El Peugeot 601 Eclipse, la primera coupé-cabrio de la historia del automóvil, se exhibió por primera vez en el Salón del Automóvil de París organizado en septiembre de 1934, 90 años atrás. Fue creado por el entusiasta Georges Paulin en colaboración con su amigo carrocero Marcel Pourtout sobre el chasis de la entonces nueva berlina 601, un modelo puesto a disposición para la ocasión por el concesionario parisino Emil Darl’mat. Hoy este auto se puede ver en el Museo Peugeot de Sochaux.
Hace noventa años, la idea de crear un vehículo equipado con un techo metálico plegable eléctricamente -y por lo tanto capaz de transformarse rápidamente de coupé a descapotable y viceversa- surgió del dentista francés Georges Paulin quien, para llevarlo a cabo, confió en su amigo carrocero Marcel Pourtout (autor entre otros del Peugeot 202 de récords de la Colección Sadar, exhibido en Montevideo). Juntos desarrollaron y patentaron un mecanismo de pantógrafo llamado «Eclipsable» que, gracias a un sistema de palancas adecuadamente equilibradas, permitía ocultar todo el techo duro dentro del baúl. Una proeza de ingeniería que permitió transformar completamente el aspecto del vehículo en apenas unos segundos.Para realizar su proyecto, en el verano europeo de 1934, los dos recurrieron a Emil Darl’mat, el mayor concesionario parisino de la Casa del León en aquella época, que puso a su disposición uno de los primeros ejemplares del nuevo Peugeot 601, presentado al público en mayo del mismo año. Se trataba de un modelo de alta gama equipado con el motor de 6 cilindros en línea tipo TA de 2.148 cc y caja de cambios «sincronizada» que en su momento reflejaba como pocos las últimas tendencias estilísticas del fabricante francés. De hecho, en la década de los años 30 los autos tendían a adoptar formas cada vez más aerodinámicas. Si tan sólo unos años antes las ruedas de rayos de alambre y los componentes mecánicos visibles podían considerarse normales, en la tercera década del siglo XX empezamos a ver en circulación autos con formas suaves y sinuosas, con frentes y colas más refinadas. En el caso de Peugeot, una expresión particular de esta tendencia la representaban los faros delanteros ubicados sobre los laterales de la parrilla en posición baja.
Animada por la buena recepción por parte del público de un auto tan innovador, en 1935 la dirección de la Casa del León incluyó una versión Eclipse también en la gama del nuevo Peugeot 402, con su particular solución de monatr las luces delanteras detrás de la parrilla curva. Este tipo de propuestas volvió a estar en primer plano a finales de siglo con las versiones CC (Convertible Coupé) de los modelos 206, 207, 308.
Fotos: Prensa PeugeotVadeRetro recomienda las siguientes notas relacionadas:
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Una genialidad !!!, no opino lo mismo sobre los colores del vehículo expuesto….