Conmemorando los cincuenta años del nacimiento del primer automóvil deportivo de la marca, Toyota presentará en el próximo salón de Tokyo esta bombita de bolsillo que marca claramente la intención de la marca en ofrecer autos deportivos diferentes al resto: livianos, ágiles, y divertidos de manejar.
Ya lo habían hecho con el maravilloso F-86, uno de los pocos autos que en estos años han marcado tendencia en cuanto a volver a las raíces mismas de la deportividad: las sensaciones entregadas detrás volante.
Sentarse sobre los 400 CV de un auto alemán que pesa casi dos toneladas puede ser una buena experiencia, pero sin dudas ir con esta mochila liviana como lo es el S-FR, puede llegar a ser tan divertido como domar a esos bárbaros elefantes.
Este espacio es de autos clásicos, pero seguramente de aquí nacerá un objeto de culto entre jóvenes y más de un fabricante oriental estará tomando nota de este auto: O sea, que nace un ícono, que se inspira espiritualmente (y algo del lenguaje) en otro clásico.
Esto representa el primer acceso a un automóvil que además de cumplir la función de transportar carne humana a destino, entrega sensaciones al volante. Así fue el Toyota 800 Sport hace cincuenta años, y así será este nuevo S-FR.
Fotos: Toyota
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