dotación de serie, elementos no tan comunes de encontrar en conjunto en un auto en el año 1938. La forma moderna seguía el modelo estilístico inspirado en lo que se proyectaba al otro lado del océano, con los faros delanteros hexagonales integrados por primera vez en los guardabarros, un capot que, como las fauces de un cocodrilo, abría hacia arriba, y un baúl posterior con acceso desde el exterior a través de un enorme portón de apertura superior.
«Un automóvil que pertenece al mundo» fue el slogan publicitario elegido para el lanzamiento del modelo, pero a causa del conflicto bélico la producción se interrumpió apenas nueve meses a partir del momento en que se presionó el botón verde. Tiempo suficiente para terminar 25.374 Kapitän, de las cuales 4.563 eran con carrocería convertible y 248 salieron sin carrocería para ser aprovechados como utilitarios. Respondiendo a aquel eslogan, alrededor de 13.000 unidades fueron hacia los mercados de exportación, algo más de la mitad del total producido.
Diez años después, en 1948, el primer Kapitän de la posguerra, salido del establecimiento de Rüsselsheim en el mes de octubre, aun conservaba el diseño derivado del modelo original, más allá de de algunos pequeños cambios. El lenguaje estilístico americano y las prestaciones y el confort asegurado por el motor de seis cilindros volvían al Opel Kapitän un símbolo de progreso, prosperidad y confiabilidad en los años del milagro económico.
Luego de otros 13.036 ejemplares construidos hasta la primavera boreal de 1950, en el mes de mayo de ese año la casa alemana anuncia «las nuevas características del Opel Kapitän». Este modelo, disponible exclusivamente en versión berlina de cuatro puertas, se diferencia del modelo de preguerra técnicamente por la moderna caja de velocidades, con comando sobre la columna, el nuevo habitáculo y los faros delanteros redondos. En 1951, la carrocería del Kapitän cambia una vez más: la línea se vuelve más americana, el baúl crece en tamaño y la mayor presencia de cromados refleja el espíritu de su tiempo, visto como un nuevo inicio marcado por una renovada prosperidad.
El motor seis cilindros, utilizado también por el vehículo comercial Opel Blitz, ofrecía aquí 58 caballos debido a un aumento en la compresión. El Kapitän conserva el concepto original hasta el año 1953, cuando se presenta su sucesor, el Kapitan ´54, que se distingue por su mayor potencia y su moderna carrocería de tipo pontón. Crece también en dimensiones, tanto a lo largo como a lo ancho, y se dispara su popularidad convirtiéndose en el tercer modelo más vendido de Alemania en aquellos años, sólo detrás del VW Escarabajo y del Opel Rekord, mucho más accesibles. 154.098 ejemplares se construyen de esta generación, vigente en producción hasta comienzos de 1958.
Los Kapitän P1 y P2 nuevamente crecían en tamaño respecto a su inmediato antecesor. En base a una distancia entre ejes extendida, aumentaban sus dimensiones generales, especialmente en largo y ancho, aunque su altura se reducía teniendo en cuenta las evoluciones de la industria en aquellos años. El seis cilindros ofrecía ya respetables 80 caballos y la estética se caracterizaba otra vez por su inspiración americana, con parabrisas y luneta panorámicos.
En los años sesenta del siglo pasado, el modelo insignia de Rüsselsheim se convierte en uno de los automóviles seis cilindros más vendidos de Alemania. La producción de este automóvil de increíble éxito llega a su fin en la primavera europea de 1970 con el Kapitän B, posicionado como el modelo de ingreso a la familia de berlinas del segmento de autos grandes de Opel, compuesta por el Kapitän, el Admiral y el Diplomat. La historia comercial del más famoso Opel de grandes dimensiones finalizaba luego de 32 años de vigencia y con 474.189 unidades vendidas de todas sus generaciones.
Fotos: Prensa Opel
- St James 2024: pasado, presente y futuro - 09/11/2024
- Curvistan llegó a Bangkok - 07/11/2024
- GP Baquets 2024: el ojo de Canqui - 06/11/2024
Imagino que tomada poco antes del comienzo de la segunda guerra la foto sobre la Promenade des Anglais en Niza, justo en la esquina del Negresco. Las bellezas sobre el capot parecen teutonas. Cinturonga podría expandir sobre el tema.
Abrazo.
GV
Füq Captchä!
Segùn Wikiopedia por la patente del vehiculo es probable que la foto sea de posguerra, ya que la sigla AH correspondia al sector de americano del Land de Hesse…
Las patentes de preguerra tenian combinaciones de numeros romanos y letras para distinguir a que Land correspondian