Ayer estábamos con Rosemeyer y sus Auto Union. Volviendo un poco más sobre aquella época, todos los autos de competición de la marca que estuvieron en las manos del amigo Bernd eran fabricados en Zwickau, en la planta de Horch, otra de las marcas del grupo representadas en los anillos que hoy en día coronan a los Audi.
August Horch fue un célebre ingeniero que colaboró a fines del siglo XIX con Karl Benz, para más tarde independizarse y fundar en el año 1899 su propia marca. Luego se “auto-independizaría” de este, su emprendimiento, para crear Audi (que es la traducción al latín de la palabra horch, oír. ¿Me siguen?). A pesar de la partida del tío Augusto, la marca seguiría dando muestras de buena salud hasta que dieron la bandera de largada a las agresiones en la Segunda Guerra Mundial.
Horch fue posicionándose década tras década en el segmento de los autos de prestigio y la culminación de esa escalada burguesa la encontró en los chasis desarrollados para equipar a los motores de 8 cilindros en línea de 5 litros de cilindrada, que se vendieron entre 1935 y 1940.
Esos bastidores eran bastante sofisticados y presumían de tener suspensiones independientes en los dos trenes. Se ofrecían con tres posibilidades diferentes en su entre ejes. Los que estaban separados por 3.30 m equipaban a los 855 Roadster, los de 3.45 m a los 850 Sport, 853 y 855, y los de 3.75 m a los 850, 851 y 951.
Uno de ellos, el 853, fabricado entre 1937 y 1940, fue el favorito de los carroceros del momento para hacer algunos de los deportivos y convertibles más deseables, capaces de rivalizar con cualquier Mercedes 500/540.
Y también se convirtió en el vehículo predilecto de los pilotos oficiales de Auto Union ya que tanto Bernd Rosemeyer (foto de arriba) como Achille Varzi (foto, aquí abajo) fueron propietarios de elegantes 853 (suponemos que Hans Stuck, el tercer integrante, también habrá tenido el suyo).
El de Rosemeyer era un Stromlinien-Coupé carrozado por Erdmann & Rossi, mientras el de Varzi era un Cabriolet “común y silvestre”, y los dos los aprovechaban para trasladarse con mucho estilo por Europa entre carrera y carrera.
Para recordarnos la vigencia de este modelo, este año hizo su rutilante aparición en el concurso de elegancia de Pebble Beach un 853 Sport Cabriolet carrozado en 1937 por la berlinesa Voll & Ruhrbeck, que finalmente fue elegido como “Best of Show”, justo cuando la marca heredera de todos los antecedentes históricos de Horch, Audi, festeja su centenario.
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