1.001 días, 1.001 clásicos

Durante el XVº Rally de San Francisco visitamos la localidad santafesina de Zenón Pereyra, distante unos 40 kilómetros de «San Pancho del Piemonte»…

Allí, después de una copita de ajenjo de bienvenida, todos los participantes almorzaron como sólo se lastra en este rally, donde en apariencia es más importante volver a casa con unos kilos de más que con algún trofeo…

Pero antes, en la misma Sociedad Italiana del pueblo, un grupo de vecinos actores y músicos hizo una representación de la historia de este fantástico pueblo, fundado por masones y colonizado por migrantes piamonteses, suizos y españoles.

Al salir en busca de un poco de oxígeno para poder quemar tanta carne, frente a la misma sede de la Sociedad Italiana, apareció este Opel K-180, él también una síntesis del cosmopolitismo, por su origen conceptual alemán, con un motor de ingeniería norteamericana, recortado, habitando el vano, y todo amalgamado únicamente en Argentina, para ser producido aquí entre los años 1974 y 1978.

El K-180 fue uno más de los derivados de la plataforma T de General Motors que con diferentes aspectos, carrocerías y configuraciones mecánicas y de equipamiento se vendió alrededor del mundo como Chevrolet y Vauxhall Chevette, Isuzu y Holden Gemini, Opel Kadett, Pontiac Acadian o T1000.

Aparentemente, este enterísimo Opel, estuvo hasta poco tiempo atrás en manos de un único dueño que lo compró en la concesionaria local Brizzio Automotores, y allí mismo, en San Francisco, tiene ahora una segunda y más ejercitada vida con su nuevo propietario.

Fotos: Miguel Tillous

https://www.youtube.com/watch?v=gdVdKFpEpeU