Coleccionistas 2022: todo es historia

Un grupo de WSP fue el disparador para que coleccionistas de distintos rincones del Uruguay se fueran conociendo y terminaran por organizar en octubre de 2019 el Primer Encuentro de Coleccionistas en Colonia, con el afán de verse las caras entre los distintos miembros del grupo llamado “Requecheros”, exhibir sus colecciones particulares, y compartirlas con el público, que pudo acceder de forma gratuita a la muestra organizada en el Centro Cultural AFE.

Pandemia mediante, este domingo 13 de noviembre la fórmula se repitió y tuvimos nuevamente la oportunidad de conocer, en una versión mejorada conocida como Segundo Encuentro de Coleccionistas, a fanáticos y fanáticas de acumular objetos de los más variados que pueden imaginarse para formar una colección.Más de medio centenar de coleccionistas, locales y muchos y muchas provenientes de Montevideo y otros rincones del Uruguay y de la Argentina exhibieron (y ofrecieron a la venta en algunos casos) variopintas expresiones de sus intereses, con una buena parte concentrada en la numismática (billetes, monedas, medallas), y buena diversidad alrededor de todo lo que es posible coleccionar alrededor de los medios de transporte.

Entre las colecciones más curiosas que se podían apreciar en ese gran espacio para este tipo de eventos que es el Centro Cultural AFE, los viejos talleres de reparación y mantenimiento de locomotoras y vagones de los ferrocarriles del estado uruguayo, estaba la expositora de pastilleros, la colección de tapones de vidrios (de perfumeros, botellas…) o la de celulares de los primeros años de su masificación. También se exhibían estampillas, cajitas de fósforos, juguetes y radios antiguas, cuchillos, botellas de gres y de tragos (no tan antiguas), latas de bebidas, una colección de instrumentos musicales y álbumes de figuritas, mostradas y buscadas con gran entusiasmo por parte de la chiquilinada presente.Y si de transportes hablamos, empezamos por destacar a tres de los expositores. Agustín trajo desde Montevideo su colección de patentes. Rodeado de color, explicaba a cualquier interesado o interesada sus búsquedas, con hallazgos de matrículas antiguas de pueblos muy pequeños, de otros que cambiaron sus nombres, de habilitaciones de usos u oficios específicos y hasta las de delegaciones diplomáticas uruguayas en el extranjero, todo material que ha subido a sus redes en @matriculas.uy

Sobre el escenario de AFE se exhibían entre otras cosas cinco motos japonesas, aportadas por Marcelo Long, de @oldmotitos.colonia que iban de la híper popular “Hondita” (Honda 50) a la Kawasaki KC125 pasando por dos Suzuki M10 y una A50. Pero además, como obsesivo de todo lo relacionado con las motos japonesas de baja cilindrada, Marcelo llevó folletos, fotos, accesorios, partes o instrumentos y hasta herramientas de mano de las cuatro marcas niponas, junto a cascos o alguna de las vitrinas de exhibición, construida, para no ser menos, con las parrillas de carga de las Honda 50.Matías Licos, amigo y socio de Marcelo Long, compartió su espacio aportando su colección que gira principalmente en torno a la Petrolínea. Entre la vasta selección de latas de aceite, Matías nos contó su búsqueda particular de lubricantes de usos muy específicos (para reels o escopetas, por ejemplo), y la variedad de latas de aceites y grasas automotrices que normalmente conforman un colorido patchwork de hojalata sobre las estanterías de su casa. Pero además trasladó a la muestra anuncios, mapas carreteros, abrelatas y otros elementos relacionados con los lubricantes y las empresas petroleras, además de un motor estacionario francés Bernard Moteurs W110, muy utilizado en su época para arados de mancera.

El Museo de la Bicicleta de Rosario llevó a Colonia algunas bicis extrañas y un Penny Farthing, los omnibuseros acercaron maquetas de buses y memorabilia de la Onda y de empresas departamentales, hubo muy lindos carteles enlozados temáticos, vehículos a pedal, algo de modelismo militar, colecciones de autitos, desde Matchbox o similares a autos de lata japoneses o Schuco. Hurgando en los puestos de ventas se podían encontrar más folletos, manuales, fotos o hasta acciones del primer autódromo uruguayo. En la parte exterior una camioneta Fordson con sus canillas hidrataba de birra artesanal a la clientela y hubo quienes se acercaron a la muestra en sus vehículos históricos, avalando a quienes definen al Uruguay como aquel país que tiene tres millones y medio de coleccionistas.

Fotos: Diego Speratti