Spectre y la tradición de nomenclaturas de Rolls-Royce

20/Oct/2022

Elegir un nombre para un nuevo automóvil Rolls-Royce es un proceso crucial, muy estudiado y minucioso, en el que la herencia de la marca juega un papel central. De la familia actual de productos, todos menos Cullinan (llamado así por el diamante en bruto con calidad de gema más grande jamás descubierto) tienen nombres históricos del pasado: Phantom, Ghost, Dawn y Wraith tienen homónimos que abarcan los 118 años de historia de Rolls-Royce.

A la hora de nombrar su primer vehículo completamente eléctrico, presentado días atrás, Rolls-Royce buscó mantener y fortalecer estos importantes vínculos «genéticos», al mismo tiempo que marcaba un cambio definitivo hacia un nuevo territorio definido por la innovación y el progreso. Como explica la siguiente breve historia, encontró la solución perfecta con Spectre.

Según un proverbio chino, «el comienzo de la sabiduría es llamar a las cosas por su nombre correcto», lo que refleja nuestra necesidad innata de identificar y clasificar objetos como una forma de dar sentido al universo. Esto es completamente obvio en relación con las personas, por supuesto; y para nuestros primeros antepasados, nombrar objetos era una técnica de supervivencia crucial. Pero, ¿por qué nombrar un objeto inanimado como un automóvil?

La práctica es tan antigua como el propio automóvil. Antes de la Primera Guerra Mundial, el transporte carretero todavía estaba dominado por los caballos y los vehículos tirados por caballos y aquellos que podían permitirse un Rolls-Royce sin duda también habrían tenido y usado caballos. Por lo tanto, habría sido completamente natural y lógico para ellos nombrar su nuevo automóvil, tal como lo habrían hecho con su caballo favorito.El potencial de mercadeo de este rasgo humano fundamental fue inmediatamente evidente para la aguda mente empresarial de Claude Johnson, el director y gerente comercial de Rolls-Royce. Entre 1905 y 1913 ideó personalmente, a menudo consultando con el cliente, nombres individuales para casi 50 automóviles que producía la empresa, el más famoso de los cuales fue “The Silver Ghost”, creado para el Salón del Automóvil de Londres de 1907. La pintura y el brillo plateado del automóvil impresionaron tanto a los periodistas especializados como al público, que la marca terminó adoptando a «Silver Ghost» como el nombre oficial del modelo para todos los chasis de 40/50 HP construidos hasta 1925, cuando se presentó el nuevo Phantom.

Johnson seguramente estaría satisfecho de que estos nombres etéreos y de otro mundo, destinados a capturar el funcionamiento casi silencioso del automóvil, todavía adornen los modelos Rolls-Royce, haciendo referencia a esta misma calidad más de un siglo después.

En agosto de 1910, la marca fabricó el chasis 1601, que Johnson utilizó como auto de prueba o de demostración. Johnson lo llamó “The Silver Spectre”, el primer uso registrado del nombre Spectre en el archivo de la compañía.El chasis 1601 se vendió a la Oficina de Guerra en 1915 y su último paradero conocido fue en una firma de ingeniería de motores en Sheffield en 1933. A lo largo de su vida útil, este automóvil fue reconstruido al menos tres veces. Esto era habitual durante este período, a menudo para adaptarse a los gustos del nuevo propietario si el automóvil había cambiado de manos y, a veces, por razones más prosaicas: las primeras carrocerías empleaban materiales y métodos que, si bien se adaptaban perfectamente a los vehículos tirados por caballos que iban a 15 km/h, rápidamente sucumbieron a las tensiones de viajar a 80 km/h o más en el uso automotriz. Si bien el destino final del «Chassis 1601» sigue sin estar claro, una cosa es segura: ningún Rolls-Royce volvería a llevar el nombre de Spectre durante más de 20 años.

Al principio de su historia, Rolls-Royce estableció una convención de nombres especial para sus prototipos experimentales, asignándoles números de chasis con el sufijo ‘EX’. Comenzando con 1EX en 1919 y continuando hasta 45EX en 1957, estos modelos de desarrollo se sometieron a pruebas de funcionamiento de hasta 25.000 km, a menudo cubriendo más de 1.200 km por día en las implacables carreteras de Francia. También registraron miles de kilómetros adicionales en el intenso tráfico de Londres y a través de la campiña británica. La designación EX continúa en la era moderna, siendo el último ejemplo el vehículo eléctrico 103EX, presentado en 2016.

En 1930, Sir Henry Royce comenzó a desarrollar un nuevo motor V12 para un chasis completamente nuevo con suspensión delantera independiente. Sin embargo, su muerte en 1933 significó que nunca vio el proyecto finalizado. El nuevo automóvil, 30EX, finalmente estuvo listo para las pruebas en ruta en noviembre de 1934.Al igual que con todas las innovaciones, mantener el secreto en torno al nuevo motor V12 fue crítico. Por lo tanto, junto con su número de chasis, al 30EX también se le asignó un nombre en clave: “Spectre”. Le seguirían nueve desarrollos EX más, con el nombre en clave “Spectre”, antes de que el auto entrara en producción como Phantom III en 1936. De estos chasis de desarrollo, siete se reutilizarían más tarde para la venta a clientes privados, que presumiblemente nunca supieron de la vida anterior de su automóvil. Fueron las pruebas y el refinamiento llevados a cabo con estos prototipos “Spectre” lo que permitió al Phantom III mantener la reputación de la marca, establecida por primera vez por el Silver Ghost en 1907, como «El mejor automóvil del mundo».

Al igual que los ejemplares EX del pasado, el Spectre actual representa un cambio audaz y enormemente significativo, tanto técnica como filosóficamente, para Rolls-Royce. Como el primer Rolls-Royce totalmente eléctrico, marca una evolución en la tecnología del sistema de propulsión, posiblemente incluso mayor que la introducción del primer motor V12 de la marca: la configuración, que después de casi 80 años, todavía se usa en el resto de los modelos actuales de Rolls-Royce.

El propio nombre de Spectre se encuentra junto a Ghost, Phantom y Wraith como una evocación del silencio, el refinamiento y el misterio; de algo imaginado y onírico que existe fuera de los parámetros normales y de la experiencia. Y aunque anteriormente se ha utilizado en autos individuales y experimentales, ningún Rolls-Royce de producción en serie ha llevado la chapita de identificación de Spectre hasta ahora. Este encuentro de innovación y continuidad convierte a Spectre en la elección de nombre perfecta para un automóvil de una importancia tan singular e histórica.

Fotos: Prensa Rolls-Royce

1 Comentario

  1. Supongo que no estoy en posición de evaluar determinado equipamiento en un RR, vehículo que, seguramente, no vaya a tener en la vida, mas que en escala, pero, sinceramente, esas luces (perdón, estrellas) que le incorporan en el interior, me resultan grasa

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