Mientras buena parte del ambiente sigue las incidencias del salón Rétromobile en Francia y a partir de hoy en particular el sube y baja del remate de Artcurial allí en el centro de exposiciones de Porte de Versailles parisino, en Colonia del Sacramento tenemos nuestra “Mini Rétromobile” efímera con la exhibición estos días de todos los objetos que componen el llamado “Remate del Siglo”, una subasta judicial que pone a la venta muchos de los bienes decomisados por un sonado caso de venta de certificaciones truchas de títulos universitarios y otros negocios fraudulentos, comandados por un hombre de la vecina ciudad coloniense de Juan Lacaze, quien se dedicó a coleccionar variedad de temas e ítems, sin mucho criterio estético ni curatorial.
El sujeto en cuestión llegó a acumular una gran cantidad de piezas e intereses, que van desde la platería y vajilla, al mobiliario de estilo (ecléctico y muchas veces intervenido), reproducciones en azulejo de cuadros famosos, numismática, cámaras de fotos de variadas épocas e importancias, objetos de artillería y armas, adornos, rescates de naufragios, motos antiguas (réplicas en su mayoría), un monoplaza de F4 con chasis Crespi, jarrones chinos, esculturas, reproducciones de escafandras antiguas, adornos de altri tempi (también muchos de ellos intervenidos), águilas de yeso pintadas en color bronce, tallas de marfil, muchos instrumentos musicales y equipos de audio (quizá lo más coherente por calidad general y porque el sujeto procesado tuvo un negocio del rubro) y también una gran cantidad de juguetes. A ellos nos vamos a dedicar en este post.La exhibición de lotes y el remate se está llevando a cabo en un salón del hotel Sheraton de Colonia del Sacramento, donde por el espacio disponible, todos los objetos se “lucen” mejor que como los exhibía su propietario en una casa del balneario de Artilleros (según se pudieron ver en videos al momento del allanamiento). Y el sector lúdico, que saldrá a remate mañana sábado por la mañana, funciona como un breve “Museo de Juguetes”, en donde se pueden ver artículos de buen valor monetario o histórico, junto a maquetas de kiosco o vehículos a escala de fabricación actual y bajísima calidad, de transportes de madera o lata de las primeras décadas del siglo XX a Playmobil o figuras de dibujos animados de pocos años atrás.
La imposibilidad lógica de tocar los objetos, la confusa agrupación “temática” en lotes y la falta casi total de información en el catálogo de la venta organizada por Waldemar Carbajal impidió el acceso al conocimiento para muchos de los visitantes/interesados, pero por gustos personales o por el asesoramiento al pasar del gran gurú rioplatense de los juguetes, Diego Lascano, quien estaba allí recorriendo la muestra, nos animamos a mostrar puntualmente algunos de los lotes.
El catálogo completo de la subasta se puede ver aquí.
Fotos: Diego SperattiEntre nuestros ítems favoritos está este “racer” fabricado por Lehmann, la empresa juguetera alemana. En este mismo variopinto lote (número 26) también hay un sedan cuatro puertas de la misma época y constructor y junto al lote de la estación de servicio encontramos un garaje Lehmann perfecto para guardar estos dos automóviles.
Para los coleccionistas de juguetes uruguayos está estación de servicio de la marca Oancea es un tesoro, y para los coleccionistas de juguetes en general consideramos que este es el lote (62, «Estación de Servicio en madera con casita y autos de colección») más importante de la subasta ya que cuenta con unos cuantos Schuco y vehículos del estilo de origen francés, además del garage Lehmann.
La gran mayoría de los ómnibus a escala, urbanos o de larga distancia, están reunidos en un único lote, el Nº 13 del capítulo «Juguetes». Son 37 en total, buena parte de ellos de las siempre interesantes colecciones de kiosco. Pero nuestros favoritos son los viejos buses Dinky Toys, entre ellos los emblemáticos «Half Cab» y «Camello».
La marca de juguetes alemana Gama construyó múltiples transportes de chapa litografiada, entre ellos estos bonitos camiones grúa en diferentes tamaños. Hay cuatro de éstos, pero ninguno aparece en fotografías en el catálogo. Forman parte del lote 8 que incluye una docena de grúas de todos los tipos, escalas, materiales y épocas.
La interesantísima saga de la familia de origen rumano Oancea fabricando juguetes en Montevideo está documentada en el libro «Juguetes Uruguayos» de Diego Lascano. Uno de los vehículos más difundidos de la marca Oancea fue este camión fletero de gran tamaño, que está acompañado por un camión grúa de escala algo menor, pero de industrialización a gran escala hecho por la inglesa Tri Ang.
El lote 9 lleva la siguiente descripción: «Colección 40 juguetes de maquinaria agrícola». Aunque vemos una mayoría de tractores, también hay camiones mineros, maquinaria vial y hasta camiones cisternas, casi todos ellos fabricados por el gigante inglés Lesney.
En tiempos de posguerra, Crush, el refresco de naranja de origen norteamericano, desembarcó en Uruguay y redobló la apuesta con su cliente Erosa, firma especializada en la hojalata que fabricaba las «tapitas» de sus botellas, encargándole la fabricación de estos encantadores camiones de reparto que inundaron las casas de familia y entretuvieron a la infancia yorugua de esta época. Conserva además sus cajones y botellas.
En rigor de verdad no sabemos a ciencia cierta a que lote o lotes pertenecen estos juguetes, pero nos gustó esta escena casual donde aparecen un BMW Isetta de chapa y plástico japonés y una «rueda de la fortuna» infantil hecha de madera y plástico frente a la casa construida por la marca Marx, de los EE.UU., en la década de los años 50.
También un lote «tutti frutti» tiene algunos juguetes de plástico, como el Murcielauto y la Murcielancha de la marca argentina Bichi, que evitaban hacer mención alguna al nombre Batman o Bati por cuestión de derechos. Típico producto nacional de la década de los años 60.
Hay un buen número de juguetes Schuco repartidos dentro de varios lotes, entre autos, camiones, motos y alguna otra cosita. Estos dos BMW 328, en azul y rojo, lucen en muy buen estado, aunque está claro que son ítems mucho mas actuales de la producción de la marca alemana que los Schuco que acompañan a la estación de servicio, por caso.
Sobre una mesa que funge como altar para las niñas y los niños que se sienten atraídos por este tipo de juguetes, la sección «Vehículos» contempla cuatro lotes de juguetes que incluyen dos patinetas, una de madera con rulemanes, y otra de chapa con ruedas marca Daless, mismo fabricante del típico auto a pedal y el triciclo uruguayos. También hay un sulky y dos motonetas, una de fabricación argentina y otra alemana, de Ferbedo, que también es la marca del triciclo más sofisticado a la venta.
Dinky Toys y Corgi Toys, dos marcas británicas de autos «die cast» que tuvieron su apogeo algunas décadas atrás, en épocas más recientes volvieron al ruedo con reproducciones de sus juguetes más emblemáticos de sus años dorados, obviamente fabricados ahora en tierras asiáticas.
La infaltable «Alcancía de Ahorro» del Banco Transatlántico del Uruguay, hecha en base a los ómnibus Magirus-Deutz carrozados por NWF que funcionaron como bancos ¨móviles¨, llevando servicios bancarios a barrios y pueblos que no contaban con sucursales. Las marcas jugueteras de la época realizaron distintas interpretaciones, siendo esta la más popular, la de ATMA, que el banco regalaba a sus clientes con deseos de juntar ahorros.
Los juguetes de hojalata japoneses hacen méritos por despertar locas pasiones entre los coleccionistas. De los años de inspiración aeroespacial en el diseño de autos y también de juguetes, este Buick 1959 convertible de fantasía, con su ametralladora sobre el capot y al servicio de la ley policial, fue fabricado por Nomura.
Dejamos para lo último este «one-off»… Merecedor de ocupar una vitrina tanto en un Museo del Juguete como en uno que se ocupe de valorar el arte popular, este camión con guinche, todo hecho en madera, tiene como detalle encantador la presencia de dos personas talladas ocupando su habitáculo.
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Ningùn Bus Alcancia del banco Transatlantico ???
Tenemos. Ahí agregué el Atma. ¡Gracias!