El documento había circulado hace unas semanas por redes sociales y grupos de WSP, pero se aseguraba que era falso y la noticia otra de las acostumbradas “fake news”.
Pero en el día de ayer tanto autoblog.com.ar (click aquí) como autoblog.com.uy (click aquí) se hicieron eco de los avances del proyecto de liberar de gravámenes la importación de autos clásicos de más de 50 años en Uruguay.
A la espera de conocer más detalles de la ley y su reglamentación, lo siguiente es lo que se sabe a ciencia cierta, ya que aparece en el documento oficial:
Se autoriza la importación definitiva al ingreso al territorio aduanero nacional de vehículos clásicos con una antigüedad igual o mayor a 50 años, exonerados de todos los gravámenes aduaneros o no que se abonan en ocasión de la importación, incluso recargo mínimo.
En ningún caso los mismos podrán ser enajenados dentro del territorio nacional.
El incumplimiento de las condiciones predichas configurará la infracción aduanera prevista por el artículo 208 de la Ley No 19.276 del Codigo Aduanero del Uruguay.
El Poder Ejecutivo por su parte reglamentará la disposición en un plazo de 180 días.Por todo esto nos propusimos recoger la opinión de diversos actores del mundo de los clásicos en Uruguay y especialistas económicos que mostraron alegría y empatía con la medida pero también escepticismo y hasta hay quienes dejaron deslizar sus críticas.
En principio, el proyecto responde al lobby de coleccionistas argentinos que se mudaron a Uruguay y desean que sus automóviles clásicos hagan lo propio. El gobierno uruguayo cree que la importación de dichos automóviles generará un círculo virtuoso de trabajo para los especialistas (mecánicos, restauradores, etc), y otros sectores de la economía como la construcción (de galpones, garajes, etc), mismo el alquiler de espacios donde los clásicos queden a resguardo o hasta la participación de autos y conductores en eventos específicos. Y además ve con atención que esto termine por decidir a que nuevos coleccionistas se arraiguen en la banda oriental.
En ese punto dentro de los principales clubes de autos clásicos se entusiasman con la posibilidad de tener nuevos socios y especialmente acrecentar el parque de automóviles de alto valor patrimonial, ya que la medida estaría orientada precisamente a seducir a los propietarios de algunos de los mejores autos clásicos de Argentina. Claro está, que toda ganancia en este asunto para el Uruguay significaría la perdida de patrimonio para el ambiente argentino.
Otros suponen que algunas de estas condiciones permitirían cierta forma de aligerar controles, o evitar estar sujeto al cobro de autos vendidos al extranjero en dólares al cambio oficial en caso de que exista en un futuro la posibilidad de vender esos autos “importados” y hay quienes huelen en esta medida razones impositivas, que en definitiva son las que han llevado a muchos argentinos a fijar residencia en Uruguay, país conocido anteriormente como “la Suiza de América” y actualmente considerado por algunos como “la Andorra del Mercosur”.Sin embargo, hay actores locales que no están de acuerdo que se ingresen bienes de consumo sin pagar ningún tipo de arancel aduanero como lo hacen todo el resto de bienes y también genera algún tipo de resistencia el impedimento de poder vender estos automóviles ingresados con exoneración de impuestos. Tampoco está del todo claro si los ciudadanos uruguayos también van a contar con este beneficio y que pasará con los autos de entre 30 y 50 años de antigüedad, que aparentemente seguirán pagando los altos gravámenes de importación, pero contando a la vez con el beneficio de que pasado un tiempo sí pueden ser comercializados. Por su parte, los autos usados con menos de 30 años seguirían estando fuera de la posibilidad de ser importados de cualquier forma.
Así mismo los altos costos de los trabajos de reparación y restauración en Uruguay, el precio de los repuestos y la carencia de la diversidad de mano de obra especializada disponible en Argentina vuelven un poco utópica la idea de que ese sector específico tendrá una gran revitalización. Pero los autos se moverán, y necesitarán mantenimiento, más allá de que la media de kilómetros anuales recorridos por autos de más de 50 años debe ser realmente baja. Hablamos siempre de este tipo de automóviles en manos de coleccionistas, no de los automovilistas uruguayos que pueden seguir usando alguno de ellos a diario.
Seguramente muchos podrán aportar sus visiones a este asunto, y en ese punto también nos gustaría hacer alguna apreciación de Colonia en particular, tan lejos y tan cerca de Argentina, como de la Zona Atlántica. En el departamento, cuantitativamente las tres grandes colecciones de autos clásicos son propiedad de ciudadanos de origen argentino y esas colecciones se conformaron por autos comprados en Uruguay. Se podría pensar que en caso de querer hacer crecer estas colecciones los dueños recurrirán a partir de la nueva reglamentación a la compra de autos anteriores a 1971 en Argentina (por precio, calidad de vehículos en oferta, etc.) y dejarán de hacerlo en Uruguay. Otra posibilidad es que algunos de esos autos comprados en Uruguay y que restauraban localmente sólo por razones de fuerza mayor (debido a los altísimos costos y una mano de obra especializada mucho menos desarrollada) sean reemplazados por autos cuyos trabajos de restauración se realicen en Argentina por las mismas razones antes mencionadas. De esta manera el sector no sólo no se revitalizaría sino que tendería a perder su ritmo laboral actual.
A la espera de conocer más detalles de su aplicación, la ley avanza y dejamos aquí abierto el debate.
Fotos: Diego Speratti
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Estimo la aclaración al respecto de la nota.
Le adjunto una nota del Chrysler L-80 por si le interesa. https://www.ruedasclasicas.com.ar/nro29/pdf/esculturarodante29.pdf
Gracias.
Las restauraciones de vehículos antiguos que se han hecho en Uruguay como el Lincoln presidencial que fue propiedad de José Battle y Ordoñez o el espectacular Chrysler imperial de 1929 que realizo Eduardo Ponce de León, el nivel de restauración que este mismo taller hizo de unos cuantos Cord 1936/37 y otro tanto de Auburn Speedster que fueron vendidos a los mercados mas exquisitos del mundo.
No comparto la idea de la «carencia de mano de obra especializada» como dice la nota, por supuesto que por una cuestión de proporciones Uruguay quizá no pudiera abastecer la cantidad necesaria de talleres para atender estos clásicos pero hablar de carencia me parece una falta de respeto.
Gracias por su opinión. Hablé de «carencia de diversidad de mano de obra» y en clara comparación con la escena argentina, y no de «carencia de mano de obra» como usted menciona.
Conozco excelentes restauradores uruguayos y, de hecho, muchos de sus trabajos de restauración han sido premiados en Autoclásica, que vendría ocupando el lugar más elevado en la región para evaluar estos aspectos. Sin embargo, pienso que las escenas son incomparables por diversas razones.
Al Lincoln lo he visto y ha sido una pena que finalmente no haya podido cruzar a Autoclásica por desperfectos técnicos derivados de su restauración. A entender de varios conocedores uruguayos no tenía ni para empezar a competir con lo que hubo aquel año en Autoclásica, pero hubiese sido espectacular verlo exhibido allí para los que nos interesa mucho más que su estado de conservación o nivel de restauración.
Los trabajos del señor Ponce de León no los conocemos y por tanto no podemos poner dudas sobre ellos.
Pero sí me gustaría recalcar que el tema de la exportación no es garantía de nada. Durante muchos años en Argentina las restauraciones de autos que podían ir a los mercados «más exquisitos» podían completar las listas de los trabajos más flojitos, para ser benévolos, que se encontraban en plaza.
Algunas reflexiones desconociendo los detalles y haciendo abstracciòn de los comentarios en las notas citadas:
Hay que ver como funciona la reglamentacion de la punta «exportadora», por ejemplo:
Que restricciones ( por valor històrico/cultural, etc.) hay para la salida desde Argentina de esos bienes personales ?
Que inconsistencias pueden aparecer para el fisco argentino en medio de ese proceso y entorpecer el procedimiento?
La restriccion para la venta una vez nacionalizado en Uruguay alcanza tambien a la reexportacion a terceros paises ???
Leyes tribuneras y a medida hay en todas partes.
Saludos…
Sin entrar en profundas divagaciones sobre el particular, otra razón más para envidiar a los hermanos uruguayos.