Recién se terminó otra edición del Gran Premio Nacional de Baquets, y ya se extraña el calzarse el overol y hacerse a la ruta… En las notas anteriores relaté brevemente algunas de las etapas e intentare acá hacer una síntesis de toda la carrera.
Como siempre la organización del Club Amigos de Automóviles Antiguos de Lomas de Zamora y un staff que trabajó a destajo, fue impecable. Orly Bongiardino, Aldo Gallo y los hermanos Cako y Riki Viña, están siempre dispuestos a resolver todo lo que llega a sus manos. Párrafo aparte para los mecánicos, auxilios y la gente de la AAV, todos al pie del cañón con paciencia de santos, dando una mano y esperando a que el último llegue a destino.
Como ya hemos relatado, la cosa comenzó en Puerto Madryn, de ahí a Las Grutas (ver nota acá), luego Las Grutas-Viedma (ver nota acá) y Viedma-Río Colorado (ver nota acá).
La cuarta etapa unió Río Colorado con Sierra de la Ventana y fue tal vez la etapa más linda del recorrido. Cruzamos unos arenales, pasamos por Tornquist, una ciudad que merece conocerse, y hasta anduvimos por Chasicó y Saldungaray. Todo lindo, con gran entusiasmo en cada pueblo con el paso de los autos.
En nuestro caso la palanca de mando de la caja dijo basta nuevamente, lo que no impidió que un sacabujías hiciese las veces de palanca…pero hubo más, de repente quedamos en unos 5 cilindros y medio, con el auto gastando con furia…
Al paso por Saldungaray vemos un taller mecánico, la bandera de la ACTC de fondo y alguien que nos saluda. Inmediatamente entramos a boxes y conocimos a Marcelo Otero, hábil mecánico, quien generosamente y con la ayuda de un amigo repararon la caja y carburaron el auto dejándolo impecable, pretendiendo no cobrar nada por ello…
Con nuestra baquet en orden de marcha nuevamente, iniciamos el tramo Sierra de la Ventana-Necochea, que prometía algo especial: un paso por la playa.
La última etapa, con gran almuerzo de la gente del Faisán en soleado mediodía, se produjo entre Necochea y Mar del Plata, destino final del raid.
Hechos ya los agradecimientos, los dejo con las fotos que hablan por sí solas.
Fotos: Lao Iacona
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Excelente Lao!! Las fotos realmente reflejan lo que han disfrutado de este tipo de Gran Premio, los caminos, la camaradería y la nobleza de esas máquinas. Otras fotos, a lo largo de las etapas, serían dignas de un libro de Pietro Sorba o del programa «Me voy a comer el mundo!»…