El Museo Peugeot muestra sus garras charrúas

16/Sep/2020

Estamos al tanto de que Peugeot está cumpliendo 210 años y que para festejarlo propuso que hasta fines de octubre el acceso al Museo de l’Aventure Peugeot en Sochaux, Francia, tenga un costo de un euro. ¿Y por casa como andamos? En Uruguay, bien de bien, porque el Museo Peugeot local ¡se puede visitar todo el año y sin costo!

201 años de la marca, 115 años de la llegada del primer Peugeot al Uruguay (el Bébé de 1905 aún en manos de la familia Mailhos) y 70 años de Sadar, la empresa que la representa en tierra oriental. Después del confeti, lo que queda es el piso reluciente donde se puede ver reflejado un sueño realizado que es la envidia de todas las marcas y representantes en la región: la Colección Sadar, ubicada en pleno centro de Montevideo.

Allí, en la sede central de la empresa, en la calle Paraguay, se puede visitar la colección de alrededor de una docena de autos clásicos, que ocupan nada menos que la mitad del espacioso salón de ventas y cuya concreción responde a los intereses y la visión de los dirigentes de Sadar desde su fundación.Fue allá por 1950 que Nelson Güelfi y Jorge Soler pusieron la piedra angular de Sadar. Pero además de las consabidas intenciones comerciales, estos hombres se destacaron a lo largo de sus trayectorias por su vinculación con el automovilismo y como tempranos ejemplos de coleccionistas interesados en el disfrute y la conservación del patrimonio rodante.

La familia Güelfi, hoy al frente de la empresa, continuó y profundizó el legado de don Nelson, y ya con Manuel a la cabeza, los autos de la colección comenzaron a revivir, a través de su puesta en funcionamiento y restauración. Con su pequeño motor y sus ínfulas velocistas, el Peugeot 202 Darl’Mat, le dio marcha al proceso que no conoció de pannes desde entonces. A partir de 1995 comenzó el proceso de reconstrucción de este auto único bajo la supervisión de Horacio Moyano, que incluyó el envío del auto a Francia para completar las tareas más complejas y así devolverle las formas originales a la carrocería de aluminio de esta máquina concebido para batir récords.

En la década de los años 90 la colección ya contemplaba otros modelos como el Bébé 1913 (el más antiguo de la colección, diseño de Ettore Bugatti), el Six, o el 402, que en ese entonces no estaban en funcionamiento o estado de exhibición. El efecto Darl’Mat llevó también a ocuparse de ellos. Ya en el nuevo milenio se agregarían a la colección otros modelos como la 404 cabriolet y el sedán, los 403 sedán y pick up, la coupé 504, el 205 GTI o la coupé 406.

Cuando ya estaban para la foto, a medida que se iban completando los procesos de restauración o preservación de los autos, surgió un nuevo inconveniente: ¿donde guardarlos? Como la colección empezaba a estar repartida por todos lados a Manuel se le ocurrió juntarlos a todos bajo un mismo techo, proponiendo un espacio donde no sólo estarían a resguardo si no que allí podrían ser admirados. La mejor solución era tenerlos de «backstage» en el salón del concesionario, sacándole unos cuantos metros cuadrados a la oferta de 0 km… Por amor a los clásicos, a la historia de la marca y por la posibilidad de compartirlos con fanáticos de la marca, nacía el Museo Peugeot uruguayo.

Al día de hoy el museo y la colección nunca paran de mejorar y, siempre bajo las ideas de Don Manuel Güelfi, se han modernizado el entorno, la iluminación y la museografía, con una línea de tiempo que abraza todo el espacio, contando la evolución de la marca a nivel global y en el Uruguay, junto a otros objetos de la longeva historia industrial de Peugeot (molinillos, una motocicleta de los años 70), accesorios de distintos automóviles, elementos promocionales, cartelería, autos a pedal y a escala y más elementos que no dudamos se sumarán para seguir completando las vitrinas de esta fantástica exposición.

Otro punto a destacar de la colección es que todos los autos en exhibición están en perfecto estado de funcionamiento, y el encargado de supervisar las restauraciones y mantenerlos en orden de marcha, don Moyano, se da el gusto de salir con ellos alternativamente durante los fines de semana.La presencia de Sadar en la escena de autos históricos se complementa con el vínculo creado con el Montevideo Classic Car Club del cual es la única marca automotriz que forma parte, presentando los diferentes ejemplares de la colección rigurosamente en los eventos organizados por el club, desde paseos, a rallies, exhibiciones e incluso en muestras más allá de las fronteras, lo que le ha permitido, por ejemplo, al público asistente a Autoclásica en Argentina, disfrutar de rarezas como el Six, el 202 Darl Mat o el 402.

Los distintos integrantes de la colección han sido partenaires de presentaciones de nuevos modelos celebradas por Peugeot y una de las actividades más recordadas es la caravana organizada para la inauguración de la sala de ventas en el Shopping Portones, que arrancó desde Pocitos y tuvo al Bébé como uno de los vehículos que completó el recorrido. Pero el «libro de actas» no deja nunca de llenar páginas y este mismo sábado, varios de los autos de la colección serán protagonistas de grabaciones en lugares emblemáticos de Montevideo en preparación de un video institucional por los 70 años que está cumpliendo Sadar este temporada.

Paraguay 1579, de 9 a 13 y de 14 a 18.30 hs. Pasen y vean el santuario de Peugeot, la historia viva de la marca francesa ruge en Montevideo.

Fotos: Diego Speratti

 

Tags: 202 - 205 - 402 - 403 - 404 - 504 - Bebe - Montevideo - Museo - Peugeot - Sadar - Six - Uruguay

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