Kathleen Brooks compró su primer Escarabajo en diciembre del año 1966 en Riverside, California, Estados Unidos: un Beetle modelo 1967 colorado, al que inmediatamente bautizó como «Annie». Desde entonces, «Annie» ha sido utilizado como transporte diario por Kathleen, sumando más de 350.000 millas (560.000 km) a lo largo de 52 años de convivencia, la distancia suficiente para dar 14 vueltas al mundo. Kathleen, de 73 años, todavía va a trabajar a bordo de «Annie».
Luego de enterarse sobre la relación especial entre Kathleen y «Annie», la filial norteamericana de Volkswagen decidió encarar un proyecto inusual, ofreciéndose a restaurar a «Annie» en la casa norteamericana del Escarabajo: la planta de Puebla, en México. Durante los últimos 11 meses, un equipo de 60 empleados y pasantes de Volkswagen devolvieron a «Annie» a las especificaciones originales tal y como salían de esa planta ubicada al sur del DF, con algunas licencias de personalización para celebrar la dedicación de la propietaria a su auto durante más de medio siglo juntas. A comienzos de diciembre del 2018, Kathleen y Annie se reencontraron, y Kathleen pudo conocer a los principales miembros del equipo de VW que lideraron la restauración.
«Habitualmente escuchamos historias de propietarios de Volkswagen muy dedicados, pero había algo especial alrededor de Kathleen y Annie que sentimos que necesitábamos honrar», declaró Derrick Hatami, vicepresidente ejecutivo de Volkswagen of America, INC. «El Escarabajo original lanzó nuestro negocio en los Estados Unidos. Este no es un Escarabajo más, es un miembro de su familia, y luego de todo el tiempo en que nuestros empleados pasaron con este vehículo tan especial, también sentimos que Annie es parte de nuestra familia».
Brooks trabaja con pacientes con cáncer de mamas y sobrevivientes para proveer confort y cuidados cosméticos durante el tratamiento y la recuperación. Ella misma una sobreviviente de tres diagnósticos de cáncer de pecho, Brooks dice que a lo largo de cinco décadas Annie fue la excusa para iniciar charlas con fanáticos y propietarios de Escarabajos, pero «siempre estuvo allí para mi también».
«Conté muchas veces en cuanto nos parecemos, porque Annie es vieja, desteñida, machucada, con heridas, tiene problemas de piel, pero ¿saben qué? Sigue andando», comenta entre risas Brooks. «Y mientras pueda seguir dándole un buen trato, seguirá caminando».
A pesar de los mejores esfuerzos de Brooks, «Annie» tenía varias necesidades antes de comenzar su restauración en Puebla a comienzos de 2018, desde el piso con huellas de óxido y agujeros en toda su extensión a los desafíos en las suspensiones, la transmisión y la instalación eléctrica.
A lo largo de 11 meses, el equipo en la planta de Puebla reemplazó alrededor del 40 por ciento de las piezas de «Annie» y restauró 357 partes originales, hasta incluso recrear los adhesivos con que Brooks decoró la carrocería y las superficies vidriadas durante todos estos años. Para restaurar correctamente la desteñida pintura de color rojo, el equipo consiguió una buena muestra en el interior de la guantera. Arenaron la carrocería, los paneles son una mezcla de partes correspondientes a la época y otras mejoradas, y cuando todo estuvo listo, se volvió a ensamblar por completo.
Diversas sectores del vehículo fueron restaurados con partes originales mejores que las que ofrecía el Escarabajo en su momento, desde los discos de frenos que fueron una evolución de los posteriores Escarabajo producidos en México al equipo de música con AM/FM y bluetooth diseñado para que se vea y se sienta como una radio del VW en su época. La instalación eléctrica fue completamente rehecha; la transmisión reconstruida y las suspensiones mejoradas. El motor fue desarmado por completo, limpiado, actualizado y reconstruido. Hasta los asientos recibieron un toque especial, con las palabras «Kathleen» y «Annie» bordadas en una tipografía clásica de VW sobre el cuero. Y para relacionar a este auto con la modernidad, el kit de herramientas y el gato fueron pintados en un tono azul verdoso oceánico metalizado, el color escogido para la pintura exterior del Beetle Coast Edition lanzado en 2018.
La meta, según el manager del proyecto e ingeniero mecatrónico Augusto Zamudio, «no fue crear un Escarabajo con calidad de museo, sino devolverle a Annie las condiciones necesarias para que Kathleen lo pueda manejar y disfrutar durante todos los años que vengan por delante».
«Cuando llegó Annie, los integrantes del equipo rápidamente entendieron la conexión que Kathleen tiene con su auto y abrazaron este proyecto con todo su corazón», declaró Steffen Reiche, CEO de Volkswagen de México. «Restaurar este auto nos planteó un número de desafíos, pero también nos dio una demostración de la dedicación que ponemos en cada auto que construimos».
Cuando Brooks partió nuevamente con «Annie», escribió una nota sentida a todos los integrantes del equipo en Puebla, agradeciendo por sus esfuerzos y por haber cuidado por un auto tan especial. Augusto Zamudio asegura que el sentimiento es recíproco, y por eso el equipo también le envió a Brooks una misiva de agradecimiento. «Esta fue una tarea que todos hicimos con amor. Fue emocionante ver a Annie partir después de todo el tiempo que estuvimos trabajando sobre ella, pero nos pone más felices que Kathleen y su auto estén nuevamente juntos y andando».
Fotos: Prensa Volkswagen
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