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Si un extranjero viera este anuncio, diría que en este país nadamos en billetes y que los verdes latifundios que se ven desde el cielo al surcar nuestra Pampa no son otra cosa que dólares almacenados al sol. “Tanto es el dinero que genera este país que sus habitantes se dan el lujo de gastar 30 mil dólares en un Fiat 125 Coupé …”

Entre las incongruencias que presenta este hermoso cacho de planeta en el que nos pusieron a existir, nos toca enfrentar al dueño de este Fiat con trompa abollada y apoyacabezas (no sea cosa que uno se desnuque cuando se entere lo que vale en realidad el auto…) pidiendo la friolera de treinta lucas verdes.

Sin entrar en el mérito de cuánto debe pedir ese señor por su auto, ya que tiene todo el derecho del mundo a exigir por su mascota el precio que mejor le parezca, desde estas páginas le damos al lector alguna posibilidad y una alternativa entre muchas ocasiones para que evalúe que comprar en caso de que disponga de esa suma de dinero.

Lo primero que se nos ocurre es este Porsche 928 que está en Mercadolibre, que por 32 mil verdes asoma como una alternativa que seguramente no tiene el lustre ni la mística que tan bien lleva el 125 Coupe enarbolando las banderas del Gentleman Driver argentino de los setenta, pero con su V8 de 32 válvulas, cinco litros y 300 CV puede hacer olvidar las gestas de la coupecita verde sobre los caminos criollos.

En el párrafo de la línea (gustos aparte) nos parece que el 928 saca una pequeña luz de ventaja sobre el elegante Fiat. Se nos ocurre el auto alemán ligeramente más estilizado que el latino y con ruedas (de discutible diseño por cierto) que en esta ocasión parecen acompañar el conjunto mecánico.

El equipamiento en un auto clásico es circunstancial, nunca es motivo de compra, pero como esto es un servicio al lector digamos que la diferencia entre las dos coupés es clara. Mientras el Fiat decide ahorrar peso en accesorios para volcarlo sobre las prestaciones en circuito, el Porsche (quizás equivocadamente) presenta dirección asistida, aire acondicionado, pack eléctrico, frenos con ABS, butacas eléctricas, tablero regulable en altura que se desliza junto al volante, y demás elementos que agregan peso pero que quizás algún cliente aprecie como nota de color. Los ciento ochenta (180) caballos de más que posee el auto alemán respecto al Fiat le darían el empuje suficiente como para paliar esta falencia de peso. Así comentan quienes saben de esto…

Finalmente las prestaciones (algo que no todos tienen en cuenta pero que nosotros debemos considerar) están parejas…

Por ejemplo, el Fiat saca clara ventaja en el consumo de combustible, ya que se conforma con un tercio de lo que pide el auto alemán. Esto no impide que las aceleraciones sean fulgurantes según el tester de la época, y más que suficientes a decir de quienes lo manejaron. Lo mismo sucede con la velocidad final.

El Porsche supera los 270 km/h y acelera en menos de seis segundos de cero a cien km/h, pero como bien dijo alguien del ambiente: “No hay rutas para ponerlo a esa velocidad… Olvidate.”

Así pues concluimos con nuestro servicio al lector recomendando a los fanáticos de Fiat que antes de desembolsar la suma pedida por el 125 Coupé consideren el caso del Porsche 928 ya que a un precio casi similar asoma como una simpática alternativa al noble y blasonado producto italiano que ya todos conocemos.