Mientras los meteoros híbridos volaban por los 14 kilómetros de extensión del circuito de Mans en las 24 Horas del 2015, espectadores más atentos se enteraban allí que Henry Ford inventó la heladería móvil…
Al costado de la curva Dunlop, este cansado Modelo T garantiza el sustento de sus propietarios, vendedores de sorbets artesanales hechos ahí mismo, en el departamento de La Sarthe.
De albaricoque a plátano, había 14 sabores disponibles a quien estuviera dispuesto a pagar 3 euros (por una bola) o € 4,50 (dos bolas) por un helado.
A pesar de todo, después de 20 horas de carrera, no había nada mejor que una entrada a «boxes», fresca y dulce, para olvidarnos del cansancio acumulado.
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