Autoclásica da para todo. Para pararse horas a contemplar autos de sangre azul o pedirle al chofer que te abra la puerta del bondi fuera de las paradas permitidas, subirse y «viajar» por las rutas argentinas hasta el fin.
Uno de los pocos «sí, quiero» de la edición 2018 de Autoclásica fue que volvieron los colectivos, y una de las mejores exhibiciones de «bondis» de la expo de San Isidro fue la del año 2015, donde además de las habituales unidades de recorridos urbanos o semiurbanos de Buenos Aires y alrededores, se exhibió por ejemplo este Deutz San Antonio de larga distancia.
Ya no puedo recordar los diálogos de los que fui testigo indiscreto sentado allí el rato suficiente para escuchar la sabiduría de choferes, mecánicos, entusiastas y el público común que guardaba en la memoria gratos recuerdos de estos colectivos y su época. Me alcanza con la sensación de viaje en el tiempo al sentarse al fondo de un doble camello de éstos, y el sacudón emotivo que generaban aquellas conversaciones.
Los Deutz 200 RS12 se construyeron durante la década de los años setenta y algunos sobrevivientes prestaron servicio aún hasta mediados de los años noventa. Al igual que los GMC de la O.N.D.A., equipaban motores Diesel de ocho cilindros en V refrigerados por aire, aunque estos de cuatro tiempos, de 11 litros de cilindrada con inyección directa, que declaraban cifras de 220 HP (SAE) y 66 Kgm de torque. Su sonido es legendario, como también lo eran sus prestaciones, ya que superaban los 110 km/h de máxima. La proveedora de la transmisión, que trabaja en conjunto con el motor Deutz F8L 413, era ZF (de cuatro marchas, con alta y baja), al igual que de la caja de dirección, que permitía girar las ruedas 45 grados y consentía un radio de giro de 18,5 metros.
Estos ómnibus tenían estructura autoportante de tubos de acero y eran fabricados por DECA I.C.S.A. en su planta de Haedo, en la Zona Oeste del Gran Buenos Aires. Las suspensiones eran neumáticas, a través de fuelles combinados con amortiguadores telescópicos y elásticos semielípticos.
El «Doble Camello» de Sierras de Córdoba, interno 3, fue carrozado por la empresa San Antonio, de Rosario, en 1976. Unos años atrás fue encontrado en el Gran Buenos Aires, para pasar a ser restaurado en los talleres de la compañía Urquiza (propietaria de Sierras) en Parque Patricios, con un trabajo excelso que incluyó el encargo de labores a proveedores de la época. Al menos dos de las empresas del grupo, ABLO y General Urquiza, utilizaron los Deutz 200 RS12 en la época. Además de aparecer en la edición 2015 de Autoclásica, este bus de Sierras tuvo participación en la película argentina Koblic, estrenada en 2016.
Hoy, 2 de enero de 2019, se conoció la noticia que Deutz cerrará en los próximos meses sus plantas en Argentina, tanto la de motores de Haedo (ex DECA) como la de tractores en General Rodríguez, provincia de Buenos Aires.
Fotos: Diego Speratti
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No tengo certeza de la veracidad del dato, pero lei en alguna red social, que este omnibus pertenecio a la Comision Nacional de Energia Atomica (CNEA) por lo que se encontraba en muy buen estado general al momento de ser restaurado por Urquiza
restaurar este bicho debe ser mas caro que un Rolls