Continuando con la saga de los supersónicos que elaboró Ghia de la mano de Savonuzzi, aquí les presentamos el último de toda la serie: un Aston Martin DB2/4. Fue comprado, como otros supersónicos, por pilotos privados. En este caso se trataba de Harry Schell, lo cual poco dice al común de los lectores, pero ya que estamos, lo acotamos. Quizás aparezca algún mono sabio que nos desasne a todos en bloque y hace una obra de bien.
El auto, siendo un modelo presentado en 1956 y ya el último de la serie, se nota que tenía a Don Savonuzzi algo cansado, así que decidió no ser tan pornográfico como con el resto de la saga y mantener las líneas decididamente más pudorosas que sus hermanos de ADN.
Cuenta la leyenda que esta unidad fue encontrada en 1974 en un estacionamiento en estado de abandono (demasiado mito para semejante auto), y quien lo descubriera, lo restauró durante años hasta terminarlo y poco después venderlo en el año 2013 en un remate de la casa RM a la interesante cifra de dos millones y medio de Bolívares.
Después critican a quien compra un auto, lo acomoda un poquito y le hace una diferencia… Los verdaderos mercaderes desalmados son estos que encuentran un incunable, lo restauran y después lo revolean en un remate.
Volviendo al auto y saliendo de los bolsillos, lo más impactante es el verde esmeralda del interior que combina de manera algo guaranga con el techo de la nave. Asientos verdes, alfombra verde, y un instrumental de lo más competo pero a la vez tosco rematan un living de lo más fogoso para las discretas líneas de la época.
Exteriormente se presenta como algo más alto (y desgraciado) que el Fiat 8V, pero no por ello insípido, aclaremos. Inconfundible criatura de Savonuzzi, con mecánica de lo más refinada en formato One-Off. Poco más se le puede pedir.
- Citroën Camargue - 05/04/2020
- Buon compleanno maestro! - 26/09/2018
- Don Alberto - 21/09/2018
De perfil, tiene un aire a Volvo P1800
Ademas de tanta belleza materializada por GHIA, me matan los comentarios que aparecen cuando dejo el mouse quieto sobre las fotos… muy bueno…
Me gustan todos los SUPERSÓNICOS, pero, francamaente el que más me gusta es el XK 120. Creo que los muchachos de Coventry se inspiraron para encarar el E type.
Interesante, sólo interesante. Oiga, a mí el instrumental no me parece nada tosco; junto con las llantas es lo que más me gusta del auto. Celebro que la saga de los supersónicos haya tenido fin sin remake.
Si parece increíble que este auto haya sido abandonado en un estacionamiento, en una cochera de zona norte hubo una Ferrari 250 GTE con una gruesa capa de tierra y las cuatro gomas chatas que no digo que haya sido abandonada pero casi.
Impresionante auto….
Cuenta la leyenda que el primer propietario, como bien dicho antes, fue Harry Schell, un bonito, riquísimo y no demasiado veloz piloto americano/francés del periodo de Fangio/Hawtorn/Moss, que lo tuvo por un par de años y después lo vendió en USA.
Sigue contando la leyenda que el segundo propietario del auto se lo regaló a su novia junto con un diamante Tiffany de 8K (un poco berreta el tipo ya que le regaló un auto usado a la nieta de Vanderbilt… y mal le fue, ya que divorció un año más tarde), el auto tuvo otros tres dueños más hasta que fue olvidado. Y ahí yo quisiera saber quién es el desmemoriado que se olvida un Aston Martin en una estación de servicio abandonada de Detroit por treinta años..??!!.
Termina contando la leyenda que el auto fue “desolvidado” y comprado en el ’03 por un senior inglés que lo restauro “nuts and bolts” durante ocho años y que, después de un par más de acumular ricos premios y cotillón, se despidió del auto con una tristeza enorme que solo la pudo compensar dos millones trescientos diez mil verdes razones o, como dice claramente el Admin, la misma cantidad de revolucionarios Bolivares
Como escribí la vez pasada en otro contexto, esto es lo que pasa cuando un objeto no muy agraciado pasa por las manos de un italiano.