En línea con la Estanciera asambleísta y el volver a vivir del Berta Tornado del Profesor Jorge Omar Del Río, comparto con ustedes otro recuerdo del archivo personal.
Año 1981. Uno de los maestros que hicieron grande a la educación pública, acompaña al quíntuple Campeón Mundial Juan Manuel Fangio en una visita a la entonces ENET Nº 35. En segundo plano, la noble Estanciera IKA gris CONET afectada por ese entonces al servicio del taller de la institución.
Para los que no lo conocen hablo del Profesor Alcides Márquez. Un imprescindible de los que hablaba Bertolt Brecht.
Completa la foto (a la derecha de su pantalla) el entonces jefe de Taller, profesor Juan De Bellis.
Ustedes dirán: ¿Y quién es Márquez? ¿Porqué imprescindible? El profesor Márquez (aka «El Gallego») fue parte del cuerpo docente “del 35” primero como profesor y luego como director a partir de 1961. Bajo su dirección la escuela se transformó en referencia en la especialidad de Automotores, sin dejar de lado la formación integral de los alumnos como personas.
Márquez, nacido circunstancialmente en Balcarce y afincado en Villa Luro, es fanático de Vélez y apasionado por el vóleibol como jugador, técnico y dirigente. Motor infatigable de la comunidad educativa, entre sus iniciativas estuvieron el Campamento Suyai en Villa Mascardi y la práctica de actividades de montaña, los viajes de estudios internacionales para visitar las plantas de Mercedes-Benz y General Motors en Brasil, el estimulo a múltiples actividades de extensión cultural (cine, teatro, música) tanto en la escuela cuanto en salidas organizadas y, ya en los años 80, la integración de la computación como especialidad alternativa. La escuela contaba además con una bolsa de trabajo para facilitar la inserción laboral de los egresados. En 2017 fue distinguido como Personalidad Destacada de la Educación por la legislatura porteña (https://www.legislatura.gov.ar/_post_old.php?ver=6422).
La historia de la foto… En los años 70 el CONET (Consejo Nacional de Educación Técnica), con apoyo del gobierno de la RFA (República Federal de Alemania) incorporó como asignatura extracurricular el idioma alemán. Márquez decidió que su escuela no podía quedar afuera.
Como nuestro grupo iba a ser la primera promoción de técnicos con idioma alemán decidimos organizar nuestro viaje de fin de curso en Alemania. Una de las ideas para financiarlo era buscar el apoyo económico de las empresas alemanas. Alguien (supongo que el mismo Márquez), propuso organizar una exposición abierta a todo público en la escuela para mostrar lo que era la industria automotriz alemana en Argentina en ese momento. La idea era que cada empresa aportara elementos a exponer y capacitara a los alumnos para atender los stands. Márquez nos puso a trabajar en el asunto gestionando los apoyos a través de la red de ex alumnos distribuidos por toda la industria.
Mercedes-Benz prestó un G240D y un motor OM 403 V10, VW un Fusca brasileño y un Audi 100, Enrique Glas (BMW) mandó una consola Service Test, y todas aportaron folletería y material didáctico. De alguna manera la movida llegó a oídos de Fangio y finalmente se confirmó que iba a venir a visitar la muestra…
El Quíntuple pasó por la muestra, y recorrió las instalaciones de la escuela con el lógico revuelo de las actividades… conversó con alumnos y profesores, firmó autógrafos, y pudimos tomarle algunas fotos, entre las cuales están las que ilustran esta nota.
¿Nuestro viaje? Al año siguiente, Guerra de Malvinas mediante, quedó trunco, como el romance del Aniceto y la Francisca.
De todos modos, la idea quedó dando vueltas, y en 1984 Márquez viajó acompañando a la segunda promoción de técnicos que completó el curso de alemán.
Fotos: Alejandro Tasso
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Falleció hoy el Profesor Márquez a sus 99 años. Un gran Maestro, Profesor y Administrador. Inolvidable para quienes tuvimos el privilegio de ser sus alumnos.
Excelente noticia! Me alegra enormemente saber que desparramados por el mundo pueda haber otros “locos del martillo”! Obviamente la ”punzonatura” del número de serie en el martillo no llegó a mi pueblo. Tampoco esa idea peregrina de templar el fierro dulce en aceite. Por lo demás coincido en que era un proyecto realmente onanistico-militaroide, tan practico como lavar el piso de la cuadra en el cuartel con un cepillo de dientes. Explica mucho sobre el origen de nuestra personalidad obsesiva. Quien sabe el daño psicológico que le producía a un párvulo de 13 años, más preocupado en imaginarse a la madre Teresa de Calcuta en bikini, todos esos días de darle a la lima y al azul de Prusia. Ya sospechaba yo, leyendo esas delirantes notas y comentarios en VDR, que debía haber varios ex-presidiarios de escuela técnica entre nosotros.
Abrazo.
GV
Mar de lagrimas!!!
Aguante la escuela tecnica!!! Aca un egresado de la EET N°1 de Zarate
Fernando de Lima, Bs As
Si, Beppe! Creo que aún hoy podría enrollar el overol azul y embutirlo como una salchicha dentro de la pierna con los ojos cerrados Se convertía en un arma contundente para esas peleas épicas en la parada del bondi. La lima plana era para el primer proyecto en primer año del taller “de ajuste”. Si. En esa época, “ ajuste” quería decir otra cosa. Pero no menos penosa: el proyecto era, a partir de un clavo de ferrocarril y un plano que venía del ministerio, construir una cabeza de martillo. Tarea digna de presidiario que llevaba meses de darle a la lima. Por supuesto que aquel que llevara el proyecto más avanzado se exponía a que se lo icardiara algún pícaro para ahorrar tiempo y sudor. Nunca utilicé ese maldito martillo. Aparentemente el acero dulce se abollaba al impacto con cualquier cosa.
Veo que más allá del curriculum había coincidencias culturales entre distintas ENETs.
Abrazo.
GV
don Old Gringou:
El maldoto martillo (que a mi tambien me tocò hacer) era una de las cosas mas absurdas del mundo, pensado con una obsesiòn y perversidad militar .. (esos eran los tiempos y quizas explica todo)
para que uno tiene que construir desde el tocho una herramienta que se usa para golpear con metodos utilizados para mecanica de precision ?? (calibre, micròmetro, plano de medida, azul de prusia, etc, etc).
para evitar la «icardeada», neologismo que describe perfectamente la cosa, los nuestros venian punzonados con un numero de serie (me acuerdo todavia el mio -0882) y quizas de por ahi saliò mi yeite por los numeros de chàsis.
el golpe final , que probablemente le falto a su manufacto era el templado y revenido en aceite de la pieza, que lo hacia pasar de acero dulcìsimo caramelado a un arma mortal de dureza y fragilidad infinita, pero abananado ….
saluti
Alberto, muchas gracias.
Uuuyyy. Esto va dar para llenar barriles de nostalgia! Alguien se acuerda de un inglés quien allá por 1967 o 1968 tenía un cine itinerante sobre los logros de la ingeniería británica y visitaba las escuelas técnicas del interior, según el nos dijo? Era todo muy British, imaginen que el tipo llegaba nuestra escuela técnica del centro de la provincia a proyectar su película (llamada “the engineers”) manejando un Land Rover y vistiendo un muy British ambo safari! El documental mostraba la siderúrgica inglesa en su zenit. Polos de industria pesada cómo Sheffield y que ya para los 90 no existían mas. En el más puro fair-play inglés, el documental, salvo inflar las glorias de Albión, no hacía nada de propaganda. Sólo alentaba a los jóvenes a seguir la carrera de ingeniería. El caso es que a mi me convenció. Vaya si me convenció. El caso es, alguien recuerda esto? Me haría muy feliz saber si alguien más cometió el error de meterse en ingeniería por causa de este maldito inglés de-Inca-la-perra.
Abrazo.
GV
PD: a nosotros los alumnos de otras escuelas secundarias nos llamaban « grasas » por el mameluco que vestíamos para las clases de taller. Nunca supe si esa denominación se extendía a todo el pais o era sólo una cosa del centro de la provincia.
en capital veniamos llamados «grasùn».,y nos reconociamos por transportar el overol azul enrroscado en si mismo adentro de la pierna del pantalòn formando asi un bulto con el cual se solìa golpear amigablemente a los companeros … en algunos casos se «reforzaba» la idea metiendo adentro del bulto la lima llana de 12″…
ahh, cuando eramos jovenes e invencibles..!!!
Tambien soy un orgulloso Técnico Mecánico, egresado de la ENET Nº1de 25 de Mayo(B.A.), en mi escuela el vehiculo era un Jeep Willis con un motor IKA 6 cilindros adaptado en el taller de la misma. Rescato un hecho que con el paso de los años, engrandece más a los directivos, corría el año ´71 y las autoridades de la escuela llevaron para que dé una charla a Augusto Ulderico Cicaré, sí, el fabricante de helicopteros que hoy todos conocemos, pero en ese entonces estaba muy lejos de ser lo que es hoy; salvando las distancias con lo hecho por el Profesor Alcides Marquez, mi director, el Profesor Nestor O. Ruggero y su equipo, le ponían una inmensa pasión a su trabajo. Vaya mi enorme respeto a aquel CONET y a las ENET que nos dieron herramientas para vivir dignamente.
Excelente nota Alejandro, gracias. Me estoy reponiendo y secando algún lagrimón. Un ejemplo de cómo gestionar una escuela pública. Si bien en la 35 había ingresos adicionales por las reparaciones que se hacían en el taller a vehículos de particulares, la cantidad y calidad de lo que se ofrecía a los alumnos era inusual. A lo mencionado en la nota, habría que agregar el consultorio odontológico gratuito para los alumnos, los buses del Colegio para viajar al Campamento Suyai, que aún está junto al ACA de Villa Mascardi y seguramente otras cosas que ahora olvido. Sigo recordando los sermones del Gallego Márquez en el patio cubierto apoyado en la baranda de la rampa al primer piso, machacando con el tradicional “después no se queeejen…”. Un fuera de serie, un tipo admirable.
Sobretodo para esta época, septiembre/octubre, cuando ya era norma, rajar a uno, antes que el aumento de testosterona primaveral le desmadre la hacienda.
De cualquier manera, nos sabía llevar.
¡Y no mencionaste el bigote y su dueño, Pachorra, que se asoman en la primera foto!
Y alguien que conozca el tema, ¿nos podría ilustrar sobre el estado de la Educación Técnica en nuestras escuelas hoy en día?
Gracias, es un tema que siempre me preocupó.
José, no puedo hablar del «general» pero sí un poco del 35 donde egresé yo y ahora va mi hijo. Sin que sea muy preciso, lo primero que puedo decirte que nada escapa de las generales de la ley … ni las épocas. A pesar de todo eso, este colegio trata de mantener el espíritu que Marquez le dió en su momento y que lo hacía diferente.
Respecto al nivel académico, noto que los chicos llegan al secundario muy flojos, con muchos baches. Y eso hace que se avance más lento en el secundario y tengan que utlizar tiempo en reforzar cosas que deberían traer ya de base los alumnos.
El nivel de los profesores no puedo decir que haya bajado. Siempre hay perlas … blancas y negras. Las teníamos nosotros hace 30 años y las hay ahora. Quizás como en todos los órdenes, la ropa sucia esté un poco más expuesta ahora que antes. Cursé el secundario en plena dictadura y con los años uno pudo ver que el nivel de más «seriedad» o «firmeza» que se aparentaba en las aulas iba de contramano con montones de cosas que pasaban después fuera del aula en la escuela y que no nos enterábamos.
Estimado José, trabajo en nueve escuelas en la provincia de Buenos Aires, tres Técnicas, cinco Secundarias (Medias) y un Centro de Formación Profesional, todas prolijamente recorridas hasta hace unos meses, con un R-12 del 84 a GNC (el pobre auto ha servido también en el 2009 y 2015 para hacerme un par de viajes a Buenos Aires ida y vuelta en el día, unos 1400 Km aprox, a presenciar eventos de clásicos). Como se notará de inmediato uno de los problemas es el fraccionamiento de la carga horaria, hay una escuela a la que asisto solo 70 minutos a la semana. Hoy es muy difícil encontrar un docente que trabaje en una escuela o en dos. Los maestros de taller casi han desaparecido, me refiero a esos de mameluco que conocían perfectamente su oficio. Luego del 94 donde las escuelas nacionales, entre ellas las Técnicas, fueron transferidas a la provincia, todo cambió. Las exigencias son menores, los nomencladores de los Títulos (que habilitan a cada docente en una determinada materia)están al menos, parcialmente mal confeccionados y un sinnúmeros más de situaciones que serían muy aburridas de explicar aquí. También reconozco que todos los actores de la educación tenemos parte de culpa.
A modo de ejemplo hace unos treinta años atrás, cuando ingresábamos a la Universidad, se notaba por ejemplo que los técnicos que venían de Río Negro eran más flojitos que los de acá, hoy hablando con ex compañeros que son docente universitarios me dicen que la situación es al revés, no porque ellos hallan mejorado mucho, sino es porque allá casi no cambiaron nada.
Saludos a Ud.
Gracias G.P., era de imaginar que las escuelas técnicas iban a seguir las generales de la ley.
A un país empobrecido, escuelas empobrecidas. Lástima, porque según considero yo,
son fundamentales para la iniciación técnica de los chicos que, o seguiran la carrera de
Ingeniería, o se desenvolverán como técnicos en las distintas ramas.
Esperemos que con el tiempo tiendan a mejorar !
Yo también egresé de una escuela técnica. Menos afortunados con los regalos sólo tuvimos un motor de jeep IKA que armábamos y desarmábamos. Por lo que veo en la nota, se podrían haber explorado otras sinergias tal como este ejemplo de la ENET 35. Eso si, no me quejo. Después de haber mandado hijos a la escuela por unos 25 años, habiendo visto de cerca la educación técnica en EEUU y Canadá (casi inexistente, salvo por el sistema CEGEP de Quebec) aquello era realmente una educación técnica pública comparable a la mejor de Europa.
Me tocó una cuerda sensible la nota. Muchas gracias por traernos este recuerdo.
Abrazo.
GV
Aquí en Bahía Blanca el vehículo «oficial» de la 1 (ex E.N.E.T. N°1, actual E.E.S.T. N°2), era un Auburn 1927/28 al que le habían construido una carrocería tipo Woody, y era usado entre otros servicios, para transportar los cilindros de gas para el taller de soldadura. En una cena de ex alumnos se sorteó «la camioneta» y quien se la ganó la usó muchos años como transporte de todo. Terminó con un motor Plymouth, y algunos injertos más. Lo rastree por algún tiempo, dí con quien se la ganó en la cena y me contó dicha historia, hasta que lo encontré en en campo cercano a Punta Alta. Fue rescatado y está en buenas manos en el norte de la provincia.
En cuanto a las Escuelas hace 29 años que son mi fuente laboral. No ha quedado ni la sombra de lo que cuenta el amigo Alejandro.
Gracias Alejandro por tu crónica…me hizo poner la piel de gallina. Emocionante…
Uyyyy si: ..!! si que me acuerdo del revuelo que generò eso !!!! como egresado ’82 del ENET n° 26, Confederazion Suiza, (el otro especializado en automotores) alguien habia tratado de hacer algo parecido a esta iniciativa. … solo se consiguiò que se recibiera en donaciòn un chasis de F4, de origen (para mi ) desconocido para el taller de soldadura …